Interjet lo hizo otra vez. De un día para otro, la aerolínea dejó en tierra a cientos de pasajeros, esta vez –dice– será hasta enero de 2021.
Ésta no es la primera… ni la segunda… ni la tercera… Es la cuarta vez que la aerolínea, fundada por Miguel Alemán Magnani (nieto de quien fuera presidente de México entre 1946 y 1952, Miguel Alemán Valdés, e hijo del ex gobernador de Veracruz, Miguel Alemán Velasco), cancela sus operaciones.
Lo anterior, a pesar de que la Ley de Aviación Civil y la Ley Federal de Protección al Consumidor protegen a los pasajeros y a los compradores de productos y servicios, respectivamente.
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Ante la situación, miles de afectados se han congregado en grupos de Facebook, como Defraudados por Interjet, que ya reúne a casi 3,000 personas, o Queja Colectiva Interjet, que tiene 13,741 miembros.
Las responsables por cuidar y cumplir esas leyes son la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Sin embargo, la primera no ha dicho ni una sola palabra sobre el tema y la segunda solo ha llamado a que los pasajeros afectados se unan en una queja colectiva.
Pero la empresa puede cumplir o no el fallo que la autoridad dé a partir de esa queja y, si no lo cumple, no le pasará absolutamente nada: no la multarán, no sufrirá sanciones, nada.
La que sí ha hablado es Raquel Buenrostro, titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), quien dijo que la aerolínea “ya no tienen dinero en la caja, no tienen para pagar la gasolina, la empresa está quebrada desde el año pasado. No es un tema de la pandemia, está quebrada por malas administraciones de muchísimos años. Los impuestos los deben desde 2013, entonces es una empresa que lleva siete años mal, con malas administraciones, no tiene caja”, señaló en entrevista con el diario La Razón
La inversión fantasma
En julio pasado, Interjet anunció con bombo y platillo que Alejandro del Valle y Carlos Cabal Peniche eran sus nuevos inversionistas y le inyectarían 150 millones de dólares (más de 3,100 millones de pesos). Pero hasta el momento, esa inversión no aparece por ningún lado, al igual que el controversial Cabal Peniche, quien en noviembre pasado dijo que siempre no invertiría en la aerolínea y se retiraba de la jugada.
El diario La Jornada publicó en septiembre que la inversión de Cabal y Del Valle, en realidad se había usado para que Corporativo Coral –también de la familia Alemán, como Interjet- comprara Grupo Radiópolis.
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¿Todo es culpa de la pandemia?
Si bien el sector aeronáutico ha sido de los más afectados por la pandemia de la COVID-19 (con el cierre de fronteras, cancelación de rutas y disminución generalizada de viajeros), la realidad es que Interjet venía operando en números rojos desde hace tiempo y, como dijo Buenrostro, estaba prácticamente en quiebra desde el año pasado.
Como reportamos en esta nota, en octubre de 2020 las deudas de Interjet, tan solo con el gobierno mexicano, ascienden a 4,641 millones de pesos, entre combustible, derechos aeroportuarios y migratorios.
Incluso en la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA), que Interjet cobra de manera automática en la venta de tickets a los pasajeros, debe casi 1,000 millones de pesos. Es decir, los pasajeros pagaron la tarifa, pero Interjet, en lugar de pagarla al Aeropuerto de la Ciudad de México, como correspondía, se la embolsó.
Los malos manejos de Alemán y ahora de Del Valle
Quienes realmente están pagando los platos rotos de los malos manejos de Corporativo Coral son los pasajeros y empleados de Interjet.
Si bien las cancelaciones de vuelos de los últimos meses han impactado a cientos de personas viajeras, el número total de afectados por Interjet podría rondar los miles.
Esto, porque mientras que varias rutas y vuelos de las aerolíneas mexicanas fueron suspendidos temporalmente con la pandemia, tras la reactivación, la mayoría de ellas volvieron a operar sus vuelos de manera habitual… menos Interjet.
La aerolínea pasó de manejar 55 rutas (30 nacionales y 25 en el extranjero, a países como Estados Unidos, Canadá y varios más de Latinoamérica), a menos de 10, entre ellos CDMX-Cancún y CDMX-Monterrey.
Cuando los cielos se volvieron a abrir para los vuelos comerciales, Interjet no retomó las suyas, pero tampoco reembolsó a los pasajeros los miles de tickets aéreos de las diferentes rutas que ya no volvió a operar.
Además, los 5,000 empleados de la aerolínea dejaron de recibir sus salarios de manera regular desde hace meses y aún les debe varias quincenas, por lo que en noviembre pasado estuvieron a punto de declararse en huelga.
Del Valle les prometió pagarles la siguiente semana, cosa que no sucedió. Aunque han liberado el pago de algunas quincenas, aún deben dinero, así como las liquidaciones de quienes fueron despedidos.
Interjet también dejó de pagar el seguro social de sus empleados desde marzo, a quienes no les informó de la situación. Fue hasta que una de sus colaboradoras acudió a su clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que le informaron que su patrón había dejado de pagar sus aportaciones, según reportó el diario Reforma.
Por todas estas situaciones, la quiebra de Interjet parece una situación inminente, aunque aún el gobierno federal no intervendrá en este problema que afecta a miles de personas, aseguró un testigo que estuvo presente en una reunión celebrada entre ex trabajadores de la aerolínea y la Secretaría de Gobernación.
