A lo largo de la historia, las personas han tenido que hacer frente a plagas, guerras y convulsiones políticas. Sin embargo, los tiempos inciertos que vivimos actualmente son diferentes en más de un sentido. Si sentimos que nuestra vida no está segura, es porque no lo está, destaca el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su más reciente informe sobre el Índice de Desarrollo Humano (IDH).
En 2019, México ocupó el lugar 74 en este Índice y en 2021 bajó al lugar 86 entre 191 países. Esto debido a la crisis provocada por la pandemia por COVID-19, además de las crisis económicas, ambientales y políticas.
Esta reducción de México en el Índice de Desarrollo Humano “nos lleva a valores que teníamos en 2012”, nos explicó en entrevista Cynthia Martínez Domínguez, oficial Nacional de la Unidad de Desarrollo Social y Económico, del PNUD en México.
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En una escala de 0 a 1, donde cero es el mínimo desarrollo y uno el máximo, el PNUD colocó a México con 0.758 puntos, en el informe de 2021-2022. Este puntaje posiciona a México en el lugar 86. Debajo de la República Dominicana con el lugar 80 y un IDH de 0.767; Cuba, 83, y Perú, 84. Y por encima de Brasil que tiene el sitio número 87 y Colombia con el 88.
México tenía una esperanza de vida de 75.1 años en 2019, este indicador cayó a 70.2 años de expectativa de vida para 2021. Además, el ingreso nacional per cápita se redujo 6.5% de 2020 a 2021, al pasar de 19,160 dólares a 17,896 dólares.
La violencia y el IDH de México
Los efectos de la violencia en la salud mental es uno de los subíndices que mide el Índice de Desarrollo Humano. En el caso de la sociedad mexicana destaca que la violencia colectiva puede aumentar las desigualdades entre grupos de personas.
“La evidencia de México muestra que la información sobre actos brutales, como ejecuciones y sobre enfrentamientos violentos entre la policía local y grupos criminales ha causado una angustia mental sustancial a integrantes de la comunidad” y en las mujeres, indica el PNUD en su reporte 2021-2022.
Tomar medidas para acceder a derechos básicos
Cynthia Martínez nos expuso que el Premio Nobel de Economía, Amartya Sen, creó el concepto de desarrollo humano para poner en el centro del análisis a las personas y no al crecimiento económico de un Estado, para observar si la sociedad de un país, estado o municipio tiene lo niveles necesarios o ideales para que alcance su máximo potencial de desarrollo.
Así, a partir de 1990 el PNUD comenzó a medir el nivel de educación, de ingreso y de salud de cada país con base en las fuentes oficiales nacionales para conocer su Índice de Desarrollo Humano. Por ejemplo, para medir el IDH de México se usan las cifras de INEGI, Coneval, Conapo, entre otras fuentes oficiales.
Al poner en el centro a las personas se puede destacar en qué áreas tendrían que estar mejorando las políticas públicas de un país, dónde tomar medidas para que las personas tengan acceso a sus derechos básicos, indicó Cynthia Martínez.
El IDH permite tener un registro a lo largo del tiempo de los avances de un país. Y saber cómo los planes y los programas de los gobiernos pueden contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de las personas y con esto a su desarrollo humano.
La experta puntualizó que el Índice de Desarrollo Humanos es una herramienta que permite a los países tomar decisiones basadas en evidencia que beneficien a las poblaciones en el futuro y permite comprobar si esas decisiones contribuyeron al desarrollo humano.
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Confluencia de crisis a nivel mundial
Las múltiples crisis tuvieron un impacto negativo en el nivel de bienestar a nivel mundial, al retroceder cinco años, según explica el PNUD en su informe titulado “Tiempos inciertos, vidas inestables: configurar nuestro futuro en un mundo en transformación”, que se publicó el pasado 8 de septiembre.
Así, el desarrollo de la humanidad retrocedió a niveles de 2016. En más de un 90% de los países, en 2020 o 2021, se deterioraron indicadores como la esperanza de vida, la educación y la economía debido a la pandemia, las guerras y el cambio climático, de acuerdo con la ONU.
Además, por primera vez en la historia -en 32 años-, el Índice de Desarrollo Humano, desde que el PNUD comenzó a medirlo en 1990, empeoró a nivel mundial durante dos años consecutivos. Hasta el año 2018 el IDH venía en aumento constante, hasta que a finales de 2019 a partir de la pandemia bajó. El descenso se mantuvo durante el año pasado y durante 2022.
Fuente: PNUD 2021-2022
Un factor que contribuyó al declive del Índice de Desarrollo Humano mundial fue la caída global de la expectativa de vida, al pasar de 73 años en 2019 a 71.4 años en 2021.
“Significa que morimos antes, estamos menos educados y nuestros ingresos van en caída”, dijo el jefe del PNUD, Achim Steiner, en una entrevista a la agencia Afp.
A la crisis por la pandemia se suma la invasión rusa en Ucrania y otras guerras, que provocan “más sufrimiento humano en medio de un cambio de orden geopolítico”, además de las crisis por la temperaturas récord, incendios y tormentas. La interacción de estas crisis está transformando las conmociones en una crisis global inminente, señala la ONU.
Una consecuencia de esto es el retroceso en el desarrollo humano, donde “tenemos la sensación persistente de que el control que ejercemos sobre nuestras vidas se nos está escapando de las manos, que las normas e instituciones en las que solíamos confiar no tienen las respuestas que necesitamos”, puntualiza el PNUD.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, advierte en el informe que miles de millones de personas ya hacen frente a la inseguridad alimentaria, debido a las desigualdades en la riqueza y el poder que determinan el derecho a la comida, “una crisis alimentaria global golpeará más fuerte”.
El reporte también da cuenta de que después de los primeros dos años de la pandemia por COVID-19, inició una recuperación parcial y desigual, lo que hizo más grande la brecha en el desarrollo humano a nivel global, donde “América Latina y el Caribe se ha visto particularmente afectados”.
Esto porque América Latina fue una de las regiones más afectadas con el retroceso en desarrollo humano debido a la pandemia. Al menos 17 países de la región experimentaron disminuciones durante 2020 y 2021, puntualizó Cynthia Martínez, del PNUD en México.
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Alternativas
La oficial Nacional de la Unidad de Desarrollo Social y Económico del PNUD en México destacó que el informe mundial también aporta cuatro principios: la flexibilidad, la solidaridad, la creatividad y la inclusión, para atender la incertidumbre, los riesgos y la inseguridad que vivimos a nivel mundial.
Según nos explicó, las políticas públicas, las instituciones y la sociedad deberían transformarse con base en estos principios para generar estrategias que permitan atender la incertidumbre.
Además, el informe destaca algunas políticas en las cuales los países tendrían que apostar para generar un camino hacia la prosperidad. La primera es la inversión para aliviar las presiones planetarias y beneficiar a las personas, al medio ambiente y hacer frente a la inseguridad alimentaria, por ejemplo.
Otros tipos de políticas son los seguros o el aseguramiento para que las personas gestionen los riesgos de las crisis de manera individual y colectiva. Además, la innovación tecnológica, económica y cultural. Y la transversalización de la igualdad de género. En conjunto son políticas para atender la incertidumbre e inseguridad que se generaron a partir de las crisis, brechas y rezagos que reveló el informe del PNUD.
El Índice de Desarrollo Humano es un llamado a que los países reconozcan dónde están las oportunidades, para poner el foco y el trabajo en los elementos que permitirán que cada país tenga una recuperación más adecuada, nos dijo finalmente Cynthia Martínez.
