El 12 octubre por la mañana, contingentes de mujeres de pueblos indígenas, afromexicanos y originarios de varios estados del país y de la Ciudad de México, convocados por el Gobierno de la Ciudad de México, marcharon del Ángel de la Independencia rumbo a la ex Glorieta de Colón, por el Día de la Resistencia Indígena.
Durante el mitin, las participantes festejaron la iniciativa de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, de poner una réplica de la estatua de “La Joven de Amajac”, en representación de las mujeres indígenas, en lugar de la estatua de Cristóbal Colón -que fue retirada por el gobierno hace dos años-, según señalaron varias mujeres y una diputada de Oaxaca, durante el mitin que realizaron a un costado de la Glorieta.
Esto en medio de la discusión por la Glorieta de las Mujeres que Luchan. Apenas, el 11 de octubre pasado, el gobierno de la Ciudad de México se comprometió a no desmantelarla, ante las exigencias de activistas.
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Así lo aseguraron funcionarias y funcionarios capitalinos frente a mujeres, mujeres de pueblos originarios, madres de víctimas de feminicidio y desaparición, defensoras y organizaciones en defensa de derechos humanos, durante la primera mesa de diálogo.
“El subsecretario de Gobierno de la Ciudad de México (Ricardo Ruiz Suárez) enfatizó que la Glorieta de las Mujeres que Luchan no será desmontada en el marco del día de la Raza, 12 de octubre”, como lo registró el portal Somos el Medio, que estuvo presente en la reunión.
Este acuerdo llegó apenas un día antes de que se cumpliera el plazo que había dictado la jefa de Gobierno capitalino para colocar la estatua de “La Joven de Amajac” en la Glorieta de las Mujeres que Luchan como lo había reiterado el lunes 10 de octubre pasado.
La primera mesa de trabajo entre las integrantes de la Glorieta de las Mujeres que Luchan y el gobierno de la Ciudad de México se llevó a cabo el pasado martes en la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, con presencia de la ombudsperson, Nashieli Ramírez Hernández, además de integrantes de Amnistía Internacional y de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos (CMDPDH) y algunos medios de comunicación.
Lo anterior para que lo acordado quedará documentado y para que después el gobierno no desconozca o “manipule” el compromiso, nos compartió Marcela, defensora de derechos humanos que forma parte de las mujeres que han levantado la Glorieta de las Mujeres que Luchan y quien participó en la mesa de trabajo.
Marcela nos explicó que esta reunión la habían solicitado desde diciembre de 2021, pero el gobierno capitalino se había negado a llevarla a cabo bajo las mismas condiciones en que se realizó finalmente. Es decir, una reunión pública, abierta y con amplia representación de funcionarios con la capacidad de tomar decisiones, así como de la diversidad de mujeres que han trabajado en la construcción de la Glorieta de las Mujeres que Luchan.
“En la inminencia de la declaración de Claudia Sheinbaum de colocar la estatua de ‘La Joven de Amajac’, nosotras subimos el nivel de protesta. Porque ella dijo que había una negativa de parte de quienes estamos en la Glorieta, lo cual es totalmente falso. Tenemos toda la documentación de que hemos pedido diálogo y se han negado”, nos dijo en entrevista.
La representación del gobierno capitalino propuso realizar una segunda reunión para buscar “la convivencia” entre la escultura de “La Joven de Amajac” y la Glorieta de las Mujeres que Luchan. Pero como nos relató Marcela, ellas fueron puntuales y manifestaron su desacuerdo con la propuesta, pues eso desmantelaría la Glorieta de las Mujeres que Luchan en los hechos.
Además, las mujeres del Frente Amplio de Mujeres que Luchan solicitó que las autoridades faciliten una reunión con las mujeres de pueblos originarios que piden que la escultura de “La Joven de Amajac” sea colocada en la Glorieta, para conversar e invitarlas a habitar el espacio que ya existe en la Glorieta de las Mujeres que Luchan.
Como nos dijo Marcela, la decisión del gobierno capitalino de instalar una estatua que representa a una mujer gobernante parece solo “un beneficio político” para el gobierno. A diferencia del espacio que han creado de encuentro, contención, apoyo mutuo, de memoria y resistencia, donde tejen luchas por una vida libre de violencia, para acompañar los procesos de las que buscan y exigen justicia en todo el país, señaló.
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Resignificar la ex Glorieta de Colón a la Glorieta de Mujeres que Luchan
Dos años atrás, el 10 de octubre de 2020, el gobierno de la Ciudad de México retiró la estatua de Cristóbal Colón, días antes de la manifestación que pretendía derribarla, como anunciaron en redes sociales diversos colectivos.
El 5 de septiembre de 2021, la jefa de gobierno anunció que colocaría en la Glorieta de Colón la escultura “Tlali” en homenaje a las mujeres indígenas, elaborada por el escultor mexicano Pedro Reyes. Diez días después y luego de manifestaciones en contra de esta decisión, Sheinbaum dijo que no instalaría esta escultura y que un comité de monumentos decidiría cuál escultura poner.
El 25 de septiembre de 2021, mujeres organizadas, indígenas, familiares de víctimas de feminicidio, mujeres que buscan a sus personas desaparecidas renombraron la Glorieta de Colón como la Glorieta de las Mujeres que Luchan y colocaron la figura de una mujer con el puño izquierdo en alto como símbolo de la lucha y resistencia de las mujeres en el país.
Meses después inauguraron el Jardín de la Memoria con los nombres de las mujeres y niñas que ya no están porque fueron asesinadas, de las que fueron desplazadas por paramilitares, de las desaparecidas políticas, de las sobrevivientes de la violencia del Estado y de las que luchan en distintos movimientos. También colocaron un tendedero de denuncias y sembraron, como ellas dicen, una cruz rosa en memoria de las víctimas de feminicidio.
El 12 de octubre de 2021, Sheinbaum anunció que el comité de monumentos eligió colocar en la ex Glorieta de Colón la escultura de “La Joven de Amajac”, que es una escultura prehispánica hallada el 1 de enero de 2021 en un naranjal de Veracruz y representa la figura de una gobernante huasteca. La escultura se debe haber realizado, de acuerdo con investigadores, entre el año 1450 y el 1521.
Durante un año, la Glorieta de las Mujeres que Luchan y las mujeres que la sostienen han sido violentadas con intentos de retirarla por parte de “elementos del Gobierno de la Ciudad de México”. Esto vulnera el acceso a la justicia, a la libre expresión y otros derechos de las familiares de víctimas, puntualizó Lucía Chávez, directora de la CMDPDH, al anunciar que interpusieron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos local por estos actos, el 7 de julio pasado.
A lo largo de 12 meses, las mujeres, madres y sobrevivientes de violencia han reclamado al gobierno de Sheinbaum no haber sido tomadas en cuenta en la decisión de colocar otra escultura y han exigido que la Glorieta de las Mujeres que Luchan no sea retirada.
“Hacerle justicia a las mujeres indígenas a través de una estatua es un ‘homenaje’ que queda corto. Hay mujeres indígenas cerrando avenidas para ser escuchadas porque las han despojado de sus tierras, las que piden oportunidades de trabajo y no ser discriminadas. La oportunidad de reconocer a las indígenas se tiene en este momento, no creo que un monumento cambie eso”, señaló Gloria Rojas Luna, historiadora de la Universidad Autónoma Metropolitana.
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Un monumento de, por y para las mujeres
“La Glorieta de las mujeres que luchamos tiene que ver con la urgencia de contar con un espacio público y accesible para reunirnos. Para conocer más sobre nuestras luchas y saber cómo estamos transitando el dolor en cada uno de nuestros procesos”, nos dijo Araceli Osorio Martínez, defensora de derechos humanos y madre de Lesvy Berlín Rivera Osorio, quien fue asesinada el 3 de mayo de 2017.
Araceli Osorio nos dijo que ellas decidieron “habitar esta Glorieta porque nos creemos con la suficiente dignidad para hacer exigible nuestro derecho a la memoria. Porque los derechos no se negocian, no se cuestionan, se ejercen”.
“A nivel mundial y aquí hubo un reconocimiento a nuestro atrevimiento a posicionarnos y decir que este es el lugar que nosotras reclamamos para honrar a quienes este sistema capitalista y patriarcal nos ha arrebatado”, sostuvo.
“Pensamos que era momento de reconocernos y de nombrarnos lo que somos, lo que estas violencias machistas nos han obligado a ser, a reconocernos como mujeres que luchamos por verdad, justicia y no repetición. Que luchamos porque esta larga noche de impunidad e injusticia termine. Sobre todo por la construcción de esperanza y en defensa de la vida”.
Finalmente, Araceli Osorio puntualizó: “creemos que es importante hablar de memoria desde quienes estamos construyéndola, defendiéndola, peleándola y arrebatándosela a quien nos prefiere en un papel de víctimas perfectas, en nuestras casas y sin levantar la voz”.
