Pobreza laboral y otras brechas económicas entre hombres y mujeres, un efecto de labores de cuidados

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Esta semana, las mujeres volvieron a salir a la calle para protestar en contra de la inseguridad, la violencia de género y a favor de condiciones de igualdad. Y es que aunque han habido avances legislativos, como lo contamos en esta nota, las desigualdades persisten, en especial en temas laborales

Por ejemplo, alrededor del 55% de las mujeres con empleo se encuentra en pobreza laboral, es decir, que no puede comprar la canasta básica con el ingreso que percibe. En el caso de los hombres, es el 50%, según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y México, ¿Cómo Vamos?, dos organizaciones dedicadas a la investigación económico y lideradas por mujeres.  

Una razón determinante, según las dos organizaciones, es el efecto desproporcional de labores de cuidados que recae en las mujeres, es decir, el cuidado doméstico y de personas. 

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Radiografía laboral de las mujeres en México

La certidumbre laboral para las mujeres es menor que la de los hombres. La gestión en torno a los empleos lo demuestra: las mujeres sufren más pobreza laboral y trabajan más en la informalidad.

Orígenes de la desigualdad

De acuerdo con las expertas de México, ¿Cómo Vamos?, hay más pobreza laboral porque, por una parte, no pueden acceder a posiciones de mayor rango y por ello ganan menos, en promedio y, por otro, la informalidad en la que trabajan no les da seguridad

Según la organización, las brechas salariales tienen su origen en el número desproporcionado de horas que ellas dedican a labores no remuneradas dentro del hogar.  En promedio, las mujeres pasan 40 horas de su semana en estas actividades, el doble de tiempo semanal que los hombres económicamente ocupados. 

La repartición poco equitativa de estas tareas representa una barrera para integrarse a la economía remunerada, de acuerdo con este análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). El valor económico que representa el trabajo de cuidados da cuenta de la brecha entre hombres y mujeres.

Lo anterior representa también un impedimento para que las mujeres se integren al mercado laboral formal. Muchas mujeres buscan trabajos informales, pues les permiten tener más flexibilidad para realizar las labores en casa a las que están sujetas. 

¿Qué hacer?

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En noviembre de 2020, la Cámara de Diputados aprobó reformas constitucionales en materia de cuidados. La iniciativa establece que toda persona tiene derecho al cuidado digno que sustente su vida. Especifica, además, que el Estado promoverá la corresponsabilidad entre mujeres y hombres en las actividades de cuidado.

El proyecto pasó al Senado y ahí sigue congelado, aunque también diferentes miembros de esta cámara ya presentaron en noviembre de 2021 otra iniciativa para crear la Ley General del Sistema Nacional de Cuidados.

Ambas iniciativas obligarían al gobierno a remunerar el trabajo de cuidados que no se paga y a otorgarle a la gente los recursos que necesite para sus propios cuidados y necesidades.

La desigualdad persiste, pero existen los proyectos para reducirla, solo falta que el gobierno se apresure.

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