Autodefensas: el riesgo de que se conviertan en lo que buscaban combatir

Compartir:

Los grupos de autodefensa surgen cuando a la población ya no le queda de otra más que defenderse a sí misma, sin embargo, al analizar los casos alrededor del mundo, la mayoría de las veces se convierten en aquello que buscaban eliminar, de acuerdo con el especialista en temas de seguridad Víctor Sánchez Valdés.

Y puso como ejemplo el caso de los Bakassi Boys en Nigeria de los años 80, un grupo de comerciantes hartos de los robos en la ciudad de Aba que decidieron tomar las armas y hacer justicia por su propia mano.

Sin embargo, después de años de “éxito” con disminución de delitos, el grupo se expandió a otras ciudades y comenzaron a tomar tal poder, con el apoyo de los gobernantes locales, lo que provocó que ninguna autoridad evitara las violaciones a los derechos humanos que cometieron.

Te recomendamos: Cuando las autodefensas se salen de control como en Colombia, ¿se repite la historia en México?

Además, de acuerdo con el experto, aunque los grupos de autodefensa surgen para resolver un problema que no pudo resolver el gobierno, después se quedan en las ciudades y se corrompen para buscar fuentes de financiamiento.

“Los grupos de autodefensa tarde o temprano terminan convirtiéndose en entes generadores de violencia”, explicó Sánchez Valdés, ya que surgen fuera de un marco legal y entonces sus vías de financiamiento no pueden darse dentro de la ley.  

Y agregó que este dinero a veces proviene de poderes fácticos, como por ejemplo en Colombia, donde ganaderos y mineros hacían sus propios grupos de autodefensa, o en algunas regiones del norte de África donde las compañías petroleras ponen los recursos.

Pero en ocasiones no existen estas fuentes de financiamiento y a los grupos de autodefensa no les queda de otra más que escoger actividades ilegales para obtener armas, gasolina y otras herramientas para seguir patrullando.

Tal vez te interese: Hay siete tipos de cuerpos policiales en México (y ni con eso alcanza)

Experiencia internacional

Sánchez Valdés, doctor en Políticas Públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas, opina que la experiencia internacional en temas de autodefensa ha sido regularmente muy mala. 

Está el caso de los escuadrones de la muerte en Davao, Filipinas, que surgieron para eliminar a criminales pero se les ha encontrado responsables de más de 3,600 asesinatos.

El experto también mencionó el caso de autodefensas unidas de Colombia, los cuales nacieron para defender a la población contra las guerrillas pero que luego se convirtieron en los mayores exportadores de cocaína cuando los grupos ganaderos y agricultores dejaron de financiarlos.

Otro riesgo que menciona Sánchez Valdés es que los grupos de autodefensa tarde o temprano intervienen en la política. Como los antes mencionados Bakassi Boys que ayudaron al Partido Democrático Popular de Nigeria a ganar elecciones mientras tenían permitido vulnerar los derechos humanos en sus operaciones.

Esto último también ha ocurrido en otras partes del mundo, como en las mencionadas autodefensas en Colombia y con los escuadrones de la muerte de Filipinas y sus vínculos políticos con el alcalde de Davao, Rodrigo Duterte

Para el experto, todos estos ejemplos muestran que es un error permitir que los grupos de autodefensas operen a sus anchas, porque a pesar de que parece que ayudan a la ciudadanía y que combaten al crimen, no hay que perder de vista que están fuera de la ley.

Esto, en casi todas partes del mundo, se traduce en que la violencia se reduce por un tiempo pero después aumentan no solo los asesinatos sino torturas y otras violaciones de derechos humanos, junto con el tráfico de drogas y otras actividades ilegales.

Seguramente te interesa: Autodefensas muestran a un Estado con autoridades débiles ante los ojos del mundo

Dejar las armas

“No alcanzo a ver un solo caso completo en donde haya habido grupos de autodefensa que luego se reencauzaran”, dijo el experto.

En Colombia han vivido varias experiencias de grupos de autodefensa a los que les ofrecieron desmovilizarse. Entregaron las armas a cambio de que se les condonaran las penas pero, de acuerdo con Sánchez Valdés, muchos de ellos volvieron a delinquir.

“Un buen porcentaje de quienes se desmovilizaron, volvieron a los pocos meses a las armas. Luego se vio que había muchas violaciones a derechos humanos por quienes sí habían sido indultados”, dijo. 

Así las cosas, para el especialista no puede hablarse de procesos completos de desmovilizaciones, donde los autodefensas dejan las armas y vuelven a ser parte de la comunidad civil. “Ni en Colombia o El Salvador, ni en Perú, Camerún, Nigeria, Sudáfrica o Filipinas”.

Y concluyó que “la forma de propiciar la desmovilización es entonces aplicar la ley. Si hay autodefensas, hay que arrestarlos. Pero es importante ver que eso no resuelve un problema subyacente pues surgieron porque había impunidad. Se debe aplicar la ley también con el crimen organizado, sino la tarea está incompleta”.

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.