Este 28 de julio Hugo Chávez Frías cumpliría 70 años, y ese mismo día Venezuela irá a las urnas para decidir si Nicolás Maduro continuará en el poder o se romperán 26 años de chavismo.
El clima electoral venezolano está una vez más enrarecido: María Corina Machado, candidata natural de la oposición, está inhabilitada para competir y también “está vetada”. En los medios de comunicación “está prohibido hablar de ella”, explica a Cuestione el periodista venezolano Pedro Pablo Peñaloza.
“La gran pregunta no es quién ganará la elección en Venezuela sino cómo la oposición va lograr competir en estas condiciones”, advierte el comunicador especializado en la fuente política.
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María Corina Machado era la carta fuerte de oposición al chavismo. Con más de 2,000,000 de votos y el 90% de las preferencias electorales en las pasadas elecciones primarias celebradas el 22 de octubre del 2023, Machado enfrentaría a Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de este año. Sin embargo; en una vieja maña conocida por los detractores del gobierno, Machado quedó inhabilitada y no podrá competir.
La salida de María Corina de la contienda electoral y su inhabilitación por 15 años por parte del Tribunal Supremo de Venezuela se basa en acusaciones por la omisión de unos ingresos por concepto de bono de alimentación en una declaración jurada de patrimonio y hacer parte del equipo del candidato Juan Guaidó.
Juan Guaidó se desempeñó como presidente interino de Venezuela desde enero de 2019 hasta 2021 y adquirió reconocimiento internacional luego de que la Asamblea Nacional declarara la usurpación del cargo por parte de Nicolás Maduro, argumentando que las elecciones que lo llevaron al poder en 2018 fueron fraudulentas.
“Ha sido partícipe de la trama de corrupción orquestada por el usurpador Juan Antonio Guaidó, que propició el bloqueo criminal a la República Bolivariana de Venezuela, así como también, el despojo descarado de las empresas y riquezas del pueblo venezolano en el extranjero, con la complicidad de gobiernos corruptos”, se lee en la sentencia contra Machado.
Corina Machado no aparecerá en la boleta electoral en julio próximo, se desconoce si pronto habrá un sucesor para la oposición y si los cuatro meses que restan para la contienda electoral son suficientes para que la oposición se organice contra el oficialismo.
Mientras tanto, Machado recorre Venezuela, realiza actos de campaña, es la líder feroz en contra del gobierno de Nicolás Maduro y al chavismo en general, va en contravía de las políticas autoritarias y represivas del gobierno, así como de la corrupción y la crisis económica que enfrenta el país.
“Es un clima turbio, no es el propio que se da en democracia sino una elección que se da en un régimen autoritario donde no hay garantías, no hay condiciones y por ende el debate no es transparente ni vivo en una etapa como esta”, alerta Pedro Peñaloza.
Los 1,400 inhabilitados del chavismo
Los embates del chavismo contra María Corina Machado para limitar su participación política no son recientes, en realidad comenzaron en el 2014, detalla el diario El País.
En ese año, Machado fue destituida de la Asamblea Nacional bajo acusaciones de “traición a la patria” por su participación en una delegación panameña ante la Asamblea General de la OEA. Posteriormente, en 2015, la Contraloría General de la República la inhabilitó para ocupar cargos públicos por un año, apenas meses antes de las elecciones parlamentarias en las que iba a participar, debido a una sanción administrativa relacionada con una omisión en su declaración jurada de patrimonio.
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Según informes de la ONG Acceso a la Justicia, desde el año 2002, el chavismo ha inhabilitado para ejercer cargos públicos a más de 1.400 ciudadanos en Venezuela, muchos de los cuales son funcionarios públicos.
Esta práctica, denunciada por los críticos al gobierno como una argucia legal para neutralizar a los opositores políticos, muestra el control del chavismo sobre las instituciones del país.
El temor a la oposición
Aunque 50 países del mundo desconocieron a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela en las elecciones del 2018, este año el mandatario cumplirá 12 años en el poder y “una oposición organizada” es la principal amenaza del gobierno, asegura el periodista Vladimir Villegas para la CNN.
“El gobierno teme que la oposición vaya unificada a las elecciones, el gobierno le teme más al voto que a una invasión o cualquier situación que pueda comprometer el orden público, le teme al voto ciudadano”, dice el comunicador.
Vladimir Villegas afirma que el gobierno de Nicolás Maduro espera que María Corina Machado se equivoque, que opte por no participar más y que no promueva una candidatura capaz de aglutinar el descontento pero de acuerdo con el periodista “el descontento es tan grande que va más allá de la votación que pueda tener Machado”.
Lo que no puede existir, destaca Villegas en la entrevista televisiva, es que no se le presente a los venezolanos una opción para derrotar al gobierno electoralmente” porque no hacerlo sería contribuir a la permanencia de Nicolás Maduro”. De reelegirse por un periodo más, Maduro acumularía 18 años consecutivos con la banda presidencial.
Elección “exprés” y la exclusión del voto migrante
El 28 de julio próximo, cerca de 21 millones de venezolanos y venezolanas saldrán a votar y otra de las preocupaciones se centran en la rapidez con la que se ejecutarán estos comicios, calificados como “exprés” debido a que apenas el pasado 5 de marzo el Consejo Electoral de Venezuela anunció la fecha de su realización.
El acuerdo de Barbados firmado entre el gobierno y la oposición en un intento por resolver la crisis política en Venezuela, establece como premisa fundamental la realización de elecciones libres, justas y competitivas. Sin embargo, diversos sectores internacionales y locales han expresado sus dudas sobre si las condiciones actuales en el país permitirán cumplir con este estándar.
“La rapidez con la que se han convocado estas elecciones y el contexto en el que se desarrollarán generan incertidumbre sobre su transparencia y equidad”, señaló María Fernández, analista política de la Universidad Central de Venezuela. “Es crucial que se garantice la participación de todos los actores políticos de manera equitativa y se respeten los principios democráticos fundamentales”.
Uno de los sectores más afectados es el de los millones de inmigrantes que votarían en el exterior donde más de 10 millones de venezolanos están siendo privados de su derecho al voto porque no están inscritos en el padrón, no podrán inscribirse a tiempo o no hay consulados para votar como es el caso de Estados Unidos.
“¿Cómo votarán las personas en los Estados Unidos? No pueden. ¿Cómo? si no hay representación consular. Si no se nos permite tener representación consular en los Estados Unidos de América”, reconoció Jorge Rodríguez, jefe del Parlamento controlado por el chavismo.
“Nosotros jamás, jamás, hemos negado el derecho que las venezolanas y venezolanos tienen al voto. Quien lo niega son los agresores”, declaró Rodríguez, haciendo referencia a las acciones de bloqueo y cercamiento que, según él, han afectado la capacidad del Estado venezolano para desarrollar mecanismos que garanticen el ejercicio del derecho al sufragio de los venezolanos en el exterior.
También mencionó episodios de asaltos a sedes diplomáticas y a diplomáticos venezolanos en varios países como Brasil, Perú, Ecuador, Argentina y Estados Unidos, justificando las dificultades que enfrentan los venezolanos en el extranjero para participar en el proceso electoral.
Mientras que el gobierno de Nicolás Maduro defiende la legalidad y transparencia del proceso electoral venidero, la oposición y numerosos países han expresado reservas y llamamientos para asegurar las condiciones de unas elecciones verdaderamente democráticas.
“Es necesario que se brinde acceso equitativo a los medios de comunicación, se garantice la independencia del poder electoral y se respete la libertad de expresión y de asociación”, afirmó Luis Ramírez, representante de una ONG local de observación electoral. “Estos elementos son fundamentales para asegurar la confianza de la ciudadanía en el proceso electoral”.
