El pasado 15 de diciembre, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) anunció el aumento al salario mínimo el cual, a partir del 1 de enero de 2021, pasará de 123.22 a 141.70 pesos diarios, con el objetivo de “beneficiar a los que menos tienen”.
Este aumento de 11.3% -tomando en cuenta la inflación- se da cuando nuestro país atraviesa la mayor crisis económica en décadas y que, días después de este anuncio, la zona metropolitana de la capital del país se declaró nuevamente en semáforo rojo cerrando nuevamente miles de lugares de trabajo.
A pesar de esto, las autoridades del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se desbordaron en sus redes sociales para presumir la “buena noticia” y asegurar que con esta medida se sigue trabajando bajo la bandera del presidente: primero los pobres.
Creemos que te puede interesar: En noviembre se generó el mayor número de empleos desde 1999; pero, ¿es buena noticia?
Pero, en el contexto que vive nuestra economía, ¿fue el mejor momento para tomar esta decisión? ¿Son mayores los beneficios a los costos que genera en las empresas?
Para resolver estas preguntas te presentamos los argumentos de Luis Felipe Munguía, economista y presidente de la Conasami, así como la opinión de Adriana García, investigadora de la organización México, ¿cómo vamos?
Políticas aisladas de la realidad
Adriana García nos comentó que, por el contexto actual de las crisis sanitaria y económica, “es difícil que una política en el mercado laboral, aislada de la realidad económica, tenga los efectos positivos esperados”.
Para la investigadora de México, ¿cómo vamos? “la política de recuperación debe ser integral, considerando tanto a trabajadores como a las empresas”. Frente a lo aprobado por la Conasami, García considera que esta decisión no cumplió con esa condición, al no tomar en cuenta los intereses de los empleadores.
La entrevistada explica que este incremento “eleva los costos para las empresas en la mano de obra”, por lo que se enfrentarán a la decisión de “mantener a estos trabajadores en el sector formal o transitar a una dinámica informal”.
“Es imprescindible contar con una política que apoye a las empresas en esta difícil situación. Sin empresas no habrá puestos de trabajo y el incremento salarial será irrelevante”.
Mayor consumo para una pronta recuperación
De acuerdo con el presidente de la Conasami, este incremento sigue una lógica diferente a la postura de gobiernos anteriores respecto al salario mínimo. Mientras que antes se buscaba “controlar la inflación” manteniendo los salarios bajos, este gobierno tiene el objetivo de “beneficiar a los que menos tienen” aumentando la capacidad de compra de los trabajadores.A pesar de que este incremento fue menor que el registrado en los dos años transcurridos del gobierno de López Obrador, aún se encuentra por encima del incremento anual promedio registrado en los gobiernos anteriores (desde Vicente Fox a la fecha).
Munguía explica que esta decisión también se basó en lo que dice la literatura académica, asegurando que “en varios países se ha incrementado el salario mínimo en crisis” lo que ha contribuido a “un mayor consumo y dinamismo de la economía”, con pocos estudios que encuentran “efectos adversos en el empleo” por esta medida.
Además advierte que por las condiciones del mercado laboral mexicano, en donde no existe competencia perfecta y los empleadores tienen el poder de elegir el salario de los trabajadores, un aumento del salario “no sólo beneficia a los trabajadores que lo ganan, sino que además vuelve más eficiente al mercado”.
“Las empresas que antes pagaban el salario más bajo posible ahora tienen que pagar un salario más alto, pero lo óptimo sigue siendo producir más (…), lo único que se ve afectado son sus ganancias, que pasan de ser muy altas, a ser no tan altas.”
Finalmente, el funcionario explica que, de acuerdo a los cálculos realizados por la Comisión, el costo para las empresa solo tendrá un incremento de 0.4%, en promedio.
Te puede interesar: Trabajadores recurren a la informalidad para enfrentar la crisis económica
¿Por qué existe el salario mínimo?
Adriana García explica que la finalidad de los salarios mínimos es “proteger a los trabajadores contra el pago de remuneraciones indebidamente bajas, garantizando que todos se beneficien de una justa distribución del progreso”.
Y añade que el 92% de los 186 países que conforman la Organización Internacional del Trabajo (OIT) -organismo especializado de la ONU que se ocupa de los asuntos relativos al trabajo y las relaciones laborales- cuentan con este mecanismo para proteger los derechos de las y los trabajadores.
De acuerdo con la OIT, todos los países europeos tienen un salario mínimo, ya sea establecido por ley o negociado colectivamente entre empresarios y trabajadores.
En América y el Caribe solamente hay pocas excepciones como Surinam, mientras que en el continente asiático, Singapur, Brunei, Qatar, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos no lo tienen establecido.
La organización destaca que en Etiopía, Eritrea y Somalia son los únicos países africanos que no manejan este mecanismo.
Con la crisis actual y, ante la falta de medidas que apoyen directamente a las millones de empresas no queda claro que se haya tomando en cuenta la postura del sector empresarial, por lo que los beneficios podrían ser limitados.
Y tú, ¿consideras que los trabajadores saldrán beneficiados de esta decisión?
