En diciembre del año pasado, un camión que transportaba a 166 personas hacia Veracruz se volcó en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 55 murieron y 150 quedaron heridas. La mayoría venía de Guatemala y buscaban burlar a la Guardia Nacional en la frontera sur del país, ya sea para continuar el viaje hacia el norte o para establecerse en la Ciudad de México.
Mientras que los migrantes arriesgan su vida para escapar de una Guardia Nacional que viola sus derechos humanos y cuyo presupuesto aumentó 69.8% este año, el presupuesto para atender a las poblaciones migrantes tuvo un aumento de 1,000,000 de pesos, es decir solo 5% más que el año pasado, a pesar de que el flujo migratorio entre enero a marzo de de este año aumentó más del 93% con respecto al mismo periodo del año pasado.
Como muestra la siguiente gráfica, en promedio, el número de migrantes que ingresan a territorio nacional y continúan el viaje hacia los Estados Unidos es de 25%. Esto quiere decir, además, que tres cuartas partes de los migrantes que ingresan a México, permanecen en el país.
De enero a marzo de este año se emitieron únicamente 23,509 Tarjetas de Visitante por Razones Humanitarias. Este documento permite a los migrantes transitar el territorio sin ser deportados y trabajar. El resto de la población migrante depende de los servicios que ofrecen el gobierno, las organizaciones de la sociedad civil y las organizaciones internacionales para poder sobrevivir.
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México integra el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que tiene como objetivo reducir los riesgos a los que se enfrenta la población migrante. Esto significa que el Estado tiene la obligación de respetar y proteger sus derechos humanos, además de garantizar una migración segura.
Presupuesto para atención a migrantes
Como se puede ver en la gráfica siguiente, a pesar del crecimiento que han tenido los flujos migratorios hacia nuestro país el presupuesto para atención a migrantes se mantiene casi estático. El aumento de poblaciones migrantes se ha mantenido a la alta, con excepción del 2020, como resultado de la pandemia por COVID-19.
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El monto que se asigna en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) a la atención migratoria año con año únicamente cubre los procesos necesarios para realizar las funciones de la administración pública.
Sin embargo, como señala la organización de la sociedad civil Fundar, que busca incidir en las políticas públicas a partir de la generación de conocimiento especializado, el INAMI además genera ingresos a partir de los trámites migratorios que realizan. El problema de estos ingresos es que no son de libre acceso, lo cual los vuelve opacos.
De acuerdo al estudio de Fundar, el INAMI destina recursos para atender a la población migrante en tres rubros: 1) programas de protección a migrantes 2) Atención médica, alimentos e información 3) Mantenimiento de las estaciones migratorias y para realizar retornos asistidos.
La organización señala que el presupuesto que se autoriza a través del PEF es insuficiente para garantizar el funcionamiento del INAMI y, por lo tanto, asegurar la correcta atención de poblaciones migrantes.
Por su parte, la organización defensora de los derechos de personas refugiadas, Asylum Access México, realizó una solicitud de información para conocer el gasto del INAMI en estaciones migrantes. De acuerdo a los datos proporcionados, se destinan recursos para alimentos, medicamentos, suministros médicos y traslados.
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Lo más relevante es que el gasto en las estaciones migratorias se redujo más de la mitad en tan sólo un año. Según testimonios de migrantes detenidos en Tlaxcala, en esos centros de detención viven “en condiciones de hacinamiento, compartiendo a veces la misma colchoneta y con sábanas y cobijas sucias”.
Ante este panorama se tuvieron que desviar recursos durante el 2019 que ya estaban destinados a un fin diferente. Se usaron 60,000,000 de pesos del Fondo México, un fideicomiso de cooperación internacional, para pagar el mantenimiento de 15 estaciones migratorias.
Dicho Fondo se utilizaba para realizar obras de infraestructura en el extranjero, sin embargo una auditoría reveló que en el mismo año únicamente se utilizaron recursos para atender la crisis migratoria.
¿Qué atención a migrantes brinda México?
En lo que va del sexenio, la mayoría del presupuesto destinado a la atención de migrantes se utiliza para política y servicios migratorios. Entre las tareas que se realizan en este rubro se encuentra definir la política migratoria y llevar a cabo trámites migratorios.
El 100% de este presupuesto está destinado al pago de sueldos y prestaciones del personal del Instituto Nacional de Migración, la Coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur y la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.
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En segundo lugar, el presupuesto se utiliza para la atención a migrantes, esto incluye los salarios del personal y servicios materiales requeridos para llevar a cabo esta tarea.
En tercer lugar, se encuentra el presupuesto de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), cuya misión es atender las necesidades de los refugiados a través de programas sociales. El presupuesto de la COMAR ha aumentado 62% con respecto al año anterior, después de que las solicitudes de refugio se duplicaran
Un monto menor se dirigió a la protección de derechos humanos y a la investigación de delitos relacionados con las poblaciones migrantes a partir del año pasado. El presupuesto para la protección de derechos humanos en 2022 es del 2%, considerando que de los 111 expedientes de quejas hacia la Guardia Nacional por violación de derechos humanos, 23 han sido contra migrantes.
Aunque los datos son escasos, el presupuesto permite estimar que el gobierno actual cada vez se ocupa menos de darles un trato digno a las poblaciones migrantes y más por expulsarlas del país.
Por un lado, es necesario contar con más transparencia en el gasto del INAMI, por el otro, todas las instancias que se encargan de la protección a migrantes deben de poder acceder a un presupuesto programable que les permita realmente velar por sus derechos humanos.
