Con los asesinatos de Noé Ramos, aspirante del PAN en Tamaulipas, y Alberto Antonio García, candidato municipal de Morena en Oaxaca, suman 25 homicidios de personas que buscaban un cargo de elección popular en el actual proceso electoral.
Asesinaron a dos candidatos que aspiraban a gobernar alcaldías en diferentes estados de la República. De los 25 homicidios que van, 10 víctimas son de Morena; 5 del PAN; 4 del PRI; 3 de Movimiento Ciudadano, 1 del PRD; 1 del Partido del Trabajo y uno más contra el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Los estados que han reportado más asesinatos en este proceso electoral son: Guerrero, Michoacán, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Veracruz y el Estado de México.
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Las elecciones más grandes de la historia
En las elecciones de este año, las y los mexicanos votarán para cubrir más de 20,000 cargos, entre ellos la presidencia y las gubernaturas de nueve estados. Se calcula que en total son 70,000 candidatos los que se han presentado para participar en las elecciones del 2 de junio.
La mayor parte de la violencia se centra en las elecciones locales, es decir, presidencias municipales, que a menudo están al mando de las fuerzas policiales locales. Aunque candidatos de todos los partidos han sido asesinados, la mayoría (el 40%) se presentaban por Morena.
Cuando en la conferencia matutina del 16 de abril se trató el tema sobre aspirantes asesinados, el gobierno federal omitió mencionar los homicidios de ocho personas que aspiraban a un cargo y solo registró a 15 personas asesinadas.
Sin embargo, el informe Votar entre Balas, de Animal Político, Data Cívica y México Evalúa registró que desde septiembre del año pasado, 23 (ahora 25) aspirantes, precandidatos y candidatos han sido víctimas de homicidio.
¿Causas de la violencia?
Según expertos en violencia política entrevistados por CNN, en los municipios situados en las “zonas calientes” de los cárteles, los cargos se han convertido en el principal punto de entrada de la influencia corrupta. A medida que aumentan los ataques contra candidatos políticos, decenas de candidatos de varios estados han renunciado a sus candidaturas temiendo por sus vidas.
Por ejemplo, a principios de este año, después de que dos candidatos a la alcaldía de la localidad de Maravatío, en Michoacán, fueran asesinados en cuestión de horas, 10 aspirantes del PRI en contiendas locales en todo el estado renunciaron por amenazas que habían recibido de los cárteles.
Semana violenta
El pasado viernes 19 de abril Noé Ramos, candidato del PAN a la presidencia municipal de Mante, Tamaulipas, fue asesinado durante actos de campaña en la colonia Azucarera. El mismo día, fue localizado sin vida Alberto Antonio García, candidato de Morena a la alcaldía de San José Independencia en Oaxaca.
Alberto Antonio García era candidato y tesorero de la administración de su esposa, Agar Cancino Gómez -actual presidenta municipal-, quien también se encontraba desaparecida pero fue hallada con vida.
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Urgen protección en Tamaulipas
Juan José Guadalupe Ramos Charre, el presidente del Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM), comunicó que tras el asesinato de Noé Ramos, candidato del PAN a la alcaldía de El Mante, se han recibido nueve nuevas solicitudes de protección por parte de aspirantes.
Hasta el 18 de abril se habían registrado siete solicitudes, sumando un total de 16 con las adicionales del viernes. Estas solicitudes han sido enviadas a la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas, siendo 10 de aspirantes a ayuntamientos y seis de aspirantes diputaciones locales.
¿Nos enfrentamos a la elección más violenta de la historia del México moderno?
