La historia de Marco García, el futbolista de Pumas denunciado por acoso sexual

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El 9 de marzo, día del paro nacional ‘Un Día Sin Nosotras, Ignacio Suárez  ‘El Fantasma’, columnista del diario Récord, publicó un caso oculto de acoso sexual. Los hechos sucedieron en el Club Universidad Nacional. Marco Antonio García, futbolista canterano de Pumas, era el acusado.

En 2017, Marco García, de 17 años en ese entonces, fotografió a  Itzel ´N´ debajo de su falda. Itzel era tutora de los jóvenes que cursaban el programa Bachillerato a Distancia B@UNAM, en las instalaciones de la cantera. Ahí los futbolistas de Pumas continúan sus estudios mientras entrenan.

“El Fantasma” relató que Marco pidió a la profesora que le resolviera una duda. Ella se dirigió hacia él y mientras ella explicaba, él aprovechó para sacar fotos de su ropa interior al introducir su celular debajo de su falda. Cuando ella regresó al escritorio, notó que el jugador empezó a revisar su celular y a reírse de lo que veía en él.

Itzel le pidió el dispositivo y empezó a observar las fotos. Se percató de que eran de ese día. La profesora revisó el celular y encontró más imágenes de ella. En algunas, incluso, se veía la cara de Marco en las fotografías que tomaba de abajo hacia arriba.

La docente salió con el teléfono en la mano y se dirigió a David Patiño Oviedo, en ese tiempo director de fuerzas básicas, para contarle lo que acababa de pasar. 

David Patiño la invitó a tomar asiento y ella le mostró el teléfono. Él lo tomó y vio una a una las fotografías que tenía el celular. El ex director le dijo que le diera tiempo para platicar con José Luis Arce Herrera, vicepresidente deportivo del club. 

Itzel acudió a Irma Manrique, directora de Recursos Humanos, a contarle lo sucedido. Luego, buscaron a Manuel Alcocer, director jurídico, pero no lo encontraron.

La profesora fue con su grupo y luego volvió con Irma. Allí, Manrique, le comunicó a Itzel que la habían obligado a borrar las fotos del celular tras una reunión improvisada. En la plática estuvieron, presuntamente, José Luis Arce Herrera, Manuel Alcocer, Alejandro Ramírez, vicepresidente de operaciones en ese entonces, y Gustavo Martínez, director de Administración y Finanzas.

Mientras tanto, fotografías tomadas en días anteriores a los hechos, ya rondaban en grupos de redes sociales como WhatsApp y Messenger de Facebook. Ese tipo de violencia digital puede castigarse con entre tres y seis años de prisión, de acuerdo con la Ley Olimpia aprobada en la Ciudad de México, en diciembre de 2019 y recientemente aprobada en el resto del país.

Un año y dos meses después, hicieron que Itzel renunciara. La profesora dejó de asistir al club, ubicado en la alcaldía Coyoacán, demarcación que registró 16.1 denuncias por acoso sexual por cada 100 mil mujeres, entre enero y septiembre de 2020.

En ese delito, la alcaldía Cuauhtémoc registró la tasa más alta de denuncias de la CDMX: 61.1 por cada 100 mil mujeres. Denuncias que, por cierto, crecieron en la capital 16% en los primeros nueve meses de 2020, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

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La denuncia legal 

El 27 de octubre de 2020, volvió ‘El Fantasma’ con la actualización del caso. Tras sufrir amenazas telefónicas y en redes sociales, Valentina (como le llamaron de manera anónima inicialmente) desapareció y en su nombre, surgió Itzel ‘N’.

La maestra interpuso una denuncia en contra de Marco Antonio García, David Patiño Oviedo, Luis Eduardo de Buen, Gustavo Martínez, Alejandro Ramírez, Manuel Alcocer y quienes resulten responsables.

Todos ellos fueron acusados por los cargos de abuso sexual, acoso sexual, amenazas, discriminación, violencia digital, encubrimiento por favorecimiento y lo que resulte, agregó Suárez en el escrito.

La denuncia aparece en la carpeta de investigación con el folio: CI-FDS/FDS2/UI-FDS-2-02/00314/04-2020 ECO 3555-2020.

Con fotografías de las actas en las que ella brinda su testimonio, se describe cómo sucedieron los hechos. 

Revictimizaron a Itzel

Los directivos del Club Universidad Nacional no solo encubrieron el hecho, sino que también revictimizaron a la docente.

Después de discutir también con los padres del agresor, ella volvió a solicitar la ayuda del personal de la institución y fue cuando Luis Eduardo de Buen, director deportivo de Pumas Femenil, le respondió:

“Usted tiene la culpa. Si no le gusta lo que le hicieron, usted no debe vestirse así. No se vista tan cachonda”. 

Las autoridades de Pumas siempre velaron por el jugador. Querían que Itzel le otorgara el perdón y listo, esto se lee en el expediente de la denuncia.

Aún con las burlas de los demás jugadores y el recuerdo de tal experiencia, decidieron, un año y dos meses después, despedirla con su correspondiente liquidación luego de laborar desde el 2013 en el puesto. Sin embargo, la institución manejó su salida como una renuncia.   

Tras terminar su relación con los felinos, ella trató de postularse para otro empleo, pero el club daba malas recomendaciones de ella, lo que le impidió trabajar en otro espacio.

Marco se lesionó tres días antes de que saliera a la luz el caso de acoso sexual en el que se le involucraba. El club universitario emitió un comunicado donde dejaban en claro que, en su momento, García ya había sido sancionado.

El castigo que presumían los Pumas era de dos meses de inhabilitación. También dijeron que  no lo habían expulsado porque ella no lo deseó. Por lo tanto, querían que el suceso quedara atrás, dentro de la administración de Rodrigo Ares de Parga, ex presidente del club.

Leopoldo Silva, presidente del patronato del Club Universidad, fue cuestionado sobre el caso en el canal de televisión ESPN. Cuando el periodista José Ramón Fernández citó la publicación de ‘El Fantasma’ Suárez, Silva señaló: “Dicen que dijo, porque ella no se ha manifestado”.

Y es que en la primera publicación de Suárez, el periodista le cambió el nombre a Itzel ‘N’, para reservar su identidad.

El nulo apoyo de las autoridades del club continuó. Los jefes de la directiva pusieron en primer lugar al jugador de la cantera, a quien, probablemente, ya consideraban para primera división.

Aunque Pumas nunca apoyó a Itzel, Irma Manrique sí lo hizo. De hecho, Manrique es la testigo clave que dio fe de lo ocurrido, mientras que Pumas ocultó todo, hasta la publicación de Suárez.

A ocho meses de lo sucedido, Marcó sigue sin aparecer en el campo, pero no por el caso por el que fue acusado, sino porque se recupera de una lesión por rotura en los ligamentos de la rodilla izquierda. El canterano no aparece activo en ninguna de las categorías del cuadro felino en la página oficial de la Liga MX ni en la de Pumas.

Con este tipo de hechos, ¿qué validez pudo tener el proyectar, durante la transmisión de un partido, frases como “Pumas por la igualdad de género” y “Sin mujeres, no hay Pumas”, en el marco del Día Internacional de la Mujer? 

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¿Quién es Marco García?

Marco García lucía como una promesa de la cantera de Pumas. Una joya del nuevo ADN Puma, proyecto propuesto por Rodrigo Ares de Parga, ex presidente del club, para volver a posicionar a jugadores de las fuerzas básicas en el primer equipo. 

El canterano debutó a los 19 años, a una semana de cumplir los 20. Su primer juego fue de ensueño en enero de este año; ingresó al minuto 69, por cambio de Juan Pablo Vigón, y al 70 ya había anotado su primer gol en el máximo circuito. Él hizo el 2 a 0 contra Pachuca en el Olímpico Universitario, en la jornada 1 de la temporada pasada.

Marco jugó siete partidos más con Pumas en la liga y otros dos en copa. Sumó, en total, 627 minutos hasta su último juego contra América, donde salió lesionado el 6 de marzo.

Mientras tanto, Itzel sigue sin encontrar trabajo, ni justicia. 

Por Samantha González y Shelma Cerrillo

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