“Ah, que México es un país con tranquilidad, con paz, que la violencia está limitada a muy pocas regiones del país y que tiene que ver más con el enfrentamiento de bandas”.
“Ya no es el tiempo de antes, cuando se le declaró la guerra a la delincuencia organizada, que perdieron la vida muchos inocentes, llegaron a llamarles daños colaterales. Sí se acuerdan, ¿verdad? Ya eso afortunadamente no sucede y hay una disminución en la incidencia delictiva en el país en general”.
“Entonces, México es un país seguro y de gente buena y de gente trabajadora”.
Eso contestó en la conferencia de prensa matutina del 29 de marzo el presidente López Obrador cuando una reportera del Canal 11 le preguntó qué diría para tranquilizar y dar confianza a los turistas que salieron muy asustados del aeropuerto de Cancún por el ruido que hicieron unas mamparas al caer y que confundieron con una balacera.
Lo primero que hay que decir es que sí hay una tendencia a la baja en varios delitos que integran la incidencia delictiva. Por ejemplo, entre diciembre de 2018 y febrero de 2022 los homicidios se redujeron casi 22% y si se compara con febrero de 2021, la reducción es del 14%.
Sin embargo, las cifras siguen siendo altísimas: los 2,260 homicidios dolosos de febrero equivalen a un promedio de 81 homicidios diarios. Para ponerlo en perspectiva, hasta el 27 de marzo, tras poco más de un mes de guerra en Ucrania, habían muerto 1,119 civiles según Naciones Unidas.
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En todo el país falta paz y tranquiliad
La violencia tampoco está limitada a muy pocas regiones del país, como dijo el presidente. En realidad, aunque seis estados concentran el 50% de los homicidios dolosos, en todos los demás estados también se registraron este tipo de homicidios. En Baja California Sur hubo siete asesinatos y fue el que menos tuvo en febrero de 2022.
Y esa tendencia tampoco cambia cuando se observa la violencia a nivel local: los 50 municipios más violentos del país están regados por varios estados y en cinco de los diez más violentos aumentaron los homicidios dolosos.
Pero además, como te contamos en esta nota, al intentar minimizar la violencia como si se tratara solo de un asunto entre bandas y donde no mueren personas inocentes, lo que hizo el presidente fue revictimizar a las personas asesinadas.
Lo anterior va contra el artículo 5o. de la Ley General de Víctimas que advierte que las autoridades no deben tratar a las víctimas como sospechosas.
Porque además, no es posible saber si las personas que han sido asesinadas durante los primeros tres años de este gobierno estaban involucradas en actividades ilegales porque en 9 de cada 10 homicidios dolosos que se cometieron durante 2019 no hubo una sentencia condenatoria.
Por último, tampoco es cierto que todos los delitos vayan a la baja. Los delitos relacionados con armas de fuego y los delitos contra el patrimonio han seguido aumentando.
Ojalá pudiéramos coincidir con el presidente y decir que México es un país con paz, con tranquilidad y con gente trabajadora. Pero como hemos visto en esta nota, nuestro país está lejos de alcanzar esa meta. Por todo lo anterior, se puede concluir que lo que dijo el presidente es falso.
