En caso de que avance la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador para que se sustituya al fentanilo de uso médico por otros analgésicos, se verán afectadas alrededor de 17,000,000 de personas que necesitarán este fármaco para sus tratamientos ante el dolor por enfermedades como cáncer o cirugías de alto riesgo, alertaron legisladores, médicos y especialistas en salud pública.
“La propuesta del Presidente no solo es innecesaria, sino que es desafortunada su declaración. Hay que distinguir el fentanilo para uso médico y el fentanilo para uso recreativo, que es el que se está produciendo en México. El problema no es el fentanilo médico, sino el ilícito que se prepara con mala calidad, que es de exportación y que puede estar causando la muerte de gente con adicciones”, nos explicó el diputado federal Éctor Jaime Ramírez.
“Prohibir el uso del fentanilo para uso médico no sólo no resolvería el tráfico ilegal de esta sustancia, sino que dejaría en la indefensión a miles de pacientes, particularmente a enfermos de cáncer en etapa avanzada que lo requieren para su tratamiento”, nos dijo por separado la ex diputada federal del PRD Verónica Juárez.
En el mismo sentido coincidió Maribel Ramírez, comunicadora especializada en temas de salud pública e industria de la salud, quien escribió en un artículo de opinión: “López Obrador no considera que con su idea le quitaría opciones a mexicanos con cáncer, a millones que viven con dolor crónico y pacientes terminales que reciben cuidados paliativos y de soporte”.
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En tanto, médicos consultados por el diario El Universal calificaron de “inviable, absurda y descabellada” la propuesta presidencial de sustituir el fentanilo en algunos medicamentos, al considerar que para hacer una propuesta así debe haber suficiente evidencia científica.
Presión de Estados Unidos
En su conferencia mañanera del 15 de marzo de 2023, el presidente López Obrador adelantó que solicitará a médicos y científicos mexicanos que analicen la posibilidad de sustituir el fentanilo con fines médicos por otros analgésicos, con el objetivo de prohibir su importación.
“Aunque tenemos el control, que no se tenía antes, sobre el ingreso del fentanilo con usos médicos, de todas formas, al estar prohibido ya no habría ninguna posibilidad de que pudiese importarse y lo sustituimos por otros analgésicos, con el compromiso de que todo lo que entre de manera ilegal y por contrabando va a seguir siendo combatido”, detalló el mandatario.
El anuncio de López Obrador se dio tras varios días de polémica con congresistas de Estados Unidos, que pidieron declarar terroristas a los cárteles del narcotráfico para permitir el ingreso del ejército de ese país a México a fin de combatir a las organizaciones delictivas. Igualmente, la polémica ocurre cuando EU afronta una severa epidemia por el uso no médico del fentanilo, la cual habría dejado más de 107,000 muertos por sobredosis tan solo en 2021, como te contamos en esta nota.
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Al respecto, en su colaboración para el Periódico AM, el diputado Éctor Jaime Ramírez consideró que el anuncio presidencial se debe “a la presión de EU” para que se combata a la delincuencia organizada que elabora drogas sintéticas, “entre ellas el cristal y el fentanilo”. Asimismo, el panista nos señaló que tal presión se detonó luego de una reciente investigación en la que se detectó que farmacias de Tijuana, Baja California, y otras ciudades del norte de México se vendían medicamentos que en el fondo eran fentanilo en caja o tabletas.
“Un grupo de investigadores (de EU) fueron a 40 farmacias y compraron medicamentos que en teoría son controlados y se compraron sin receta, no solamente en caja, sino que además se vendían como pastillas sueltas y al examinarlas, muchas de ellas tenían fentanilo”, nos explicó el también doctor en Ciencias de la Salud y en Administración Pública.
Enfermos sin alternativa
Éctor Jaime Ramírez nos aclaró que “está perfectamente demostrado” que no existe otro analgésico que pueda reemplazar la efectividad del fentanilo: “hay otro opioide que se utilizaba antes como analgésico en los elefantes, que es casi 50 o 100 veces más potente que el fentanilo, pero no se ha probado en humanos. No hay alternativa; la morfina no es tan buena y el fentanilo se usa para el dolor crónico, en pacientes con cáncer y con cuidados paliativos”.
El legislador abundó que -según estudios preliminares que aún no son públicos- hasta 17,000,000 de personas pueden verse afectadas con la eventual prohibición del fentanilo para uso médico “porque son las que hoy no están siendo atendidas y no todas reciben fentanilo médico, además de que también se utiliza para cirugías”.
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Jaime Ramírez nos dijo además que la medida perjudicaría sobre todo a los más vulnerables, toda vez que de los millones de mexicanos que sufren de dolor, solo 30% reciben algún tratamiento para el dolor crónico, y de los cuales -a su vez- el Insabi y el IMSS-Bienestar -que atienden a la población de más bajos ingresos- tienen menos del 10% del total de analgésicos que compra el gobierno federal.
“Desarrollar otro medicamento con efectos similares llevaría mucho tiempo. Desproteger a los pacientes para no combatir a fondo el tráfico ilegal del fentanilo no sólo es irresponsable, sino que fomenta la impunidad de los grupos del crimen organizado que son los detonadores de la violencia brutal que azota a nuestro país”, nos insistió por su parte la ex diputada Verónica Juárez.
“No existe un medicamento que lo sustituya (al fentanilo), por lo que todas las personas que lo usan estarán expuestas al uso de medicamentos con menor eficacia, pudiendo tener consecuencias graves no sólo para el control del dolor, sino para llevar a cabo diversos procedimientos médicos”, agregó la también defensora de los derechos de la infancia.
Finalmente, a todo lo anterior se suma la escasez de fentanilo médico y el desabasto de analgésicos en el sector salud, como señaló la especialista Maribel Ramírez: “la propuesta presidencial no ayuda en nada -por el contrario- al problema que están viviendo médicos y pacientes por falta de medicamentos para anestesia y manejo del dolor en todo el país”.
La también maestra en Administración en Sistemas de Salud citó a Sergio Tenopala, médico anestesiólogo de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor, quien explicó que por la escasez de fentanilo médico, “muchos de sus pacientes están sufriendo síndrome de abstinencia, y lo que están haciendo como médicos es pasarlos a otros derivados de la morfina, como tramadol que es menos potente u otros, como la metadona y oxicodona o la propia morfina; el problema es que hay desabasto de todos esos medicamentos”.
