Los dos grandes gremios magisteriales -el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE)- deben democratizarse y erradicar viejas prácticas de corrupción y opacidad, para que contribuyan de manera eficaz a mejorar el sistema educativo, advirtieron legisladores e investigadores.
Tras la presentación el pasado 16 de agosto de 2022 del nuevo Plan de Estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP), los expertos consultados nos explicaron que los sindicatos magisteriales son necesarios y cumplen un “rol histórico” en la mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje en México.
“Hay una agenda pendiente, porque el gran problema de los sindicatos no ha sido tanto su activismo, sino que su activismo rebasa y va más allá de lo estrictamente laboral, y empiezan a tomar medidas que nos parece que pueden atentar contra el derecho de la infancia a la educación y a aprender en las escuelas”, nos dijo Fernando Ruiz, director de Investigación de Mexicanos Primero, organización que defiende el derecho a la educación para niñas, niños y jóvenes.
El también licenciado en Administración Pública por la UNAM aclaró que todavía falta un buen trecho para que el SNTE y la CNTE se vuelvan relevantes en la promoción de sus derechos y también de los derechos de las y los estudiantes.
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“Daño a la educación”
Por separado, la presidenta de la Comisión de Educación del Senado, Antares Vázquez, nos precisó que en los cambios en materia de enseñanza que realiza el gobierno federal “los sindicatos son necesarios, pero es importante que se separe su función de la labor educativa”.
“Las trabajadoras y trabajadores merecen un sindicato en sus cuestiones laborales. La falta de avance en materia educativa ha tenido más que ver con las políticas públicas que han imperado a cargo de los gobiernos en los últimos tiempos, de los modernos conservadores y neoliberales, que dañaron mucho a la educación con sus planes y programas”, recalcó la legisladora de Morena.
Vázquez insistió en que las afectaciones a la enseñanza tienen que ver con el proyecto educativo “de la derecha”, no tanto con el gremio magisterial: “la impresión ideológica neoliberal hacia la educación ha causado mucho daño en la formación, en cuanto a la desaparición de las humanidades, la historia y las ciencias sociales; (mientras que) el individualismo y el consumismo se han promovido desde la educación”.
La senadora nos recordó que la SEP ha buscado involucrar a maestras y maestros en la definición de los nuevos planes y programas de estudio, ya que como profesionales de la educación “han aportado mucho” para su diseño: “lo que se espera es que ellos, en la prueba piloto (del nuevo Plan de Estudio) que se va a hacer en este ciclo escolar, aporten más de lo que ya han aportado para fortalecer estos planes y después poderlos generalizar”.
Diferencias en el gremio
En tanto, voces del magisterio han tenido opiniones contrarias sobre su participación en el diseño del nuevo Plan de Estudio para educación básica, así como en lo referente a su contenido. De acuerdo con una nota de El Sol de Morelia, la Sección XVIII de la CNTE -que opera en Michoacán- afirmó que el nuevo plan lo ha trabajado el gremio durante los últimos 20 años en las llamadas “escuelas integrales”, pero las autoridades educativas las han ignorado.
El representante de la Sección XVIII de la CNTE, Lev M. Velázquez, dijo que la SEP se ha negado a escuchar a las y los maestros al momento de sugerir o aportar, además de que el documento presentado “es el mismo de la reforma (educativa) de 2017”: “tiene muchas carencias, no está claro lo de los libros de texto nuevos porque están en construcción, tampoco cómo van a relacionar el currículo con el pensamiento crítico y el desarrollo comunitario. Se instala sobre la base de un sistema educativo burocrático y autoritario”.
En contraste, según información del diarioelfondo.mx, Lorenzo Salazar, dirigente de la Sección XLIV del SNTE -que agrupa al personal docente en Durango-, consideró que las proyecciones de la SEP dentro del nuevo Plan de Estudio -que elimina grados escolares y establece fases de aprendizaje- son positivas, pues benefician a las y los estudiantes, quienes son el núcleo del proceso de enseñanza-aprendizaje.
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Eliminar vicios sindicales
Sobre la democratización del gremio magisterial, la senadora Antares Vázquez nos aclaró que ya están sentadas las bases para ello: “hemos trabajado también en una reforma laboral y nos hemos adherido a instrumentos internacionales que posibilitan la democratización de los sindicatos. Se está empezando a hacer, lo demás depende de los trabajadores y de las trabajadoras para que lo puedan implementar”.
Al respecto, Fernando Ruiz, integrante de Mexicanos Primero, coincidió en que el SNTE y la CNTE aún no terminan de entrar en un proceso de democratización, además de que falta que implementen la rendición de cuentas y eliminen la opacidad en su funcionamiento.
“El SNTE ha avanzado, pero la CNTE se ha opuesto a la rendición de cuentas y de repente no tenemos mucha claridad sobre su número de miembros, fuentes de financiamiento y cómo gastan el dinero”, nos indicó el también maestro en Políticas Públicas por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Ruiz abundó que los sindicatos se han involucrado en procesos irregulares en torno al acceso a las plazas docentes, donde se crearon mecanismos “perversos” y redes de influencia entre las dirigencias y las autoridades educativas, las cuales podrían derivar en corrupción.
Sin embargo, el especialista destacó que a raíz de la pandemia de la COVID-19 ha sobresalido una generación de maestros jóvenes que empiezan a hacer valer su calidad de profesionales de la educación, más allá de las trabas burocráticas que les impone el gremio magisterial.
“Tenemos a muchos maestros con sus canales de YouTube que están empezando a ser muy críticos de las decisiones de la autoridad educativa. Me parece muy sana esta nueva explosión de profesionales de la educación que era uno de los objetivos que se buscaba con la reforma educativa de la administración pasada”, detalló Ruiz.
No obstante, el investigador lamentó el caso de las y los docentes en Oaxaca, donde más de 200 profesores no habían asumido la dirección de sus escuelas tras participar en procesos de promoción ajenos a las dirigencias sindicales, pues fueron relegados y acosados por representantes de la Sección XXII, perteneciente a la CNTE. “Me parece que es muestra de esta faceta que todavía persiste; esta faceta tradicional en las dirigencias sindicales de tipo corporativo que aún existe en algunos estados”, concluyó.
