Las mujeres del Nobel

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En la edición 2023 de los premios Nobel finalmente se está reconociendo a las mujeres. Después de unos años turbulentos en los que la Academia pasó por el escrutinio del movimiento #MeToo y las acusaciones de mala conducta de algunos de sus integrantes, el grupo decidió ampliar la mirada hacia las aportaciones de las mujeres. No porque antes no las hubiera, sino porque generalmente lo que hacen ellas es poco visible, sobre todo en las ciencias duras donde no pocas veces ha habido apropiación de las ideas de las mujeres, falta de oportunidades en las redes mayoritariamente masculinas y escaso financiamiento a sus proyectos. 

No hay que olvidar la historia de Rosalind Franklin, la cristalógrafa que capturó por primera vez la imagen de la estructura del ADN. Su compañero de laboratorio Maurice Wilkins consideraba que Rosalind debería ser su asistente, lo cual causaba tensiones entre ellos y la desconfianza de ella. Wilkins husmeó en sus archivos y compartió la fotografía con Watson y Crick, lo que les permitió a ellos avanzar en la construcción del modelo de la estructura de doble hélice del ADN. Los tres hombres recibieron el Nobel en 1962, unos años después de que ella muriera de cáncer a los 37 años por la continua exposición a los rayos X. Aunque el descubrimiento no hubiera sido posible sin la fotografía y las notas de Franklin, ninguno le dio reconocimiento.  

Desde 1901 que empezaron a entregarse los premios, han recibido el galardón cerca de mil personas y 27 organizaciones, pero solo 64 mujeres han sido premiadas, incluyendo a Marie Curie quien lo recibió en dos ocasiones y es la única persona reconocida en dos especialidades distintas, física y química. 

Por eso hay que celebrar que en este 2023 se ha destacado el trabajo de las mujeres: la científica húngara Katalin Karikó en la categoría de Medicina; el de Física para la suecofrancesa Anne Luu-i-eg; el de la Paz a la iraní Narges Mohammad, destacada defensora de los derechos de las mujeres y la abolición de la pena de muerte en Irán, razón por la cual está encarcelada y entre otros cargos por difusión de propaganda contra el Estado.

Destaca este año el premio a Katalin Karikó, quién junto con su colega Drew Weissman, desarrollaron la tecnología que permitió crear las vacunas contra la COVID-19. Su trabajo fue innovador: en lugar de hacerlas con un virus atenuado, desarrolló el ARN mensajero, que cambió el paradigma sobre cómo se elaboran las vacunas.

Pero no le fue fácil. El trabajo de Karikó fue visto con poco interés por la comunidad científica durante décadas. Publicaciones especializadas rechazaron sus estudios una y otra vez, y en la Universidad Penn, dónde era docente, no se le dió ni financiamiento ni un laboratorio propio. 

Al final, el trabajo de Karikó y Weissman terminó cambiando el mundo: gracias a su tecnología genética las primeras vacunas se pudieron desarrollar a gran velocidad en comparación con el pasado. La de Moderna, por ejemplo, fue diseñada en dos días y procesada pocas semanas después. Salvaron millones de vidas. 

Y esas vidas se salvaron por una sola razón: Karikó nunca se rindió. A pesar de ser ignorada y menospreciada, siempre confió en que estaba haciendo algo revolucionario.

Otra mujer que fue distinguida en esta edición recibió el Premio Nobel de Economía: Claudia Goldin, una economista de Estados Unidos que ha centrado sus estudios en la participación laboral de las mujeres, en la brecha de género en materia de ingresos y en la forma en la que la integración -o la falta de- entre la vida familiar y la carrera laboral dificulta el avance profesional de las mujeres. Esta es la tercera ocasión que una mujer es reconocida en la categoría de Economía y la primera vez que se lo dan en solitario. 

Goldin analiza principalmente las condiciones del mercado laboral de Estados Unidos desde una perspectiva histórica que abarca también factores educativos y de acceso a tecnologías, incluyendo la disponibilidad de la píldora anticonceptiva, como explicación de la brecha de género que aún persiste.

Además de ser referentes para las nuevas generaciones de científicas y líderes, es importante señalar que sus causas atraviesan los temas más importantes de la agenda por los derechos de las mujeres, temas urgentes para que nuestra sociedad logre acercarse más a la igualdad.

Otro material de la autora: Día Internacional de la Niña

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