El más reciente Premio Nobel mexicano, el ingeniero químico Mario Molina, quien murió apenas el 7 de octubre de 2020, manifestó en sus últimas entrevistas preocupación por la política energética mexicana, la cual no combate al cambio climático.
“Me preocupa muchísimo porque tenemos una política energética totalmente equivocada. Desde el punto de vista del cambio climático, debemos abandonar los combustibles fósiles”, dijo en la última entrevista que dio para un medio mexicano.
En este sentido, desde mayo de este año, señaló su preocupación porque México estaba incumpliendo el Acuerdo de París por el cual, nuestro país se había comprometido a tomar acciones contra el cambio climático.
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“No podemos regresar al siglo pasado, además con la crisis que ha habido con el petróleo, vamos a tener unos problemas muy serios, eso sí es algo altamente preocupante”, dijo Molina en entrevista con Carlos Loret de Mola.
Lejos del Acuerdo de París
El 12 de diciembre de 2015, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en París, los países miembros de esa organización firmaron un acuerdo “para combatir el cambio climático y acelerar e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono”.
Su objetivo es “reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático” con acciones que evitan que la temperatura del planeta suba y provoque “olas de calor, sequías, incendios, ciclones o inundaciones” cada vez más frecuentes y perjudiciales para las comunidades más pobres.
Para el economista Alejandro Montúfar Helú, director general de la consultora PETROIntelligence, es cierto que México sí estaba avanzando con el cumplimiento del Acuerdo de París, pero ahora parece alejarse de este compromiso que adquirió con la comunidad internacional.
“La Secretaría de Energía es la que va fijando las metas año con año, para llegar a la meta pactada. La estrategia del gobierno federal es llegar a estas metas a través de la Comisión Federal de Electricidad, de generar energía cada vez más limpia”, dijo.
Y el experto agregó que estos avances que tendría que haber en la CFE hacia la generación de energías limpias, no están muy claros.
Además, para el experto, debido a la crisis económica por la COVID-19 y a pesar del trabajo de la Secretaría de Hacienda para sanear las finanzas públicas, al menos por este año no contamos con los recursos necesarios para empujar el tema de las energías limpias.
En cuanto a la iniciativa privada, la política regulatoria del país que busca rescatar a la Comisión Federal de Electricidad, tiene detenidos varios proyectos de energías renovables.
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Problemas serios
De acuerdo con Mario Molina, si México continúa con esta política energética de no impulsar la generación de energía renovable, nos podríamos enfrentar a “problemas muy serios”, ya que la emergencia climática tardará años en salir de los países que no tomen acciones ahora.
“Vamos a tener impactos muy serios en nuestra sociedad, grandes migraciones, porque la gente ya no podrá vivir en cualquier parte del planeta”, dijo.
Además, también podría haber consecuencias económicas según el Premio Nobel porque “sacar petróleo ya no es negocio”.
“Regresar al siglo pasado es otro error grave. Por años, México dependió de los recursos que tenía de la venta del petróleo, pero ahora lo estamos importando. Hay cierta cantidad de hidrocarburos que nos conviene si pudiéramos sacarla, pero no hay que invertir en refinación”, señaló Molina.
La economista Aleithya Morales publicó en el portal Animal Político que “fomentar políticas energéticas sin contemplar sus efectos (en el medio ambiente) puede tener un costo alto para las próximas generaciones”, pero se deben contemplar varios factores.
La sustitución de las fuentes de energía “requiere políticas públicas que promuevan la inversión, adopción, y consumo de energía, entre otros factores.
Este conjunto de políticas complementarias es clave para combatir las fallas de mercado y fortalecer a los nacientes nichos de tecnologías”, escribió Morales.
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El panorama
Para Montúfar Helú, el triunfo de Joe Biden en Estados Unidos podría modificar la política energética de México, al menos en cuanto a lo que se comprometió al firmar el Acuerdo de París.
“Es muy sabido que es alguien que le está apostando mucho a volver a darle empuje a estos acuerdos para combatir el cambio climático, y también parece ser alguien más institucional, que sí le va a dar peso al cumplimiento de los tratados”, dijo el experto.
Y concluyó que el gobierno federal tendrá que sentarse a negociar con Joe Biden porque hay acciones necesarias para cumplir el Acuerdo de París que están contempladas en el T-MEC, “se va a tener que negociar y se va a tener que ceder algunas cosas, porque Biden sí le está dando prioridad a ese tema”.
¿Cambiará la política energética de México? ¿O el país se alejará del Acuerdo de París y no será parte del combate contra el cambio climático?
