El presidente López Obrador dijo el 1 de diciembre que la corrupción ya no se tolera en el gobierno, sin embargo, expertas en el tema consideran que siguen existiendo razones para creer que este combate solo se queda en el discurso.
Por ejemplo, Irene Tello Arista, directora ejecutiva de Impunidad Cero, considera que el ataque a la corrupción del actual sexenio debería enfocarse en desmantelar redes que cometen este delito en el interior del gobierno y no nada más concentrarse en exhibir a personajes públicos.
Para Dalia Toledo, directora de Finanzas Públicas y Anticorrupción de Ethos, la corrupción no solo no se ha acabado, sino que su combate sigue sin ser una prioridad y este año 2021 ocurrieron algunos sucesos que lo muestran.
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Sembrando vida
Para Dalia Toledo un caso que muestra que la corrupción se sigue tolerando en el gobierno federal es lo que sucede en Sembrando Vida, “uno de los programas más emblemáticos de la actual administración, cuya bandera es el combate a la corrupción”.
La experta señaló en concreto una investigación del centro de estudios Ethos y la revista Proceso, la cual mostró que “los operadores de Sembrando Vida en Veracruz obligaron a los sembradores beneficiarios a comprar sus semillas y su sistema de riego con determinados proveedores”.
¿Cuál es el problema con esto? Según Toledo, el asunto es que los proveedores tienen vínculos con Emmanuel Randú, el coordinador territorial del programa Sembrando Vida en Veracruz.
“Esto es claramente un conflicto de intereses y un acto de corrupción, porque los beneficiarios se quejan de que estas semillas o estos insumos son de mala calidad, y además quienes denunciaron estas prácticas fueron dados de baja”, dijo Toledo.
Para la experta, este caso muestra “cómo la bandera más importante del gobierno actual” solo se queda en bandera porque continúan las prácticas de corrupción en uno de los programas clave del gobierno federal.
“Seguramente en los demás programas también existen ese tipo de prácticas y no hay consecuencias, porque Emanuel Randú sigue en su cargo”, concluyó.
Las elecciones
Irene Tello Arista, directora ejecutiva de Impunidad Cero señala que es importante no echar en saco roto los videos que han mostrado a colaboradores del presidente recibir dinero en efectivo, supuestamente para financiar su movimiento.
Sobre todo porque, aunque estas imágenes son de años anteriores, se dieron a conocer en 2021 cuando hubo elecciones intermedias y existieron rumores sobre financiamiento ilícito de pago por candidaturas y apoyo de organizaciones criminales.
“La corrupción sigue ahí, por más que alguien diga que ya no hay corrupción o impunidad. Me preocupa mucho lo que está pasando, independientemente de los rumores que hemos escuchado de financiamiento ilícito para campañas electorales, es importante revisarlo”, dijo Tello Arista.
Además, agregó que cuando han salido estos videoescándalos o rumores de financiamiento ilegal, no ha habido una respuesta contundente por parte del gobierno.
“Si salen rumores o videoescándalos, deberían comenzar las investigaciones pertinentes que nos dieran la certeza de que ya no son las cosas de la misma manera”, concluyó la experta.
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El caso Lozoya
Para Tello Arista otra señal preocupante “tiene que ver con cómo se están investigando los casos de corrupción de sexenios pasados, lo que estamos viendo con Emilio Lozoya”, el ex director de Pemex.
“Ha sido un proceso muy irregular que parece que se ha movido más por presión mediática que por la investigación que tenía que llevar la Fiscalía General de la República”, dijo la experta.
Esta es una situación preocupante porque termina siendo lo mismo que en otros sexenios, según Tello Arista, ya que se siguen señalando a ciertos personajes y las estructuras que permiten la corrupción siguen intactas.
“¿Dónde está la red de corrupción que permitió los casos de Odebrecht y de Agronitrogenados? ¿Dónde está esa investigación donde veamos que no solamente fue una persona sino que fueron muchas que colaboraron desde distintas trincheras, abogados, notarios, contadores y que se tendría que estar investigando un poquito para mandar una señal?”, cuestionó Tello Arista.
Y concluyó en que esto es importante porque en estos tres años el gobierno federal no ha enviado bien el mensaje de que estos casos ya no van a volver a ocurrir.
Adjudicaciones directas
También platicamos con el doctor en Ciencias Políticas, Rodrigo Salazar Elena, quien considera que la mayor cantidad de actos de corrupción se da en las compras del gobierno, las cuales en este sexenio se han caracterizado por ser vía adjudicación directa.
Para el especialista de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), la mayoría de la corrupción “ocurre en contratos de infraestructura, de obra pública, a través de contratos con costos inflados para compartir o transferir el excedente al funcionario o funcionaria que tiene en sus manos la asignación de este presupuesto”.
Esto toma otra gravedad si se considera que en lo que va de este gobierno federal, ocho de cada 10 contratos se dan por vía directa, es decir sin necesidad de que las empresas beneficiarias hayan licitado contra otras propuestas, lo cual es caldo de cultivo para la corrupción.
Además está el asunto de la opacidad. El 22 de noviembre el presidente López Obrador publicó un Acuerdo en el Diario Oficial de la Federación para que las obras públicas del gobierno se consideren de interés público y los contratos se puedan reservar –es decir, que las personas ya no tendremos acceso a esa información por motivos de seguridad nacional.
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La tragedia del Metro
Por último, no se puede hablar de eventos de 2021 sin mencionar la tragedia del 3 de mayo pasado, cuando se desplomó parte del tramo elevado de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México y que ocasionó la muerte de 26 personas.
Aunque según los peritajes las fallas fueron provocadas por errores en administraciones pasadas, para Salazar Elena el hecho de que no haya responsables sancionados revela que aún existe corrupción, en el sentido de que todavía hay protección para ciertas redes de funcionarios cercanos al gobierno.
De acuerdo con el experto, si esta tragedia hubiera ocurrido en un país que realmente combatiera la corrupción, Marcelo Ebrard –jefe de Gobierno cuando inició la construcción de la Línea 12– no sería secretario de Relaciones Exteriores y mucho menos sería un presidenciable.
¿Recuerdas algún otro evento de 2021 que muestre que la corrupción en el país sigue igual que en sexenios anteriores?
