Entre las ruinas de lo que fue la efímera campaña a la presidencia de Samuel Garcia, lo único que queda de pie es Mariana Rodríguez. La empresaria e influencer dio en pocos días una lección a la clase política sobre cómo debería verse una campaña electoral en redes sociales, y más allá del fracaso de su esposo, la propuesta de Rodríguez Cantú merece ser analizada como parte del futuro de la comunicación política en México.
Con 3.5 millones de seguidores en Instagram –más que López Obrador, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum juntos– Mariana Rodríguez es la carta fuerte de Samuel García. Su plataforma fue fundamental en 2021 para que Movimiento Ciudadano se quedara con la gubernatura de Nuevo León, después de los escándalos que destruyeron la campaña de la candidata de Morena Clara Luz Flores Carrales, y sigue siendo la esperanza de la carrera política de García en medio de tantos tropiezos.
Entre momentos virales como el video en el que enseña sus tenis naranja y dice “fosfo, fosfo”, su boda en plena pandemia y las controversias alrededor de sus negocios, Mariana Rodríguez se ha vuelto poco a poco una de las personas más habladas en México y con ella la carrera política de su esposo ha ganado relevancia.
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El 12 de noviembre de 2023 Samuel Garcia se registró como único aspirante a la presidencia de Movimiento Ciudadano después de varias semanas de especulaciones sobre quién iba a levantar la mano en el partido naranja. Acompañado por Mariana Rodríguez en un traje naranja y su hija de ocho meses Mariel, el gobernador de Nuevo León anunció sus aspiraciones presidenciales y la imagen que marcó el día fue la de su hija con la frase “México tiene futuro” de fondo.
¿Qué no son las redes sociales?
Como te contamos en esta nota Samuel Garcia tuvo que regresar a Nuevo León y dejar de lado sus aspiraciones presidenciales para 2024; sin embargo, la atención que captó su campaña gracias a su uso de las redes sociales despertó una conversación importante sobre estas.
Las redes sociales no lo son todo. Si bien figuras como Mariana tienen millones de seguidores, no hay evidencia de que esto se traduzca per se en votos. En las redes sociales se crean “microuniversos” o cajas de resonancia donde conviven quienes ya coinciden. En un país tan polarizado como México en estos momentos, moverse entre espacios y llegar a audiencias adversas sigue siendo complicado, nos explicó Edgar Moreno, director de la consultoría Meridiano 99, especializada en comunicación y monitoreo de medios y redes sociales.
Sin embargo, “las redes sociales son un medio por el cual se puede hacer campaña de un modo distinto, fresco y más cercano”, lo innovador del uso de redes por parte de Rodríguez es que su Instagram se convirtió en un espacio “en el que se podía ver a su esposo como una persona de carne y hueso”, explicó también Moreno.
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Es importante distinguir entre las diferentes plataformas y entender qué buscan las audiencias en cada una para comenzar a planear una estrategia exitosa en redes sociales. Mariana Rodríguez tiene la ventaja de que antes de estar en la política ya dominaba Instagram, así que al entrar en el juego electoral ya tenía la atención del público y la fórmula para presentarse.
Las historias de Mariana en Instagram no se transformaron en un espacio de debate sobre propuestas o política pública, simplemente le permitieron a las personas de Nuevo León –y de México– conocer a su esposo de una forma que se sintiera personal. En una democracia el centro debería estar en las propuestas, sin embargo estas no son las que llaman la atención.
Mariana y Samuel no son mexicanos promedio, pero no tienen que serlo, la audiencia en Instagram precisamente busca contenido aspiracional con un toque humano y en ese cruce Mariana Rodríguez logró colocar a su familia. Pero detrás de las luces, las marcas y la imagen de familia tradicional quedan los problemas de agua, los feminicidios y la inseguridad que atraviesa el estado. Si bien la esposa del gobernador no es la responsable de todo lo que pasa en Nuevo León, su plataforma ha limpiado siempre la imagen de su esposo.
Las causas de Mariana
Además de ser una ventana a su vida y su lugar de negocios, Mariana utilizó su Instagram para promover su causa personal que son las infancias y la maternidad. Con Garcia ya como gobernador Rodríguez llevó a sus seguidores con ella a conocer la situación de los miles de niños que viven en condiciones de vulnerabilidad en el centro Capullos del DIF de Nuevo León.
Los niños, las adopciones, la precariedad en los centros y los problemas del DIF, todo se ha mostrado en las redes de la influencer. Y aunque se ha debatido la ética de que estos menores aparecen como contenido en lo que finalmente es un negocio, la atención que ha llevado Mariana a Capullos ha venido con grandes donaciones al centro. Este se encuentra en proceso de expansión y remodelación actualmente.
Los espacios de lactancia “Alimentar con amor” son otro de los proyectos que Mariana ha impulsado. Según ha dicho la empresaria, la maternidad la sensibilizó al tema de la lactancia y la importancia de que las mujeres cuenten con lugares seguros en el espacio público para hacerlo. La red de lactarios cuenta con más de 60 cabinas y está en los 51 municipios del estado. Sin embargo, todavía falta un largo camino por recorrer para garantizar una lactancia segura y cómoda para todas las mujeres de Nuevo León.
¿Cómo se construye una buena campaña?
La mayoría de los políticos no tienen el mismo dominio de redes sociales que Mariana Rodríguez, pero existen formas de conectar y generar contenido eficiente que complemente sus campañas políticas, el problema es que muy pocos han entendido cómo.
“Los políticos tienen claridad de que las redes sociales son hoy por hoy una de las fuentes de información más importantes”, pero “una cosa es estar en la plataforma y otra cosa es saber usar la plataforma”, nos dijo también Edgar Moreno.
Por un lado están quienes utilizan las redes sociales como otro medio tradicional y los ven como un espacio para continuar el debate de política pública de la misma forma que lo hacen en televisión. Por otro lado, están quienes “solamente se someten al ridículo”, explicó el también politólogo, pero ninguna de estas dos estrategias genera empatía con el candidato o les permiten conectar con la audiencia de redes sociales.
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Las generaciones más jóvenes están desencantadas de la política y cada vez el debate se aleja más de la ideología para enfocarse en quienes son las personas.
El rechazo a los políticos tradicionales ha traído como consecuencia el surgimiento de figuras y propuestas diferentes que rompen con los moldes preestablecidos. Esto ha resultado desastroso en varios países, pero falta ver cuál será la experiencia mexicana.
Ni todos los políticos pueden ser influencers, ni todos los influencers pueden entrar a la política, pero un uso estratégico de las redes sociales es fundamental para cualquier campaña que busque innovar y he ahí la aportación de Mariana Rodríguez.
Mariana Rodríguez no es solo una “dama de compañía”, como la llamó el ex presidente Vicente Fox, es parte del futuro de la comunicación política. Es una mujer joven que desde su celular comanda la atención de millones y tiene puestos encima los ojos de gran parte del país.
Rodríguez ha aclarado que no descarta contender por un puesto público después del ridículo nacional que hizo su esposo en las últimas semanas; quizá su talento y habilidad estarían mejor utilizadas en ella misma.
