La pandemia “vino a cambiar todo” en la atención al cáncer de mama. Usando la crisis como pretexto, se disminuyó el diagnóstico oportuno y las mastografías o se retrasaron los tratamientos, además que hubo sobresaturación y reconversión de hospitales, afirmó Felipe Villegas, director médico de Fundación de Cáncer de Mama (Fucam).
En México, en 2020, murieron 7,821 mujeres por cáncer de mama, según las cifras preliminares que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), por el Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama que se conmemora este 19 de octubre.
“Durante la pandemia la paciente no acudió al hospital por recomendación y por miedo (de infección a la COVID-19), por lo que se disminuyó el diagnóstico oportuno. Se dejaron de hacer mastografías de detección”, puntualizó el médico de Fucam para Aristegui Noticias.
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Además, dijo, como el año pasado hubo reconversión hospitalaria, con la que los hospitales que atienden cáncer de mama se convirtieron para atender únicamente a pacientes de COVID-19, se registró “sobresaturación hospitalaria y para las pacientes que ya tenían un diagnóstico de cáncer de mama también se retrasó su tratamiento o hubo tratamientos incompletos”.
La Secretaría de Salud confirmó que el año pasado debido a la pandemia por la COVID-19 disminuyó 40% la exploración clínica de las mamas que realiza el personal capacitado, y la mastografía de tamizaje y diagnóstico se redujo 50% a nivel nacional en su unidades médicas, como lo reporta Animal político en esta nota.
En México, el 13% de los casos de cáncer de mama se presenta en mujeres antes de cumplir los 40 años de edad. El promedio de edad en México es de 52 años, mientras que en Estados Unidos y Europa es de 62 años de edad, señaló el médico de Fucam.
Este año, octubre como el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama está enfocado a las mujeres jóvenes “porque en México el cáncer de mama lo padecen mujeres jóvenes”, dijo el médico.
La edad promedio es 10 años antes que en otros países, por ello la meta es que “todas las mujeres sepan que les puede dar cáncer y tienen que estar al pendiente de esto”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que este tipo de cáncer es el más común en el mundo. Cada año se registran 685 mil defunciones por cáncer de mama. Además, es la principal causa de muerte en mujeres entre las muertes registradas por tumores malignos.
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En México también representa la primera causa de muerte por cáncer en mujeres, ya que equivale a 17% del total de defunciones por tumores malignos.
En 2020, 16% de las mujeres con 20 años y más fallecidas por tumores malignos, no tenían seguridad social. De las que sí estaban registradas, 58% estaban afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y 20% al Seguro Popular, según el INEGI.
El escenario para la detección a tiempo del cáncer de mama es preocupante en el país. Como lo destacó el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) en los últimos años, el número de muertes causadas por esta enfermedad ha aumentado de forma alarmante, principalmente, por el retraso en el inicio del tratamiento.
“Ya sea por la tardanza en la búsqueda de atención médica luego de que una mujer presenta un posible síntoma de cáncer de mama o por la demora en el sistema de salud, particularmente al dar el diagnóstico definitivo”, de acuerdo con el INSP.
A pesar de estas cifras, en el último año, el gobierno federal recortó 53% el monto destinado a prevención y control del cáncer de mama y cervicouterino.
Para este año, el proyecto de presupuesto 2021 enviado por el gobierno federal prevé 26% menos dinero para atender el cáncer de mama. “Los recursos para atender cáncer de mama disminuyen una cuarta parte, esto es igual 342 millones de pesos”, declaró la diputada Ana Lilia Herrera.
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Y en 2019 no se asignaron recursos al programa “Modelo de Atención Integral para Pacientes con Cáncer Cérvico Uterino Localmente Avanzado” (Micaela), que atendía a 480 mujeres con el padecimiento avanzado y sin seguridad social de varios estados del país.
Ese mismo año, fue eliminado el Programa de Atención Integral del Cáncer de Mama (PAICMA) impulsado desde 2004 por el Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México, en coordinación con la Secretaría de Salud capitalina.
Pese a este escenario y las barreras existentes en el acceso a la atención de la salud que han provocado una disminución de la efectividad de las estrategias de prevención implementadas, la pieza central para el control del cáncer de mama sigue siendo la detección temprana, como lo indica el Instituto Nacional de Salud Pública.
Para lograr un diagnóstico temprano es importante realizar:
- La autoexploración de las mamas a partir de los 20 años, al menos una vez al mes.
- Realizar mastografías cada dos años en mujeres mayores de 40 años.
- Realizar mastografías en mujeres menores de 50 años con antecedentes familiares de cáncer de mama.
