La democracia se pone en riesgo si se le da demasiado poder a las Fuerzas Armadas

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“En México tenemos un esquema político-militar”, nos dice Erubiel Tirado Cervantes, coordinador del Programa de Seguridad Nacional y Democracia en México de la Universidad Iberoamericana. Lo que puede pasar, es que estos términos se confundan, y eso sería un gran riesgo.

Tirado Cervantes menciona que las “democracias modernas” funcionan con “una división de poderes” y eso es precisamente lo que “está totalmente trastocado en el régimen actual”. ¿Hay afectación a un régimen democratico? “Sí la hay en términos de gobernabilidad”.

El especialista en temas de seguridad detalla que al desviar la atención de las capacidades de las Fuerzas Armadas en “tareas que no le son connaturales, como las de seguridad pública”, lo que se está presentando es una “hipermilitarización” que afecta la “función de defensa y eso de entrada nos altera la ecuación de un sistema de gobernabilidad democrática”. 

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Administración, construcción, aduanas…

Desde que Andrés Manuel López Obrador asumió el poder en 2018, le otorgó a las Fuerzas Armadas 13 tareas adicionales, que van desde la construcción en el aeropuerto de Santa Lucía; capacitación policiaca; apoyo a programas sociales; salud y traslado de vacunas contra la COVID-19; el control de aduanas, entre otras.

La alteración de la gobernabilidad, subraya Tirado Cervantes, “de entrada ya es crítica, cuestionable y grave”; además, advierte que el encargar tantas tareas a las Fuerzas Armadas no solo deteriora su estructura sino se carece de “transparencia” y sin ella, “lo único que hace es exponer a estas instituciones y a sus miembros a la corrupción”.

Explica el coordinador del Programa de Seguridad Nacional y Democracia en México de la Ibero que se corrompe la institución y “obviamente se van a deteriorar los esquemas de estabilidad de los organismos”. 

Con el argumento de evitar “la tentación de privatizar” y “garantizar la seguridad en la región” de la Península de Yucatán, el Ejecutivo planteó en diciembre de 2020 dar el control operativo de cinco proyectos emblemáticos a las Fuerzas Armadas. 

Este tipo de comisiones, requiere de “transparencia en la ejecución de recursos”, nos dice César Gutiérrez, especialista en derecho penal, militar y seguridad nacional. Y agrega: “si en esa autonomía presupuestal no son claros los órganos de control, no importa que sea una buena idea, sólo quedará en buenas intenciones” y con el riesgo de actos de corrupción.

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Uso político, como vía

El analista Erubiel Tirado Cervantes señala que detrás de las encomiendas a las Fuerzas Armadas existe “la utilización política”. López Obrador, recuerda, “ha sido muy claro en que cuenta con la lealtad del Ejército, pero lo hace en función de comprar esa lealtad”.

¿Cómo se da esa compra de lealtad, según el especialista? “Extendiendo un régimen de privilegios, de impunidad y falta de transparencia”, subraya. “Digamos que sustrae (a las Fuerzas Armadas) de las obligaciones del resto de las instituciones de poder público”.

Detalla que está separando a los militares del “esquema civilista de gobierno. No tiene control sobre ellos más que por su propia autoridad, pero la investidura presidencial no es suficiente para ello. En las democracias modernas las estructuras de seguridad rinden cuentas y están sometidas a la ley, no es el caso de las Fuerzas Armadas de nuestro país; así de simple”.     

Tirado Cervantes puntualiza que “la dimensión político militar y la relación de los militares con la política y los políticos, eso obviamente en cualquier democracia no debería ni siquiera plantearse. En México se está planteando y lo que estamos viendo es un actuar político por parte del estamento –un grupo de la sociedad que comparte ciertas características– militar y eso evidentemente vulnera la gobernabilidad democrática”. 

No “conviven” democracia y militarismo

El especialista considera que “la democracia y el militarismo no conviven sanamente… o es democracia o es militarismo”. En la democracia moderna existe “un principio de superioridad civil sobre el estamento militar” en que se debe obediencia. 

En un segundo plano, los militares ”deben estar sometidos a la ley, a una rendición de cuentas y transparencia”. Las mismas a las que están sometidas todas las instituciones públicas. “Si bien tienen la función de preservar la soberanía del país y defender el territorio nacional no deben estar exentos de la rendición de cuentas”. 

Tirado Cervantes considera que “en algún momento el desgaste de la política o de los militares va a hacer crisis de esta situación y los que habrán de pagar estas consecuencias estaremos en medio”.

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