El feminismo es tan diverso como las mujeres y sus problemas en todo el mundo

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Es un error pensar que un único feminismo, el que se soporta con los fundamentos europeos que nos dejaron como legado las sufragistas -aquellas primeras feministas que exigieron sus derechos en el siglo XIX- va a resolver la diversidad de necesidades de las mujeres en el mundo, nos explicó Faurí Aguirre García, maestra en Género, Medios de Comunicación y Cultura.

Se habla de feminismos en plural y una de las principales confusiones que hay es pensar que es un movimiento social unificado cuando en realidad dependen del contexto, de dónde lo estés viviendo y dónde nazca este movimiento”, nos explicó Faurí Aguirre, quien también colabora para la organización Lentes Púrpura, una ONG y consultoría con perspectiva de género enfocada en el acompañamiento de estrategias institucionales, educación y distribución de contenido.

La especialista nos dijo que parte de la división que se siente dentro del movimiento deriva justamente de que se comparte un concepto de igualdad, pero que es desproporcionado esperar que sea el único movimiento social de la historia en el que se tiene un concepto único y que todos vayan hacia la misma dirección.

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“Esto no ha pasado en ningún otro movimiento social, de nuevo la gran carga que se le está poniendo a este movimiento y entonces regresamos al tema de por qué se espera tanto ¿de nuevo por ser mujeres? Hay una variedad enorme de circunstancias”, detalló.

El feminismo en realidad siempre ha tenido divisiones, pero actualmente se está priorizando la denuncia, la visibilización de otras formas de violencia, nos explicó Vanessa López Silva, vocera de la colectiva Coatlicue Siempre Viva.

“Actualmente los debates que se están haciendo son longevos y tienen que ver con el reconocimiento del feminismo como un espacio plural de lucha, no solamente encarnado como una lucha contra las diferencias de los hombres y las mujeres, sino también como luchas que están atravesadas por el racismo, el clasismo, el adultocentrismo, por mencionar algunos”, mencionó la vocera de la colectiva Coatlicue Siempre Viva.

Incluso desde sus orígenes, el movimiento que impulsaron las sufragistas excluía a mujeres negras, gitanas y de diferentes etnias que se encontraban en situación de esclavitud, nos explicó López Silva.

La interseccionalidad permite librar batallas específicas

Mujer y Políticas Sociales -organización que realiza actividades por la igualdad en el ámbito educativo- define la interseccionalidad como un marco diseñado para explorar la dinámica entre identidades coexistentes, por ejemplo: mujer, indígena pobre y los sistemas conectados de opresión-patriarcado, clasismo, supremacía blanca. 

La académica de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Los Ángeles y de la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia, Kimberlé Crenshaw fue quien acuñó este término que desafía esta idea de que el movimiento feminista es un movimiento unificado en el que “las mujeres son un grupo homogéneo, igualmente posicionado por las estructuras de poder”.

“En un contexto feminista, permite una comprensión completamente desarrollada de cómo factores como la raza y la clase dan forma a las experiencias de vida de las mujeres, cómo interactúan con el género”, explican en su sitio web Educando en Igualdad.

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El feminismo interseccional habla de cómo el feminismo debe de considerar todos los contextos que se tienen al vivir como mujeres: trans, negra, cisgénero bisexual, blanca cisgénero pero que tiene alguna discapacidad, por enlistar algunas particularidades.

“Y entonces lo que hace este feminismo interseccional es no priorizar ninguna de estas intersecciones sobre otra y reconocer que cada uno de estos crea una condición única y que no va a poder haber un feminismo que sea universal, que abarque todas las diferencias desde su base y que vaya a poder sanar todo en conjunto”, afirmó la especialista en género y medios de comunicación, Faurí Aguirre.

Agregó que se tienen que tomar en cuenta las percepciones y los contextos en los que surgen los feminismos, pues si lo vemos en forma de una pirámide, en la base estarían aquellas personas con el mayor número de intersecciones posibles y en la punta las más “privilegiadas”, por ejemplo una mujer con un nivel socioeconómico estable, sin ninguna discapacidad, con privilegios de nacionalidad, apoyo social y familiar.

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“Si realmente en algún mundo queremos cambiar las estructuras, ser incluyentes y lograr una igualdad social entre todos los géneros, entonces viene desde reconocer que pensar en solamente igualdad entre hombre-mujer, viene del colonialismo judeocristiano (…) y que eso se ha impuesto a otras comunidades”, reclamó Aguirre.

Vanessa López, vocera de la colectiva Coatlicue Siempre Viva, nos dijo que es importante entender que hay diferentes tipos de feminismos y reivindicarlos para, precisamente, no anular luchas de grupos con necesidades y contextos distintos al feminismo eurocentrista que se reconoce como legítimo precursor de los movimientos feministas en el mundo.

“Es necesario reconocer que todos estos movimientos son feminismos, pero también es importante ponerles apellidos: feminismo comunitario, feminismo trans, feminismo descolonial, feminismo antiespecista, de la igualdad, autonomista. Porque sí hay diferentes contextos y espacios de lucha, aunque a veces podemos encontrarnos -los diferentes feminismos- en algunas luchas, como la exigencia de un alto a la violencia de género”, concluyó Vanessa López.

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