En medio de un preocupante aumento en las muertes por armas de fuego entre niños y adolescentes en Estados Unidos, el reciente veredicto de culpabilidad de homicidio contra la madre de un tirador adolescente en un caso de tiroteo escolar dejó reflexiones profundas sobre la responsabilidad parental y la necesidad de medidas preventivas más efectivas.
Jimena Sigüenza, trabajadora del consulado de México en Chicago y experta en prevención de la Violencia Escolar, nos comentó en entrevista con Cuestione que los tiroteos escolares surgen de una intersección compleja de factores individuales, familiares y sociales.
Esta sentencia marca un momento histórico en el sistema judicial estadounidense, al establecer un nuevo precedente en casos de tiroteos escolares.
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La historia detrás
El caso en cuestión involucra a Jennifer Crumbley, quien fue condenada por cargos de homicidio involuntario después de que su hijo, Ethan Crumbley (de entonces 15 años), realizara un tiroteo en la escuela secundaria Oxford en Michigan en 2021.
El tiroteo resultó en la muerte de cuatro estudiantes y dejó a siete más heridos. Ethan se declaró culpable y fue sentenciado a cadena perpetua. Posteriormente, se descubrió que había llevado a cabo el tiroteo utilizando un arma de fuego que sus padres le habían regalado como un regalo de Navidad.
En el caso de la mamá, los fiscales argumentaron que la negligencia de los padres al permitir que Ethan tuviera acceso a armas de fuego y al no buscar ayuda para abordar los problemas de salud mental de su hijo contribuyó significativamente a la tragedia, lo que plantea interrogantes sobre el papel de los padres en la prevención de tales eventos.
Los fiscales sostuvieron que los padres tenían el deber legal de prevenir que su hijo causara daño a otros y que, al no hacerlo, eran responsables de las muertes ocurridas en el tiroteo escolar.
Las causas de los tiroteos
Según Sigüenza, cuando se habla de tiroteos escolares, es crucial abordar no solo la disponibilidad de armas de fuego, sino también los desafíos de salud mental, el acoso escolar y la cultura de la violencia.
Las causas de los tiroteos escolares documentadas en investigaciones y trabajos académicos incluyen:
1. Problemas de salud mental
2. Experiencias traumáticas
3. Acceso a armas de fuego
4. Factores sociales y culturales
5. Problemas en el entorno escolar
“La prevención temprana y la intervención temprana son fundamentales para abordar las señales de alerta y evitar tragedias” argumentó Sigüenza.
Negación un problema de los padres de familia
Al preguntarle a la especialista sobre las medidas que está tomando el gobierno para abordar este tema comentó que implementaron programas de entrenamiento y simulacros de seguridad. Además de que en las escuelas pueden enseñar a estudiantes, maestros y personal administrativo sobre cómo reconocer las señales de peligro, tomar medidas de seguridad y responder de manera efectiva en caso de emergencia.
Sin embargo, la especialista comentó que cuando comenzaron a hacer los simulacros y talleres de primeros auxilios psicológicos en la ciudad de Chicago, padres de familia estaban en contra.
Entre las razones mencionaron el potencial impacto emocional que estos ejercicios podrían tener en sus hijos. Para ellos la idea de exponerlos a escenarios simulados de violencia suscita temor, ansiedad y estrés emocional en ellos. Además, surgieron dudas acerca de la efectividad de estos ejercicios para preparar adecuadamente a los estudiantes ante situaciones reales de peligro.
Sin embargo, según la especialista, estas percepciones se originan tanto en la negación del riesgo que enfrentan las niñas y niños dentro de las escuelas como en la falta de información sobre la magnitud del problema.
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Ignorar la gravedad del problema
El preocupante aumento de muertes por armas de fuego entre niños y adolescentes en Estados Unidos ha generado una alarma nacional. Según datos del Centro Nacional para Estadísticas de Educación (NCES), en el año escolar 2018-2019, un 4% de los estudiantes de secundaria en Estados Unidos informaron llevar un arma de fuego en el mes anterior al momento de la encuesta.
Un análisis citado en el New York Times revela que la tasa de mortalidad por armas de fuego entre menores de 18 años aumentó dramáticamente: un 87% de 2011 a 2021, convirtiéndose en la principal causa de muerte accidental en este sector.
En 2021, más de 2,590 niños y adolescentes perdieron la vida a causa de lesiones de armas de fuego, comparado con 1,311 en 2011. Según Sigüenza, así como es crucial abordar la disponibilidad de armas de fuego, los desafíos de salud mental, el acoso escolar y la cultura de la violencia en nuestra sociedad también es importante dónde queda la responsabilidad de la industria bélica.
Los defensores de la seguridad infantil resaltan la importancia del almacenamiento seguro de armas de fuego, señalando que más de 4.5 millones de niños viven en hogares donde al menos una arma está cargada y no está asegurada. Estos activistas abogan por medidas como leyes de almacenamiento seguro de armas y disposiciones que permitan a las fuerzas del orden público retirar armas de personas en crisis para ayudar a prevenir suicidios y accidentes.
En contraste, la industria de las armas enfatiza su compromiso con el almacenamiento seguro de armas. Sin embargo, no respalda mandatos para introducir características de seguridad adicionales en las armas, como el bloqueo del gatillo que requiere identificación de huellas dactilares. Además, la industria no está llevando a cabo investigaciones sobre cómo hacer las armas más seguras.
