La semana siguiente a los comicios del 4 de junio de 2023 en las que se renovó la gubernatura del Estado de México y Coahuila, además de 20 diputaciones coahuilenses, Morena reagrupó y ordenó a sus cartas fuertes para prepararse para la contienda del siguiente año en el que se juega la presidencia de México.
Entre las corcholatas que ya conocemos –Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard y Gerardo Fernández Noroña– se incluyó una de última hora: el ex gobernador de Chiapas y ahora senador con licencia por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) Manuel Velasco.
Existe una larga relación del presidente Andrés Manuel López Obrador con la familia de Velasco Coello, ya que mantuvo una fuerte amistad con los dos abuelos del ex mandatario chiapaneco, Fernando Coello Pedrero y Manuel Velasco Suárez.
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Pero además, el Partido Verde tiene su propia historia con Morena, ya que hay un pacto político entre ambas fuerzas políticas, nos dijo el doctor en Ciencias Sociales, Khemvirg Puente.
“En la actualidad, si no fuera por el Partido Verde, Morena no hubiera ganado las elecciones del Estado de México y tampoco tendría mayoría legislativa en la Cámara de Diputado;, es decir, no podría aprobar su presupuesto por sí solo ni aún aliándose con el PT”, comentó Puente.
El especialista detalló que ésto condiciona el proceso electoral interno para seleccionar candidato presidencial.
“Este contexto obliga a Morena a visibilizar que tiene dos aliados a los cuales es necesario dotarlos de espacios en el próximo gobierno en caso de ganar las elecciones y también de espacios legislativos como parte de la coalición”, agregó.
La “amistad” entre Morena y el Partido Verde
Es cierto que el PVEM siempre ha sido un partido rémora que vive alrededor de partidos más grandes: en el 2000 con el PAN para abanderar a Vicente Fox a la Presidencia, después con el PRI con Roberto Madrazo, Enrique Peña Nieto y José Antonio Meade, ahora con Morena.
Pero antes de que públicamente se cambiara de bando (otra vez), el partido que hoy representa Velasco en la coalición para el 2024 presuntamente operó en favor de López Obrador para las elecciones de 2018.
Una muestra de esto es el caso de David León Romero, ex coordinador nacional de Protección Civil y consultor independiente cercano a Velasco que en 2015 fue captado en video entregando dinero a Pío López Obrador, hermano del presidente, presuntamente para apoyar su candidatura.
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Antes de esto, León Romero fue coordinador de comunicación del PVEM en el Senado de marzo de 2011 a agosto de 2012, periodo en el que coincidió con Manuel Velasco, quien luego se convirtió en gobernador de Chiapas.
Luego de que en 2020 fueran difundidos tres videos en los que se documenta las transacciones entre Pío López Obrador y León Romero -quien había sido designado como director de la empresa de distribución de medicamentos del gobierno federal de López Obrador ese mismo año, aunque tras el escándalo no asumió el cargo- la Fiscalía General de la República resolvió no ejercer acción penal y tampoco la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales.
Este dinero supuestamente provenía del gobierno de Chiapas a cargo de Manuel Velasco (2012-2018), aunque el equipo del ex gobernador chiapaneco ha negado que David León estuviera bajo la nómina del estado, ya que trabajaba de manera independiente como consultor y estaba separado de funciones públicas, según declaró una vez concluido el proceso e investigación del que resultó absuelto.
Velasco, una “corcholata” para asegurar posiciones de PVEM el próximo sexenio
Khemvirg Puente, especialista en Ciencias Políticas y Sociales, destacó que probablemente lo que busca la candidatura de Manuel Velasco en alianza con Morena y el PT es visibilizar la presencia del Partido Verde, ya que el ex gobernador chiapaneco es la figura más relevante de su partido.
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“El PVEM y su pre candidato no tiene la menor posibilidad de ser el abanderado presidencial, pero lo que buscan es posicionarse en la opinión pública para negociar posiciones políticas. No veo ningún otro proyecto atrás, no hay ningún intercambio de agenda ni la construcción de un proyecto de gobierno. Es un simple intercambio de posiciones políticas”, nos explicó Puente.
A pesar de que el gobierno de Manuel Velasco en Chiapas estuvo envuelto en diversas controversias como el presunto desvío de fondos estatales a empresas fantasma y diversas irregularidades en el uso del presupuesto estatal que fueron señaladas por la Auditoría Superior de la Federación, sigue siendo una ficha conveniente para el partido en el poder.
Y quizás la gran lección que dejaron las pasadas elecciones para el gobierno de Coahuila en la que Morena, PT y Verde trataron de hacerse su propio juego fallando estrepitosamente en el intento y dándole el triunfo al candidato de la alianza PRI, PAN, PRD, Manolo Jiménez, les demostró que es momento de asegurar su futuro político el próximo sexenio.
