Al tercer trimestre de 2021, la economía mexicana presentó un crecimiento del 5%, de acuerdo a la estimación oportuna que reporta en su sitio web México, ¿cómo vamos?, pero el panorama económico de nuestro país no era favorable aún antes de la pandemia.
Para el economista Ernesto Infante Barbosa, CEO de la consultora Greenalytics y ex asesor del ex gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, la crisis que estamos viendo se desató a raíz de la cancelación del proyecto del aeropuerto de Texcoco.
“Entonces yo creo que eso debe quedar clarísimo: que no fue la pandemia la causante de la crisis que tenemos”, nos aseveró el economista.
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Para el experto hay muchos indicadores que desde 2019 deberían estarnos alarmando, por ejemplo, en el rubro de la construcción que ha tenido malas políticas públicas que han reducido los recursos económicos que aportaba, afectando principalmente a la ciudadanía en el sector de la vivienda.
Otro tema preocupante para Ernesto Infante es el inminente crecimiento del desempleo “que tampoco está realmente dimensionado por el disfraz que tenemos con estos empleos informales donde la gente se está autoempleando, emprendiendo o haciendo algún tipo de trabajo intermitente”.
Además, el especialista consideró que hay una destrucción institucional que también afecta el dinamismo del crecimiento de la economía, como es el caso de los bancos de desarrollo como Social Hipotecaria Federal y Nacional Financiera.
Estas instituciones que tienen, precisamente la función de financiar al sector privado en sectores estratégicos y subdesarrollados, se ven desmanteladas por las políticas de restricción presupuestal, en “un simbolismo malentendido de austeridad republicana”, explicó.
“Hay una mezcla de política pública muy mala, un ambiente negativo para los negocios; un estado de derecho muy débil, una crisis institucional muy fuerte”, acusó.
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Además, explicó que la pandemia por la COVID-19, sí fue un factor desestabilizante, pero además expuso que en México tenemos un sistema de salud pública que está destruído y esto impactó en la productividad de los mexicanos durante los momentos más severos de la emergencia sanitaria.
“Hay un abandono fuerte de la población que no tiene acceso a otras posibilidades, de las empresas que no tienen acceso a otro tipo de financiamiento y es un gobierno en donde el estatus quo -los ‘ricos’- pues no tiene ningún problema”, señaló.
La nueva política de simbolismos
Para el CEO de Greenalytics, podríamos definir la situación económica de nuestro país como la crisis de una supuesta transformación que nos ha llevado a una política económica de simbolismos.
Por otro lado, para la economista especializada en Finanzas Públicas y Coordinadora de análisis económicos de México, ¿cómo vamos?, Adriana García, lo más preocupante es que no está claro un plan y trayectoria de recuperación económica en la agenda pública.
“Necesitamos más inversión tanto pública como privada para crear empleos de calidad y poder tener las capacidades necesarias en términos de infraestructura para poder ser más productivos”, nos explicó la experta.
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Una de las oportunidades que podemos tener ante la reconfiguración del comercio internacional que estamos apreciando, es aprovechar en términos del T-MEC para que México se posicione como el principal socio comercial de Estados Unidos, especificó García.
Lo anterior, explicó, ante las actuales tensiones entre China y Estados Unidos, donde México puede buscar tomar parte del mercado que tiene ahorita China en el país vecino, aprovechando las tendencias de las cadenas de producción más cercanas, que se conoce como Nearshoring.
El Nearshoring es un modelo de externalización de servicios en la que la subcontratación de procesos de negocio se lleva a cabo con empresas de un país cercano, de manera que la proximidad genere beneficios para ambas partes.
Además, tanto Adriana García, como Ernesto Infante coinciden en que la determinación de la administración del presidente López Obrador está enfocada en continuar con proyectos, como la controversial reforma eléctrica, que no nos llevan hacia el futuro, no genera mejores condiciones de vida ni una economía sustentable y limpia.
Lo que los expertos llaman un retroceso, se ve acentuado también por el rezago educativo que se padece tras dos años de una educación a distancia -como te contamos en esta nota– con modelos híbridos o hasta suspendida, cuyas consecuencias tendrá que afrontar la fuerza productiva y profesional de los próximos años en la economía de las y los mexicanos.
