La promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de que México tendrá a finales de este sexenio un sistema de salud como el de Dinamarca es “vacía e irrealizable”, advirtieron legisladores, empresarios y analistas.
Al menos desde 2020, el mandatario ha reiterado que nuestro país tendrá un sistema de salud de primera calidad y gratuito para toda la población como el de la nación nórdica. “Nosotros queremos crear un sistema de salud pública de primera y gratuito, porque la salud, como la educación, no son privilegios, son derechos”, aseguró López Obrador en su conferencia del 8 de enero de ese año.
Y sin embargo, la promesa presidencial representa todo un desafío a menos de un año de que concluya el actual gobierno, si se toma en cuenta que el sistema público de salud arrastra carencias en infraestructura, personal y abasto de medicamentos, de acuerdo con lo señalado por diversos sectores.
Mientras para el experto en salud pública Octavio Gómez se necesitarán alrededor de 30 años para que México tenga un sistema sanitario como el de Dinamarca, para la Confederación Patronal de la República Mexicana la promesa de López Obrador es “irrealizable” en materia presupuestal. La Coparmex señaló que el gasto de salud en México es de apenas 2.84% del Producto Interno Bruto, en tanto que el país europeo invierte alrededor de 11% del PIB.
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Sobre los recursos para el sector salud, el diputado federal Éctor Jaime Ramírez criticó las recientes reformas a las leyes de Coordinación Fiscal y General de Salud, que permitirán al IMSS-Bienestar -órgano que sustituye al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) en la atención a la población abierta- quedarse con al menos $110,000 millones de pesos de los estados para atender a las personas sin seguridad social.
“Es una centralización abusiva: las entidades federativas se verán obligadas a entregar todo su dinero, personal y hospitales a la Federación (IMSS-Bienestar), a cambio de una promesa vacía e irrealizable de tener un sistema de salud como el de Dinamarca”, expresó el legislador del PAN en sus redes sociales.
Retrocesos en salud
En un reciente artículo de opinión, el diputado Ramírez presentó una breve radiografía de las “consecuencias más devastadoras de una gestión ineficiente en el sector salud”, la cual golpea sobre todo a la población más desfavorecida. Según el legislador, en el actual sexenio la población sin acceso a servicios de salud pasó de 20 millones a 50 millones de personas.
“Carencia de medicamentos e insumos esenciales para la atención médica, incremento en la tasa de mortalidad materna… son solo algunos ejemplos de las deficiencias… enfermedades como diabetes, hipertensión arterial y riesgos cardiovasculares, así como los índices de sobrepeso y obesidad en niños, adolescentes y adultos, han aumentado de manera alarmante”, dijo el secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.
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Otra gran falla que nos aleja de tener un sistema de salud como el de Dinamarca es el desabasto de medicamentos. Paula Villaseñor, directora de Gobierno Efectivo en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), nos dijo que este problema no se resolverá con la “varita mágica” de la tan anunciada megafarmacia.
“Evidentemente hay un problema de desabasto, por lo que nuestras necesidades como ciudadanos no están satisfechas. El tema es cómo se resuelve y no se resolverá con soluciones que en realidad son demagogia, sino con un proceso de gestión pública bien organizado y con servidores públicos competentes para llevarlo a cabo”, explicó la economista por el ITAM.
En noviembre de 2023, López Obrador anunció la firma de un convenio para crear una megafarmacia estatal que almacene y distribuya en tiempo récord medicinas a todo el país: “ese gran almacén va a tener un sistema de comunicación y de transporte para que, si falta un medicamento en una comunidad, un pueblo, un municipio, un estado, sea un centro de salud, un hospital, en 24 horas se tenga el medicamento”.
La megafarmacia se ubicará en Huehuetoca, Estado de México, y la fecha de su inauguración está prevista para el próximo 29 de diciembre. La empresa encargada de manejar el almacén y la distribución será la paraestatal Birmex (Laboratorio de Biológicos y Reactivos de México).
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Desorganización, la marca de la casa
Paula Villaseñor, del IMCO, nos señaló que la actual administración ha hecho varios cambios en los esquemas de compra de medicamentos, lo que provoca que las instituciones no puedan desarrollar sus capacidades y mucho menos madurarlas.
“Encontramos que esta desorganización y falta de planeación (en el sistema de salud) termina siendo más costosa para los ciudadanos, y ese costo adicional evidentemente se tiene que absorber, ¿y cómo se absorbe? Pues quitando recursos asignados a otras cuestiones dentro de la misma atención médica”, abundó la especialista.
Al respecto, en un estudio reciente, el IMCO recordó que el gobierno decidió cambiar el esquema de compras públicas en 2020 a fin de combatir “la concentración de proveedores y garantizar el abasto oportuno de medicamentos de mejor calidad a menor precio”. Ese cambio implicó la transferencia de la responsabilidad de la Secretaría de Hacienda al Insabi, el cual desapareció en abril de 2023 tras una reforma legal.
El IMCO apuntó que el cambio de esquema público para comprar medicamentos derivó en fragmentación en los contratos, compras de urgencia y aumento de precio en las medicinas, entre otras consecuencias. “En un escenario en el que 50.4 millones de mexicanos carecen de servicios de salud, el IMSS-Bienestar, que estará encargado en 2024 de las compras consolidadas, enfrentará el desafío de revertir las prácticas negativas”, concluye el análisis.
Con este botón de muestra de lo que pasa en el sistema público de salud, ¿nuestras autoridades serán capaces de mejorar la atención médica en el mediano plazo, con estrategias basadas en la realidad y no en “sueños guajiros”?
