La población palestina en Gaza está cada vez más cerca de atravesar una hambruna por la falta de alimentos que hay en medio del conflicto. Más de 2,000,000 de personas en la franja enfrentan una crisis de inseguridad alimentaria, según datos del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas. Es decir que con las personas que están pasando hambre en Gaza podría llenarse 10 veces el Zócalo de la Ciudad de México.
Conforme se ha ido intensificando el conflicto, también lo ha hecho la crisis humanitaria en la Franja de Gaza y se espera que esto continúe, de ser así para febrero el total de la población enfrentará cuando menos una situación de crisis alimentaria y más de un cuarto vivirá en un estado catastrófico de hambre.
A todos los heridos por explosiones, armas y derrumbes se le suma el creciente número de niños y adultos que llegan a los hospitales con problemas de malnutrición, declaró el Profesor Nick Maynard, cirujano del Hospital de la Universidad de Oxford. Un cese al fuego es indispensable para detener la trayectoria de la crisis y evitar una hambruna en el territorio.
¿Parte de la estrategia?
Entre el 7 de octubre y el 3 de enero, por lo menos 22,313 palestinos han sido asesinados en Gaza, según su ministerio de salud; el 70% de estos son mujeres y niños.
Te puede interesar: La guerra entre Israel y Hamás pone a prueba el derecho internacional
La guerra que comenzó tras los ataques de Hamas a la población israelí ha devastado completamente la franja de Gaza. Expertos han llamado a esta guerra un “genocidio en proceso” y a Gaza un “cementerio de niños”. Incluso Sudáfrica interpuso una demanda a Israel ante la Corte Internacional de Justicia por actos de genocidio en contra de los palestinos. Pero los bombardeos y ataques son tan solo una parte de la estrategia de combate.
Desde un inicio Israel cortó el flujo de agua, comida y combustible a Gaza, algo que ha afectado desproporcionadamente a la población civil y ha sido denunciado como crímen de guerra.
La escasez de comida en Gaza y el riesgo de una hambruna han sido señalados como parte de la estrategia de Israel en contra del pueblo palestino. “Las fuerzas israelíes bloquean de manera deliberada el suministro de agua, alimentos y combustible, al tiempo que obstaculizan de forma intencional la asistencia humanitaria, presuntamente arrasan zonas agrícolas y privan a la población civil de bienes indispensables para la supervivencia”, explicó la organización Human Rights Watch.
La organización cita el Estatuto de Roma para denunciar la ilegalidad de los actos de Israel. “Hacer padecer hambre a la población civil de manera deliberada ‘privándola de los objetos indispensables para su supervivencia, incluido el hecho de obstaculizar intencionalmente los suministros de socorro’ es un crimen de guerra”, explican.
Una situación alarmante
El gobierno israelí asegura que contrario a esta narrativa, ellos mismo son quienes se han encargado de proveer ayuda humanitaria a Gaza. Sin embargo, el mismo Secretario General de las Naciones Unidas ha dicho que la ofensiva de Israel ha impedido que la ayuda alcance a la población, sobre todo en el norte de Gaza.
Te puede interesar: El “apartheid” israelí o cómo salir impune de crímenes de guerra cuando Estados Unidos está de tu lado
El índice del Programa Mundial de Alimentos para medir la inseguridad alimentaria es una escala de cinco que delimita las fases de una hambruna. La primera fase es la de escasez mínima; la fase dos –la fase de estrés– se refiere al momento en el que los hogares dejan de tener acceso a algunos productos básicos; en la fase tres –la de crisis– los hogares caen en ocasiones por debajo del consumo mínimo de alimentos necesario y comienza a haber malnutrición.
La fase cuatro –la fase de emergencia– a la malnutrición y la falta de alimentos se le suma un aumento en la mortalidad y la liquidación de bienes para conseguir comida. La quinta y última fase –la catastrófica– es cuando ya se considera que una población está atravesando una hambruna. Llegar a esto apunta a altos niveles de malnutrición y mortalidad, así mismo al hecho de que los hogares ya agotaron todos sus medios para conseguir alimentos.
En la zona norte de Gaza, donde se concentró principalmente el ataque israelí por los primeros meses, el 25% de la población –más de medio millón de personas– se encuentra en la fase cinco del índice de inseguridad alimentaria. El 40% está en la fase de emergencia, el 30% atraviesa una crisis y el 5% está en la fase de estrés. Israel ha declarado que en esta zona ya acabaron con Hamas, por lo que los ataques disminuirán, pero no hay evidencia de esto todavía.
Nadie en Gaza está fuera de riesgo de hambruna y la mayoría de la población se encuentra entre la fase tres y la fase cinco de hambruna. El Programa Mundial de Alimentos y las Naciones Unidas prevén que si el conflicto no se detiene una hambruna será inevitable dadas las condiciones.
Te puede interesar: Conflicto de Israel y Palestina: ¿quién gana y quién pierde?
Estas historias no son solo sobre números, son millones de personas cuyas vidas y familias han sido completamente destrozadas. “No podemos quedarnos de brazos cruzados y ver cómo la gente muere de hambre (…) lo que se necesita ahora es paz. El PMA reitera el llamado a un alto el fuego humanitario: el mundo debe unirse ahora para salvar vidas”, dijo la directora ejecutiva del PMA Cindy McCain.
