Ni más energía, mejor o más barata: la compra de plantas eléctricas de Iberdrola no proyecta beneficios para la ciudadanía

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Ahora que el gobierno de México anunció el acuerdo para comprar 13 centrales de generación eléctrica a la empresa de energía Iberdrola por un total de $6,000 millones de dólares a través del fondo de inversión Mexico Infrastructure Partners nos preguntamos en qué beneficiará a la ciudadanía.

¿Tendremos mejor servicio de electricidad? ¿Será menos costoso para las familias? ¿Permitirá mejorar la operación de la Comisión Nacional de Electricidad (CFE)? Hay muchas preguntas por resolver, por lo que te contamos lo que sabemos hasta ahora.

Primero -como te explicamos en esta nota– la transacción se realizará a través de un fideicomiso privado, en el cual participa mayoritariamente el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) y otras instituciones públicas, gestionado por Mexico Infrastructure Partners (MIP).

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El presidente del MIP es Mario Gabriel Budebo y desde el 2015 administra el Fomento a la Energía e Infraestructura de México (Fondo EXI), un fondo de capital de riesgo especializado en los sectores de energía, hidráulico, comunicaciones y transportes en México.

En 2022, Raúl Daniel Martínez Chávez, ex empleado del Bansefi -hoy Banco del Bienestar- y Armando Rivera Linares crearon Mexico Infrastructure Partners FF. Esta es la filial de MIP que acordó la compra de las 13 plantas de generación de electricidad de Iberdrola.

El Fondo EXI tiene inversiones en el gasoducto Mayakan, que está entre Tabasco y Yucatán; en la planta de tratamiento de aguas residuales de Agua Prieta en Jalisco; en el acueducto El Realito, en San Luis Potosí y en el sistema de abastecimiento y purificación de agua en Querétaro, a través de la concesionaria Suministro de Agua de Querétaro, entre otros.

¿Más energía o más barata?

Es importante destacar que, aunque estas centrales contarán con financiamiento público -aún no sabemos exactamente cuánto-, la propiedad y gestión será privada. Los nuevos propietarios no serán ni el gobierno Federal ni la CFE, nos dijo Óscar Ocampo, coordinador de energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

De las 13 centrales -que 12 son de ciclo combinado y una es eólica- 10 operan bajo la figura de Productores Independientes de Energía (PIEs) y tres lo hacen de forma privada.

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“Al final del día la CFE ya controlaba esas centrales. La mayor parte de ellas (10) funcionan bajo el esquema de PIE, que se instalaron en México antes de la apertura del mercado eléctrico y bajo las condiciones que la CFE les indicó y venden toda su producción a la CFE que es quien las representa en el mercado”, nos explicó Ocampo. 

El especialista nos dijo que esto quiere decir que las plantas que se van adquirir de Iberdrola no existen por sí mismas, sino a través de la CFE y que siempre han formado parte de la CFE. Nada de esto cambia.

“Lo único que cambia es la tenencia accionaria y que los empleados van a usar la camisa de la CFE y no la de Iberdrola, pero no como propietaria, sino como contratista”, detalló el entrevistado.

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Óscar Ocampo nos dijo que en el gran esquema el sector eléctrico no cambia absolutamente nada. La CFE no está adquiriendo nada, el fondo Mexico Infrastructure Partners está comprando unas centrales eléctricas que ya operan, que no aumentan en un solo megawatt la capacidad de generación del país ni mucho menos. Solo es un cambio de manos.

En ésto coincidió Adriana García, coordinadora de Análisis Económicos de la organización México, ¿Cómo vamos?, un colectivo de investigación sobre economía y políticas públicas. La especialista nos explicó que con esta compra, México no está aumentando la generación de energía eléctrica que tanto necesitamos y peor aún, no está abonando a la transición hacia energías verdes.

“Muy probablemente estamos destinando recursos públicos que tienen muchísimos fines y usos a adquirir instalaciones que ya estaban en nuestro país; no estamos hablando de una asociación público-privada para hacer más parques fotovoltaicos o eólicos para aumentar la capacidad del sistema eléctrico nacional, simplemente están cambiando de dueño ‘los fierros que ya existen’”.

La compra le facilita a Iberdrola transitar hacia las energías limpias

Al contrario de lo que proyectan los especialistas para México, para Iberdrola esta transacción le permitirá reducir gradualmente la huella de carbono en su matriz de generación eléctrica y centrar sus inversiones en tecnologías bajas en emisiones. 

Adriana García resaltó que en la búsqueda de Iberdrola para que alguien le compre las centrales eléctricas -pues ya había anunciado que iniciaría un proceso de migración hacia energías limpias- el gobierno mexicano está ayudando a que pueda cumplir sus compromisos de volverse más verde, como lo hizo Pemex con la compra que hizo a Shell de una parte de su refinería en Deer Park.

El gobierno federal argumenta que el porcentaje de generación eléctrica bajo control de la CFE se incrementará de 39.6% a 55.5%, pero la mayor parte de esta generación ya está bajo control de CFE, dado que los PIEs ya forman parte de la matriz de generación de la empresa.

A pesar de que el monto de los recursos con los que participará Fonadin y el resto de las entidades públicas se desconoce hasta el momento, el costo saldrá de recursos públicos. 

Especialistas han cuestionado la conveniencia de asignar recursos en adquirir centrales eléctricas que siguen operando con combustibles fósiles a costa de inversiones que aceleren la transición energética en el país o si esos recursos se pudieron haber destinado a fines mucho más urgentes para la ciudadanía como la salud, educación y seguridad pública. 

Nos preguntamos de nuevo dónde están las prioridades del gobierno y si esos $6,000 millones de pesos no hubieran sido suficientes para mejorar las condiciones de una gran parte de la población que no tiene acceso ni a los servicios más básicos, entre ellos la electricidad.

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