Desde 2014 y hasta las últimas elecciones, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) desvió 133 millones de pesos a una red de 35 empresas fantasmas, como documentó el medio español El País.
Desde su creación en 1986, el PVEM se ha convertido en un “comodín” de las alianzas electorales, lo mismo con el PAN, que con el PRI y ahora con Morena. Su creciente presencia en la Cámara de Diputados lo ha convertido en un actor clave para lograr mayorías en el Congreso o bien, hacer la diferencia en las elecciones presidenciales.
Este partido ha estado en el centro de muchos escándalos electorales por querer doblar las reglas. ¿En qué está metido ahora? En una red de empresas fantasma.
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En la mira del SAT: modus operandi
Cada año el Servicio de Administración Tributaria (SAT) publica una lista de empresas que tienen “operaciones presuntamente inexistentes”. Es decir, que están emitiendo facturas mientras fingen funcionar cuando no tienen empleados, maquinaria, o un domicilio fiscal confiable -características comunes en empresas fantasma.
En los últimos años, el PVEM le pagó a 35 empresas que están dentro de esa lista 133 millones de pesos con los recursos que se le asignaron entre 2014 y 2019 para financiar sus actividades ordinarias y costear sus campañas.
Y no sólo eso, algunas compañías dentro de la red que recibieron los 133 millones de pesos ya estaban en la mira de la Unidad Técnica de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE) por irregularidades en los informes anuales de gastos del partido.
Esto no es nuevo para el PVEM, el INE constantemente le impone multas por anomalías en sus procesos de contratación y por alterar sus informes de gastos.
Por ejemplo, la multa más reciente se la pusieron la semana pasada por poco menos de 5 millones y medio de pesos por no reportar el monto real de sus contratos con Lahir Omar Sánchez Ríos, un proveedor. La Unidad Técnica de Fiscalización del INE detectó que el PVEM realizó operaciones por casi 3 millones pero en el informe de fiscalización reportó solamente 150 mil pesos…
¿A dónde se fue el dinero?
Todas las empresas que quieran vender, arrendar o proporcionar servicios a los partidos políticos y candidatos tienen que estar inscritas en el Registro Nacional de Proveedores del INE. El registro establece que la Unidad Técnica de Fiscalización debe verificar la información de los proveedores por lo tanto, en parte, la culpa de permitir contratos con empresas fantasma recae también en la autoridad electoral.
La mala costumbre del PVEM de no declarar bien sus gastos lo hicieron en un esquema mucho mayor por medio de redes de empresas fantasmas en los estados.
Los servicios que facturaron las empresas fueron tanto para sus actividades ordinarias (subcontratación laboral para brigadas de afiliación; arrendamiento de oficinas; renta de camionetas; reparación de autos; asesoría jurídica; consultorías administrativas; y encuestas y servicios de investigación) como para sus actividades de campaña (financiamiento de propaganda, renta y colocación de anuncios espectaculares, pinta de bardas, compra de volantes, entre otros).
Los bienes y servicios no solo fueron contratados por el Comité Ejecutivo Nacional del Partido, sino también por directivas estatales.
¿Directivas estatales que formaron parte la red fantasma?
Los esquemas de desvío de dinero suelen hacerse a través de redes de empresas o empresas por sí solas. El Partido Verde usó redes con las directivas estatales.
Según el medio español El País, la principal característica de la red del Verde consiste en contratar empresas que fueron constituidas el mismo día en la misma notaría en el caso de Querétaro, Guerrero y Veracruz.
En Querétaro, el PVEM celebró contratos de 1.5 millón de pesos por “servicios de consultoría” con la empresa Orobarz Servicios Administrativos, SA de CV y contratos de 7 millones de pesos por la “compra de audífonos, cobijas, uniformes y balones de futbol para eventos” con la empresa Comercializadora Feyray, SA de CV.
Ambas empresas fueron creadas el 4 de abril de 2013 en Santiago en Nuevo León y contratadas por el PVEM un año después. Fueron proveedoras del partido de 2014 a 2016 y un par de años después aparecieron en el Diario Oficial de la Federación como empresas que simulan actividades.
En Guerrero, el esquema se centró en crear cuatro empresas (Lin Blup, Levit, Dayty y Chelumex) que supuestamente ofrecían servicios de encuestas. Todas fueron creadas el 11 de mayo de 2015 en Acapulco, ante el mismo notario y reportaron el mismo domicilio fiscal el cual corresponde a un edificio de departamentos y oficinas en renta.
Según lo reportado ante el INE, el PVEM contrató a Levit en 2017 para que le fabricara reglas de plástico, carpetas, llaveros metálicos, relojes publicitarios y bolígrafos.
Meses después, en diciembre de 2018, las autoridades fiscales exhibieron en el DOF a la empresa por haber emitido comprobantes fiscales sin contar con los activos, personal, infraestructura ni capacidad material para producir los bienes de las facturas.
Aun con el aviso del SAT en el Diario Oficial, el partido le pagó tres facturas de 153,000 pesos en enero de 2019. Estas fueron las últimas facturas que el INE permitió que recibiera la empresa Levit pues aunque le canceló su Registro Nacional de Proveedores, para entonces la empresa ya había recibido 7.2 millones de pesos del PVEM desde 2016.
Otras empresas que celebraron contratos con el partido y fueron fichadas por el SAT como empresas fantasma son Coordinación Empresarial del Sur en Veracruz, arrendataria de camionetas; Ingeniería y Construcciones Mopar en Chiapas, por pintar 38,500 metros cuadrados en bardas; Servicios Integrales Vabok en Sonora por ofrecer servicios de investigación; Anerk en Jalisco que le arrendó oficinas; y Pine Crest Trading Co que le vendió gorras al partido por casi un millón de pesos en Oaxaca.
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¿De dónde sacaron el dinero?
Año con año el PVEM se ha convertido en un partido satélite que cada vez cuenta con más presencia y, por ende, con más presupuesto del INE.
En las últimas elecciones, el PVEM apareció en la boleta junto a Morena y el Partido del Trabajo (PT) en la alianza Juntos Hacemos Historia, una unión de la cual sacaron mucho provecho pues cuadruplicaron los 11 curules que tenían en la anterior legislatura. Este es el mejor resultado en su historia.
La presencia del Verde como partido satélite comenzó en el 2000 durante la elección de Vicente Fox del PAN. Posteriormente estuvo alrededor del PRI, hasta la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto.
Ahora hace mancuerna con Morena y el PT. Desde 2018, cuando inició la actual legislatura, cinco diputados del PVEM se pasaron a Morena después de que el partido oficial aprobara la licencia en el senado a Manuel Velasco para que pudiera retomar su cargo como gobernador de Chiapas.
Este año el Verde compitió en la coalición Juntos Hacemos Historia en 183 de los 300 distritos electorales: 50 candidaturas serán para candidatos del PVEM, 45 serán para el PT y 88 para Morena.
Su ahora acercamiento a Morena lo convirtió en un jugador clave para que el partido de López Obrador alcanzara la mayoría en la Cámara de Diputados en 2021. Aún con todos sus escándalos, el Verde adquiere cada vez más presencia política y se mantiene cerca del partido del presidente. ¿Cuántas multas más le llegarán por parte del INE?
