Una solución para la democracia mexicana: voltear a ver las de Bélgica, Holanda o Suiza

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La democracia mexicana es joven, es decir, no ha madurado el modelo híbrido que tiene entre una democracia mayoritaria y una democracia de consenso. Lo que puede ayudarla a dar este paso es, de acuerdo con los expertos que consultamos, respetar las leyes y las instituciones que ya tiene, así como agregar algunos elementos que son aplicados en otros países.

“Para lograr la consolidación democrática -la madurez del sistema de gobierno-, nuestro país puede introducir elementos que aplican otros países. Por ejemplo, México puede aprender mucho del modelo de democracia consociativa, que es el sistema vigente en Bélgica, Holanda y Suiza”, dijo Francisco Javier Jiménez Ruiz, politólogo y académico de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM.

El consociativismo es un modelo democrático que ayuda a lidiar con conflictos étnicos y territoriales, sin integrar, sólo administrando a dichos grupos. Esta estructura busca crear acuerdos entre élites conflictivas y otorga autonomía regional, así como representatividad para grupos minoritarios ante el gobierno central.

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Esto permite que, sin importar las mayorías aplastantes de la democracia, todos estén representados, junto con sus intereses, ante el gobierno.

“En las democracias de consenso hay más posibilidad de que las minorías tengan algo de poder, son más difíciles de gobernar, pero así se les garantiza un lugar en el gabinete. En la democracia de consenso las minorías regionales tienden a contar con un papel”, nos dijo Marcela Bravo, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

La politóloga explicó que si bien la regla de oro en las democracias son la mayoría, este modelo evita la concentración de poder y permite que las minorías hagan la diferencia.

“Por ejemplo, en Suiza, hablan cinco lenguas, comparten la misma nacionalidad pero su representatividad es plural, en Bélgica hablan dos y existe en el gobierno espacio para esas realidades. El poder está más dividido, más compartido”, agregó la politóloga.

Marcela Bravo explica que cada modelo democrático tiene sus ventajas y desventajas. 

Uno de los inconvenientes del modelo de democracia consociativa, nos explicó la experta, es que también tiene elementos que hacen que se concentre el poder en una persona u organismo. 

Por ejemplo, en la mayoría de las democracias de consenso, tienen dos cámaras de representación, que defienden los intereses de la ciudadanía que se identifica con uno o con otro bloque. No hay más opciones, no cuentan con tantas representaciones como diferencias o minorías existen. 

En la democracia mexicana, en cambio, existe una pluralidad como la de todos los partidos políticos que conforman las cámaras, “aunque sean partidos satélite”, dijo la académica. 

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México y su ingeniería compleja para la democracia

“México es un enredo. Tiene una ingeniería compleja, las democracias mayoritarias tienen una representación mayoritaria, pero el Sistema Electoral del país es más propio de las democracias de consenso”, explicó Marcela Bravo.

En México la Cámara de Diputados se integra por 500 diputados, de los cuales 300 son electos por mayoría relativa en los 300 distritos electorales del país y 200 a través de un sistema de representación proporcional o plurinominales. 

Otros de los elementos de la democracia de consenso que tiene México, y que de acuerdo con ambos especialistas debe de ser defendido, es la incorporación de los organismos autónomos, que constituyen un contrapeso en la democracia presidencial.

“México no es del todo una democracia mayoritaria y tiene elementos de una democracia de consenso. Tenemos un sistema electoral pero a la vez existe el presidencialismo, esa combinación es explosiva”, detalló la académica de la UNAM.

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Es por ello que lo que recomienda la doctora en Ciencias Políticas es respetar las leyes actuales y hacer que se respeten.

“Lo que se tiene que hacer son correcciones a la democracia. En realidad lo que estamos viviendo no son problemas con la democracia, son regresiones a este modelo”, dijo al respecto  Francisco Javier Jiménez Ruiz.

Jiménes Ruiz nos dijo que se han cometido muchos errores en el ejercicio de la democracia mexicana, -como la de proponer que desaparezcan los organismos autónomos-, por lo que sugiere que se retomen elementos del modelo democrático en otros países, cuyas minorías forman contrapesos para el poder principal. 

¿Estaremos a tiempo de salvar el híbrido de democracia que tiene México?

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