Ya sabemos que la economía en México no ha crecido lo que se esperaba en 2019 (2%) y que distintos indicadores como la construcción, la inversión fija bruta, productividad laboral o la balanza comercial y la desocupación han registrado cifras negativas en lo que va del año.
A estas malas noticias se suman estadísticas laborales que tampoco son positivas: la Tasa de Desocupación (TD) llegó a 3.5% de la Población Económicamente Activa (PEA) en septiembre 2019, porcentaje que predominó con el ex presidente Enrique Peña Nieto en 2017 (cinco meses) y que parece ir por las mismas o peor con Andrés Manuel López Obrador en 2019 (cuatro meses de nueve).
La TD se refiere al porcentaje de la PEA que no trabajó (de manera formal o informal) siquiera una hora durante la semana de referencia –de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)– pero tuvo disposición para hacerlo, por eso lo podemos interpretar como “desempleo”, aunque los economistas utilizan esta palabra para referirse a la falta de “empleos formales”.
Hay que aclarar que aunque la TD registró una disminución de 0.1% con respecto al mes previo (agosto 2019), hay una tendencia al alza desde noviembre 2018, de acuerdo a los resultados de la ENOE.
¿Y esto qué significa? Que los movimientos pequeños muestran una debilidad económica y sí nos afectan, afirmó José Luis de la Cruz Gallegos, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico A.C. (IDIC).
El director general del IDIC agregó que “después de años de niveles más bajos en la tasa de desocupación, la capacidad de la economía formal y de la informal están llegando a su límite, así que la tasa de desocupación podría incrementar con fuerza en los meses siguientes”.
“Si bien la tasa de desocupación no ha llegado a 4% o 5% (lo que hablaría de un entorno más complicado), hay que ver la naturaleza de los que sí están ocupados porque la Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación (TCCO) creció en los últimos meses”, agregó de la Cruz Gallegos.
La TCCO contempla a las personas que están trabajando menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, más las que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que laboran más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos.
Y es que el Inegi reportó que en septiembre 2019 la TCCO fue de 18.9% de la PEA, un incremento de 3.3 puntos porcentuales con respecto a septiembre 2018 (15.6%).
¿Nos afecta?
“Sí, porque las oportunidades son de bajo salario, sin prestaciones y se tiene que trabajar más allá de lo estipulado en ley, más de 48 horas para ganar cuando mucho dos salarios mínimos o algunos aunque quieran trabajar, no encuentran, además varios buscan más de dos empleos para alcanzar a cubrir sus necesidades”, dijo de la Cruz Gallegos.
José Luis de la Cruz mencionó que “ la capacidad de compra disminuye y afecta el bienestar de las familias porque no pueden consumir más allá de lo básico”.
¿Se relaciona con la informalidad?
Si. “La informalidad laboral, está siendo la válvula de escape para vivir, aunque sin pensión, ni prestaciones y con una situación fiscal inadecuada; lo que muestra la falta de oportunidades en México”, declaró de la Cruz Gallegos.
La Tasa de Informalidad Laboral es otro de los indicadores de ocupación y empleo que dio a conocer el Inegi, la cual pasó de 56.3% en septiembre 2018 a 56.6% a septiembre 2019, un aumento de 0.3 puntos porcentuales.
Es decir que poco más de 32 millones de personas se encuentran en la informalidad, considerando que la PEA en el segundo trimestre de 2019 fue de casi 57 millones de personas, lo que probablemente aumente si continúa la tendencia a la alza (como se observa en la gráfica).
¿Cómo solucionarlo?
“Primero se tiene que reconocer que la economía no está creciendo, que la vida de los mexicanos cada vez es más precaria y que aunque busquen dos o tres trabajos no cumplen con las características mínimas de un trabajo digno”, recomendó José Luis de la Cruz.
De la cruz también sugirió que “se tienen que generar trabajos formales con salarios dignos. Hace falta tener un plan integral de inversión productiva con el reto de regresarle la confianza a los empresarios para que inviertan en la economía formal”.
¿Seguirá creciendo la tasa de desocupación? ¿Podrán reducir la informalidad al cierre del año?
