El Ejército Mexicano espía “a diestra y siniestra” a periodistas e investigadores que tienen la posibilidad de encontrar sus “trapos sucios” en materia de violaciones a los derechos humanos, afirmó la integrante del colectivo Seguridad sin Guerra Eliana García.
“Para el Ejército es una circunstancia cuando menos de incomodidad que haya un equipo de personas con historia y trayectoria que investiguen las atrocidades cometidas por las Fuerzas Armadas”, nos dijo la también asesora en temas de derechos humanos en el Senado, al referirse a la reciente denuncia de espionaje contra un integrante de la Comisión de la Verdad que indaga la represión cometida por el Estado durante la llamada Guerra Sucia (1965-1990).
Y es que a inicios de junio de 2023, el diario estadounidense The Washington Post reveló que el historiador Camilo Vicente Ovalle, quien es enlace técnico de la Comisión de la Verdad, la cual depende de la Secretaría de Gobernación, ha sido espiado con el programa Pegasus, que solo se vende a agencias gubernamentales.
Según lo publicado por The Washington Post, hay indicios de que el principal investigador de la Comisión de la Verdad “ha sido atacado con software espía de grado militar”. Este hecho se suma a lo revelado el 22 de mayo de 2023 por el también diario estadounidense The New York Times sobre un presunto espionaje al subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, quien coordina las investigaciones de la Comisión de la Verdad y del caso Ayotzinapa.
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“El jefe del Ejército encabeza el espionaje”
Eliana García, quien ha sido acompañante de víctimas de desaparición desde 1977, coincidió en que la presunta vigilancia contra Camilo Vicente Ovalle “es la suma del espionaje hacia el subsecretario Encinas, quien hizo un informe sobre Ayotzinapa con una serie de circunstancias que le obligaron a retractarse sobre lo que había planteado respecto al Ejército”.
La también ex diputada federal nos reiteró que quien encabeza este espionaje es el jefe del Ejército (el secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval), “a quien el comandante supremo de las Fuerzas Armadas (el presidente López Obrador) le ha dado todo el poder y es con quien está cogobernando”.
En el mismo sentido, integrantes de la Comisión de la Verdad condenaron y exigieron que se esclarezca el espionaje contra Ovalle, además de que señalaron que el uso del programa Pegasus ha ocurrido en coyunturas que involucran abusos cometidos por las Fuerzas Armadas, tales como la Guerra Sucia y Ayotzinapa.
“Existe evidencia de que el Ejército es el único usuario de Pegasus en México, cuyo operador final es el Centro Militar de Inteligencia, una agencia secreta de la Secretaría de la Defensa Nacional que carece de facultades legales para intervenir comunicaciones privadas”, abundaron los integrantes de la comisión.
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Las y los miembros de la Comisión de la Verdad precisaron que Ovalle tiene “una reconocida trayectoria en la investigación del periodo conocido como Guerra Sucia, enfocado específicamente en el fenómeno de desaparición forzada y su evolución en el país”. Asimismo, Ovalle está a cargo de la gestión, seguimiento y coordinación de la apertura de archivos militares, así como del ingreso a instalaciones de las Fuerzas Armadas.
Las y los investigadores recordaron también los casos de espionaje contra el defensor de derechos humanos Raymundo Ramos; el analista político Ricardo Raphael; un periodista de Animal Político; dos personas defensoras de derechos humanos del Centro PRODH; y ex integrantes del Instituto Federal de la Defensoría Pública.
“Gobierno incumple la transparencia que tanto pregona”
Eliana García, quien fue subprocuradora encargada de Derechos Humanos de la entonces PGR entre 2013 y 2015, nos indicó que en el gobierno de la llamada Cuarta Transformación hay una incongruencia en su voluntad de que exista un ejercicio real hacia la verdad y la justicia, para sancionar a los perpetradores de violaciones a las garantías humanitarias y sobre todo, lograr una reparación integral para las víctimas.
“No hemos escuchado al presidente en ningún momento decir: ‘vamos a detener el espionaje’, y que instruya al secretario de Defensa para que cancele el contrato con la empresa que provee el servicio de Pegasus. Lo único que dice es: ‘nosotros no somos iguales, son hechos aislados’, pero no ha dado la orden tajante y pública para cancelar ese contrato”, advirtió la defensora de derechos humanos.
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“Hay un espíritu opaco de transparencia e impunidad en el Ejército y por eso está haciendo este espionaje. El Ejército actual es el de siempre, (pero) ahora está empoderado política y económicamente, pues está cogobernando. Siempre ha espiado; antes lo hacía a través del Centro de Investigación y Seguridad Nacional y la Dirección Federal de Seguridad, donde había militares a cargo”, nos precisó García.
Sobre si habría mandos militares dispuestos a esclarecer el papel del Ejército en la represión durante la Guerra Sucia, la también presa de conciencia de 1983 a 1985 nos dijo que posiblemente “hay generales retirados que a lo mejor están dispuestos a decir: ‘abramos esta investigación porque es sanadora socialmente’”.
Sin embargo, concluyó García, “evidentemente no hay dentro de los actuales altos mandos del Ejército un verdadero combate a la impunidad para que se abran los archivos del pasado”.
