¿Quién no ha visto en México a un niño, a una niña o a algún adolescente trabajando? Esta es una realidad que no está bien, y que es ilegal.
La normalización del trabajo infantil es un desafío urgente en un país donde 3,269,395 niñas, niños y adolescentes de entre 5 y 17 años de edad, realizan alguna actividad económica, de acuerdo con las más recientes cifras de trabajo infantil reportadas por el Inegi en el año 2019.
En el marco del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, Oscar Castillo, director de Proyectos Campos de Esperanza en World Vision México, una organización internacional líder mundial en asistencia y desarrollo para grupos vulnerables como la infancia, nos dijo que es urgente “visibilizar y dejar de normalizar el trabajo infantil en México”.
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“Con el reconocimiento nacional e internacional, transformamos las condiciones de vida y aumentamos las oportunidades para un futuro mejor de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes que viven en situación de mayor vulnerabilidad en el país”, detallan en su página web.
Es importante destacar, que de acuerdo con la organización civil, el trabajo infantil en México se concentra en áreas rurales y urbanas, y en sectores económicos como la agricultura, el comercio, la industria manufacturera, la construcción y los servicios domésticos.
El tamaño de la normalización del trabajo infantil
Si todas las niñas, niños y adolescentes que trabajan en México ocuparan un municipio, llenarían dos veces dos de los más poblados; Ecatepec y Tijuana que tienen alrededor de 1,600,000 habitantes.
“3,269,395 de niñas, niños y adolescentes es una problemática bastante grande y seguramente durante la pandemia la cifra se haya incrementado porque no hay un dato reciente después de la crisis sanitaria”, subraya Castillo.
México ocupa el segundo lugar en América Latina en términos de trabajo infantil después de Brasil, de acuerdo con esas cifras emitidas por Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) hace cuatro años y todavía persisten desafíos importantes por considerar para reducir el trabajo en los niños y las niñas en México.
Uno de ellos es la normalización del trabajo infantil, insiste Oscar Castillo, “incluso se le ve como algo positivo”, agrega.
Según cifras de World Vision México, en junio del 2022 el trabajo infantil en México se sigue normalizando específicamente en Oaxaca, que ocupa el primer lugar a nivel nacional en trabajo infantil de acuerdo con la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil.
La organización detectó que el 17% de las personas entrevistadas no considera el trabajo infantil como una forma de violencia, incluso lo normaliza y “la deserción educativa, está relacionada con los roles de género y prejuicios de padres de familia”.
La organización indicó que en ese estado el 10.1% de niñas, niños y adolescentes no asiste a la escuela. “En el caso de los niños, trabajan para apoyar en la economía de sus familias, mientras que, las niñas son por razones asociadas al trabajo doméstico y cuidados”.
“Vale la pena echar un vistazo sobre las estadísticas y tendencias actuales para generar conciencia sobre la magnitud del fenómeno en México y sumar esfuerzos para erradicarlo”, nos dijo Castillo en entrevista.
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Castillo menciona la necesidad de fortalecer acciones coordinadas entre sociedad y gobierno para erradicar el trabajo infantil “que no es una actividad permitida”.
Y la infancia no debe trabajar precisamente “por el riesgo que corren”, nos explicó Castillo. “Si están en la calle, están propensos a los accidentes automovilísticos, si están en empresas; al contacto con personas adultas, si trabajan en lugares donde venden bebidas alcohólicas pueden sufrir abusos, pueden enfermarse… y al final todo esto mina su desarrollo y no les permite disfrutar de su infancia”.
El trabajo infantil es una violación de los derechos fundamentales de los niños. No solo los priva de su derecho a la educación y a una infancia adecuada, sino que también los expone a peligros físicos y emocionales, alertó Oscar Castillo.
A menudo, “estos niños se ven obligados a realizar trabajos peligrosos y mal remunerados, dejando un impacto duradero en su salud y bienestar”. La explotación laboral infantil perpetúa el ciclo de pobreza y afecta negativamente su desarrollo y oportunidades futuras.
¿Qué está haciendo México para erradicar el trabajo infantil?
La prevención y erradicación del trabajo infantil en México requiere de la coordinación interinstitucional entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil, señala Castillo, especialista en grupos vulnerables de World Vision México.
“Tenemos que redoblar esfuerzos”, reconoció Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo, en febrero del 2022, cuando la dependencia publicó el Plan de Trabajo de la Comisión Intersecretarial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección de Adolescentes Trabajadores en edad Permitida en México (CITI).
El programa federal planteó cinco estrategias para cumplir sus objetivos para erradicar el trabajo infantil en México entre el año 2021 y el 2024: promover una cultura de prevención y erradicación del trabajo infantil; proteger los derechos humanos y laborales de la infancia; fortalecer a las instancias y mecanismos de vigilancia; promover la protección social y fortalecer los componentes de educación y recreación.
El impacto de la estrategia federal en los más de 3,000,000 de niñas, niños y adolescentes que trabajan en México todavía se desconoce, pero sí se sabe sobre los factores que inciden en el trabajo infantil: la pobreza, la falta de acceso a una educación de calidad, la migración y la discriminación.
Para hacer frente a esta situación, “es fundamental una estrategia integral que aborde las causas profundas del trabajo infantil y promueva un cambio sistémico”, nos comentó Oscar Castillo.
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“Hace falta hacer que se cumpla la normativa laboral para que se vigile que no haya niñas y niños trabajando en actividades peligrosas. Es crucial fortalecer la capacidad de los organismos encargados de hacer cumplir las leyes laborales y garantizar la protección de los derechos de los niños. Se deben establecer mecanismos de monitoreo efectivos para identificar y eliminar las peores formas de trabajo infantil, así como para asegurar el cumplimiento de las normas internacionales”.
Por otro lado, organizaciones como la ONU y Save the Children coinciden en que es necesario seguir promoviendo la educación de calidad, el acceso a servicios básicos, el fortalecimiento de la legislación laboral y la protección de los derechos de las niñas, los y los adolescentes como parte de una estrategia integral para erradicar el trabajo infantil y garantizar un futuro justo y seguro para la infancia mexicana.
México enfrenta hoy un desafío crítico en el Día Mundial del Trabajo Infantil, que sigue siendo una realidad preocupante para millones de niñas, niños y adolescentes en diversas regiones de México.
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De acuerdo con las reflexiones de Oscar Castillo, para erradicar el trabajo infantil “todos” tenemos que participar: los gobiernos, las organizaciones, las comunidades y la sociedad en general. ¿Podremos entre todos hacerle frente al trabajo infantil? Es necesario, solo así se garantizará que nuestras niñas, niños y adolescentes, “puedan vivir una infancia segura, saludable y libre de explotación laboral”.
Estas son las cinco razones fundamentales que Oscar Castillo, director de Campos de Esperanza de World Vision México ofrece sobre por qué las niñas, los niños y los adolescentes menores de 15 años no deben trabajar:
- Derechos y desarrollo: El trabajo infantil viola los derechos fundamentales de los niños y niñas. Todos los niños tienen derecho a la educación, a jugar, a recibir atención médica y a vivir una infancia libre de explotación. Trabajar en edades tempranas les priva de estas oportunidades y puede tener consecuencias negativas en su desarrollo físico, emocional y cognitivo.
- Educación: El trabajo infantil interfiere con el acceso a la educación. Los niños que trabajan a menudo no pueden asistir regularmente a la escuela o abandonan prematuramente sus estudios. La educación es fundamental para el desarrollo de habilidades, conocimientos y oportunidades futuras. Privar a los niños de una educación adecuada perpetúa el ciclo de pobreza y limita sus perspectivas de vida.
- Salud y seguridad: Muchos trabajos realizados por niños son peligrosos y perjudiciales para su salud y bienestar. Los niños pueden verse expuestos a sustancias tóxicas, trabajos físicamente exigentes, accidentes y lesiones. Su inmadurez física y mental los hace especialmente vulnerables a los riesgos laborales. El trabajo infantil puede tener consecuencias a largo plazo en su salud física y mental.
- Desarrollo social y emocional: El trabajo infantil puede limitar las oportunidades de los niños para socializar, jugar y relacionarse con sus pares. Estas actividades son fundamentales para su desarrollo social y emocional, ya que les permiten aprender habilidades de comunicación, cooperación y resolución de problemas. El trabajo precoz a menudo los expone a situaciones de aislamiento y les impide disfrutar de una interacción saludable con otros niños.
- Ciclo de pobreza: El trabajo infantil perpetúa el ciclo de pobreza. Cuando los niños trabajan, se ven privados de una educación de calidad y oportunidades para mejorar sus condiciones de vida en el futuro. Esto los coloca en desventaja y limita sus perspectivas de empleo digno en la edad adulta. La erradicación del trabajo infantil es crucial para romper este ciclo y construir un futuro más equitativo y próspero.
