Las fiscalías y procuradurías en el país tienen mucho por mejorar: no hay una estrategia eficaz generalizada, las denuncias tardan horas en procesarse y la gran mayoría de los crímenes nunca se resuelven por completo.
Estos son los resultados que Impunidad Cero publicó en su último informe del Índice Estatal de Desempeño de Procuradurías y Fiscalías (IEDF). Esta organización se dedica a estudiar qué tanto se resuelven y castigan los delitos del país y desde hace cuatro años que hace el Índice.
Las instituciones de justicia sirven para resolver delitos, pero muchas veces terminan por ser un obstáculo, aunque no quieran serlo. De acuerdo con Impunidad cero, esto último es el caso de las fiscalías y procuradurías de México, al menos desde hace cuatro años que han medido el desempeño de estas instituciones.
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¿Qué tan bueno (o malo) es el desempeño?
Son tres indicadores que se incluyen en el IEDF: capacidad instalada en las fiscalías y procuradurías, la manera en la que operan y los resultados que tienen.
La capacidad instalada se refiere al número del personal que trabaja en las instalaciones para investigar los delitos. Impunidad Cero calculó el número de fiscales y agentes de ministerios públicos por cada 100 mil habitantes.
De 2016 a 2020, hubo un aumento en la tasa de fiscales y agentes, lo que generó una disminución del 12.6% en la carga de trabajo que tienen.
Lo anterior pareciera ser señal de algo positivo, sin embargo, como bien lo apunta el documento de Ia organización, esta disminución no se debe confundir con una disminución en la cantidad de crímenes.
Es decir, que haya más personal investigando crímenes no es una buena noticia necesariamente porque, por una parte, no todos los elementos de seguridad están capacitados adecuadamente y, por otra parte, hay delitos que no se denuncian.
El informe también establece que la manera en que operan las fiscalías no siempre es la mejor. Hay buenas prácticas, estrategias y calidad alta en la información que recopilan, pero esto no es una realidad generalizada en todas las instalaciones de investigación criminal de México.
Las horas que tarda en procesarse una sola denuncia también es muestra de la operación deficiente de las fiscalías: alrededor de un tercio de las denuncias demoran más de cuatro horas en ser registradas.
¿Al menos hay resultados efectivos? No del todo, según los datos de Impunidad Cero. La organización también considera en su medición la manera en que se resuelven las investigaciones. En otras palabras, se mide qué tan efectivos son estos centros de denuncia e investigación.
También, se toma en cuenta si las investigaciones tardan más de un año en llevarse a cabo. Para 2020, por ejemplo, el 15.5% de los casos se resolvió de manera efectiva.
Encima de esto, la probabilidad de que los casos se resuelvan por completo es baja. La probabilidad de saber por qué, cómo y quién cometió un delito es de 1.04%.
El presupuesto que manejan las fiscalías y procuradurías
Se supone que entre más presupuesto tengan las instituciones de justicia, más recursos habrá para investigar los delitos. La realidad es diferente: en términos reales, es decir, considerando la inflación, el presupuesto per cápita ha disminuido.
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No todo es negativo, hay algunos elementos que mejoraron en 2020 y, de hecho, a raíz de la pandemia. Por ejemplo, varias instalaciones apostaron por plataformas digitales de denuncia, lo cual representa otro canal para reportar delitos.
Aún así, los resultados obtenidos por Impunidad Cero dejan un panorama que debe prender las alertas del gobierno. Con frecuencia, las fiscalías son los primeros órganos a los que la gente acude para resolver problemas de este tipo. Los datos son prueba de que hay que hacer cambios profundos si se pretende que lo anterior sea una realidad.
