José Medina Mora Icaza, presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), señaló en entrevista con Cuestione que la falta de financiamientos y apoyos gubernamentales provocó que casi una de cada tres pequeñas empresas desaparecieran durante la pandemia por COVID-19 en el país.
Y de acuerdo con datos del INEGI, en el año 2021 un total de 1,583,930 empresas desaparecieron a consecuencia de los efectos económicos causados por la pandemia.
En 2019, antes del inicio de la pandemia, el INEGI informó que había 4,857,007 establecimientos del sector privado y paraestatal. De estos, 99.8 % pertenecía a las denominadas micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que daban trabajo a 27,000,000 de personas.
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Estas cifras del INEGI indican que casi una de cada tres empresas que existían previo a la pandemia desaparecieron; la mayor parte de estas fueron micro y pequeñas empresas que no contaron con apoyos ni recursos, nos explicó Medina Mora.
Según el balance de la Coparmex, durante el primer año de la pandemia solo 7% de las Mipymes en México pudieron acceder a un apoyo del gobierno, mientras que el promedio de los países integrantes de la OCDE fue de 33.6%.
Por ejemplo, el gobierno de Chile destinó 6% de su PIB a conservar los empleos. En Perú, el 11%. En Guatemala, el 3.5%. En México fue de prácticamente cero. Si bien hubo un limitado apoyo el primer año, en 2021 se acabó. Y de ahí que un millón y medio de empresas desaparecieron durante la pandemia, asegura Medina Mora.
Las que siguen quedaron muy golpeadas
En 2020, según el INEGI, Quintana Roo fue el estado donde más establecimientos Mipyme cerraron definitivamente: un 31.9%. En 2021 esta cifra subió a 46.6%, con respecto al año 2019.
No obstante, Juan Carlos Ostolaza Cortés, director general del Centro de Competitividad México (CCMx), que pertenece al Consejo Mexicano de Negocios y al Consejo Coordinador Empresarial, destacó que la ventaja de las Mipymes es que son muy dinámicas y ágiles, muchas se reconvirtieron para poder permanecer, “sí desapareció un buen número de empresas, pero también se crearon más”.
Y es que el año pasado también nacieron 1,187,170 Mipymes, destaca el INEGI.
Como nos comentó José Medina, las micro y pequeñas empresas que siguen operando quedaron muy golpeadas por efecto de la pandemia. Muchas tuvieron que recortar personal o disminuir salarios. Y son empresas que generalmente no reciben apoyo del Gobierno ni créditos por parte de la banca comercial, o si los tienen son muy limitados.
“En época de crisis como la de la pandemia, donde cerró la economía cinco veces, lo más importante era el acceso a créditos”, para conservar los empleos, añadió.
“Hoy en día, somos el único país de la OCDE que no ha recuperado el nivel de la economía previo a la pandemia. Esto está directamente relacionado con los apoyos que dieron otros países a las micro y pequeñas empresas, que son las que necesitaban el apoyo”, afirmó el representante de la Coparmex.
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Las que accedieron a apoyos
El Estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN) 2021 del INEGI, que brinda información sobre los efectos de la pandemia por la COVID-19 en las Mipymes, encontró que solo uno de cada diez negocios mipyme sobrevivientes recibió algún tipo de financiamiento entre mayo de 2019 y julio de 2021.
El 75.2% de las micro, pequeñas y medianas empresas que obtuvo algún financiamiento lo utilizó para la adquisición de insumos, que “fue el principal destino del apoyo recibido por los establecimientos mipyme”, tanto en 2020, como en 2021, detalla el INEGI.
Mipymes, motor de la economía
Los micro y pequeños negocios que están cerca de las casas, a la vuelta de la oficina, incluso los que ahora se abren camino a través de Internet son el motor de la economía de México, pues aportan 50% al PIB y las que más empleos generan, sostiene la Coparmex.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del 2021, el 43% del empleo total y el 82% del empleo generado por empresas, resalta Coparmex.
Retos para las Mipymes
La pandemia encontró a las micro empresas con una baja digitalización. De las empresas micro, solo 19.8% reportaron contar con equipo de cómputo y 17.2% señalaron haber usado Internet para desarrollar sus actividades, según señala Coparmex.
A raíz de los confinamientos por la pandemia, las pequeñas empresas se vieron forzadas a avanzar en sus competencias digitales para poder mantener sus ventas y para adaptarse al trabajo a distancia.
Otro reto en México es integrar a las micro y pequeñas empresas a las cadenas de valor de las grandes empresas exportadoras, que sí han crecido durante la pandemia, coincidieron José Medina y Carlos Ostolaza.
Para Medina Mora, el país requiere establecer un modelo de desarrollo inclusivo, es decir, que las micro y pequeñas empresas estén ligadas a las cadenas de valor, pues “este es el factor fundamental para la recuperación económica del país, para la recuperación del empleo y para lograr mejores ingresos para los trabajadores de las empresas”.
En el contexto actual de alta inflación y de elevadas tasas de interés, el acceso a “créditos blandos” será fundamental para la supervivencia e impulso de las micro empresas, agrega Coparmex en un comunicado.
Entre las propuesta que lanza la Coparmex están: deducir “al 100% de las prestaciones laborales para incentivar la formalidad. Al menos de forma extraordinaria y temporal para 2022 y 2023, autorizando la deducción del 100% de las prestaciones tanto de previsión social, como las que obliga la Ley Federal del Trabajo y que a su vez constituyan ingresos exentos para los trabajadores”.
De las micro y pequeñas empresas que nacieron durante la pandemia muchas se encuentran en la informalidad. Por tanto, necesitan incentivos y herramientas para que caminen a la formalidad, que es necesaria para acceder a financiamientos, señaló Carlos Ostolaza.
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Buenas prácticas en México
De acuerdo con Carlos Ostolaza, director general del Centro de Competitividad México, los esfuerzos del sector empresarial están enfocados a la reactivación de ventas para lo cual muchas empresas se están transformando y reinventándose.
Nos compartió el caso de una empresa mexicana que antes de la pandemia se dedicaba a la confección de uniformes, pero durante la pandemia comenzó a fabricar cubrebocas de uso industrial. Y ahora la empresa cuenta con certificación para su nuevo producto, “estos cubrebocas sustituyeron muchos de los que se importaban de China”.
Además, el organismo empresarial firmó “un convenio con Microsoft para digitalizar a 5,000 pymes” en México, nos dijo.
Y durante la pandemia han colaborado con gobiernos estatales (como Yucatán, Querétaro, Tabasco, Estado de México, Zacatecas y Querétaro) y con el gobierno federal en programas como el de Jóvenes construyendo el futuro, para “vincular a jóvenes talentosos con pymes exitosas”, sostuvo Carlos Ostolaza.
