La clase media no va a desaparecer, lo que vemos es su declive. Esto de acuerdo con algunos indicadores revisados durante el último año por dos investigadores y catedráticos de la Universidad La Salle, que revelan que los recursos de los que antes disponían disminuyeron, lo que llevó a modificar sus patrones de consumo y por lo tanto su calidad de vida.
“¿Cuáles son estos patrones? El ingreso, la calidad de vida, el acceso a bienes, el acceso a recursos (créditos) y la posibilidad de movilidad social”, nos dijo Felipe Gaytán, investigador y académico de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad La Salle.
Para el doctor Luis Antonio Andrade Rosas, investigador de la Facultad de Negocios en la Universidad La Salle, los efectos que la pandemia de la COVID-19 tuvo en la economía han sido tan devastadores como la falta de políticas públicas dirigidas a su apoyo.
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“El gran desempleo que vino de ella, el cierre de empresas, los recortes y ajustes de salarios, más el aumento en los impuestos a ciertos productos y servicios que más consume la clase media en México, como internet y telefonía móvil, han contribuido al descenso de sus aspiraciones”, nos explicó Andrade Rosas.
La parte de las aspiraciones es una característica muy importante de esta clase en México. De acuerdo con Felipe Gaytán esta cualidad se basaba en la posibilidad de acceder a mejores puestos de trabajo, mejores lugares para vivir, a mejores escuelas y mejores universidades.
“Podríamos decir que la pandemia vino a recortar todo este tema de los beneficios o las posibilidades que tenía esta clase media y las volvió vulnerables. ¿En qué sentido? en que limitó su capacidad para poder ser resilientes y poder responder a estos retos”, dijo.
De acuerdo con los investigadores, a esta condición global se agrega el esquema que ha planteado el gobierno federal con la estigmatización de la clase media.
“No es una declaración, es más un actuar político e ideológico desde el gobierno”, nos señaló Felipe Gaytán.
Primero los pobres
Desde su campaña para ganar la presidencia, el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador lanzó una de las frases que acompañaría su forma de gobierno hasta la actualidad, “primero los pobres”.
Así, uno de sus principales objetivos sería impulsar los programas sociales dirigidos a los sectores más vulnerables de la población.
“Si te fijas, la campaña de “primero los pobres” era también la de la clase media es aspiracionista y se va a valer con sus propios recursos. Esta idea de clase media que parece más bien una amenaza, en términos de que no quiere la equidad, sino que es individualista y egoísta”, detalló Gaytán.
El académico explicó que todo lo hecho por el gobierno federal está dirigido a programas asistencialistas, sobre todo a grupos vulnerables, pero no para que escalen socialmente, sino para mantener su situación y que al menos tengan un modo de supervivencia.
Al respecto, Luis Andrade dice que esta dinámica hizo que la clase media tuviera que resolver con sus propios recursos sus necesidades.
“Entonces, lo que vamos a ver será una clase media pauperizada, más hacia abajo y menos hacia arriba y esto se puede notar a la falta de acceso a bienes y también a la aspiración, la aspiración que ya está más dada en términos de sobrevivir que de crecer”, agregó Felipe Gaytán.
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Menos capacidad de compra
Al revisar los indicadores antes mencionados, como el ingreso, la calidad de vida, el acceso a bienes, a recursos y, por ende, la posibilidad de movilidad social, los investigadores calculan que el poder adquisitivo de la clase media en México ha descendido alrededor de 30%.
Esto también puede verse con la contracción del mercado inmobiliario, la cual comenzó desde mediados de 2018, de acuerdo con el portal de noticias financieras Expansión. En este ha aumentado la oferta, pero no la demanda. Tanto para renta, como para venta, aclara Felipe Gaytán.
Otro de estos indicadores, es el de los créditos. La pandemia provocada por la COVID-19 hizo que los créditos personales aumentaran, sin embargo, los créditos para adquirir bienes inmuebles y automóviles, descendieron.
De acuerdo con el Banco de México, en 2020 se otorgaron 14.8 millones de créditos personales, debido a que era una urgencia solventar los gastos diarios de las familias de clase media.
Los investigadores de La Salle agregaron que estas ayudas aumentaron entre un 15 y 20%. Además, a esto hay que agregar los préstamos que dan las Afores, los fondos de ahorro para el retiro, que también tuvieron un aumento mayor al 100% en el mes de junio, de acuerdo con el periódico El Economista.
Los viajes también están parados, afirmaron los investigadores, ya que hay una gran variedad de oferta, pero no de demanda.
“Sólo están saliendo adelante gracias a las redes de apoyos solidarios”, explicó Felipe Gaytán. Dichos préstamos son los realizados por la familia extendida y amigos.
¿Saldrá la clase media de esta crisis?
