Para el año 2050, alrededor de 216,000,000 de personas en el mundo podrían verse obligadas a emigrar debido a las condiciones climatológicas, advirtió el Banco Mundial.
Pero no hay que esperar 27 años para ver esa realidad que ya ocurre. De acuerdo con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, cada año más de 20,000,000 de personas tienen que trasladarse a distintos lugares dentro de sus propios países ante las cada vez más frecuentes y severas condiciones climatológicas como inundaciones, huracanes, sequías, incendios forestales de gran magnitud, desertificación, degradación ambiental, aumento del nivel del mar y otros fenómenos que repercuten en hambrunas.
Esto ha provocado un desplazamiento silencioso, pues las personas son forzadas a dejar sus lugares de origen debido a catástrofes naturales ligadas directamente con el calentamiento global.
Por ejemplo, las inundaciones registradas en el 2022 en Pakistán desplazaron a casi 8,000,000 de personas, y apenas 2 años antes la ACNUR brindó atención a cerca de 3,000,000 de personas que se vieron afectadas o desplazadas en Centroamérica y en el sur de México por el huracán Eta, uno de los peores desastres climáticos en la región en las últimas dos décadas.
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Aunque la ACNUR y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) coinciden en que los desplazados climáticos provienen principalmente de regiones al sur del mundo, son los menos responsables del cambio climático, pero sí los que más sufren.
“La escala de la migración interna provocada por impactos climáticos será mayor en las regiones más pobres y vulnerables al cambio climático, lo que indica que las deficiencias subyacentes en la capacidad de los sistemas sociales, económicos y de medios de subsistencia para abordar el cambio climático podrían socavar los logros en materia de desarrollo”, alertó el Banco Mundial.
De acuerdo con su reporte, la región con más desplazados climáticos internos sería el África subsahariana, que podría ver hasta 86,000,000 de personas desplazadas; seguida por el este de Asia y el Pacífico, con 49,000,000; el sur de Asia, con 40,000,000; el norte de África, con 19,000,000; América Latina, con 17,000,000; y Europa del Este y Asia Central, con 5,000,000.
Sin embargo, estas cifras son conservadoras, advierte el organismo. El número de desplazados climáticos puede aumentar y acelerarse, pues para sus proyecciones el Banco Mundial solamente consideró fenómenos de lenta evolución como la disponibilidad de agua, la productividad de los cultivos y el aumento del nivel del mar.
La fecha en la que comenzarán a percibirse de manera más palpable estas olas de desplazados será a partir de 2030, advirtió el Banco Mundial.
Por ello, propuso cuatro recomendaciones para mitigar el impacto del cambio climático y calentamiento global:
- Reducir las emisiones mundiales y hacer todo lo posible por alcanzar las metas de temperatura del Acuerdo de París.
- Integrar la migración interna por motivos climáticos en la planificación de un desarrollo verde, resiliente e inclusivo con visión de futuro.
- Prepararse para cada fase de desplazamiento, de modo que la migración interna por motivos climáticos pueda emplearse como estrategia de adaptación y genere resultados de desarrollo positivos.
- Invertir en una mejor comprensión de los factores que impulsan la migración interna por razones climáticas, con el objeto de contribuir a la formulación de políticas orientadas a atender este tema.
El verano más frío del resto de nuestras vidas
La afirmación comenzó como una broma, pero a la luz de la evidencia científica disponible está lejos de serlo.
Con las altas temperaturas registradas en Norteamérica, usuarios de internet comenzaron a publicar memes y mensajes en los que se leía : “Este será el verano más frío del resto de nuestras vidas”.
Y de alguna manera podría serlo. Los ocho años anteriores han sido los que más altas temperaturas han reportado desde que comenzaron a llevarse este tipo de registros, advirtió la Organización Meteorológica Mundial.
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Tan sólo en 2022, la temperatura global estuvo 1.15 centígrados por encima de los niveles registrados en la era preindustrial, entre los años 1850 y 1900. El año pasado se convirtió en el octavo al hilo con temperaturas superiores a 1 grado Celsius sobre el marco de referencia preindustrial.
La temperatura media mundial ya es 1.2 grados superior a la media preindustrial. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático advirtió de que vamos camino de superar los 3 °C de calentamiento global en 2030, más del doble del límite de 1.5 °C establecido en el Acuerdo de París.
Por lo pronto, 2016 y 2020 ya están empatados como los años más cálidos de los que se tenga registro, según mediciones de la NASA y la Oficina de Océanos y Atmósfera de EU.
A esto se suma que este 2023 meteorólogos advirtieron sobre la llegada de ‘El Niño’, un fenómeno climático que puede cambiar el clima y afectar la temporada de huracanes en el Océano Atlántico.
El pasado 8 de junio el centro de monitoreo meteorológico de EU advirtió que habría registrado las condiciones necesarias para indicar la presencia de ‘El Niño’: Las temperaturas de la superficie del mar en el Océano Pacífico ecuatorial aumentaron 0.5 °C por encima de lo normal y los patrones de viento cambiaron.
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Desde el año pasado los desastres climatológicos ya han sido devastadores y han dejado víctimas fatales, afectado recursos, alimentos, agua e infraestructura, advirtió el titular de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas, en el reporte Situación del Clima Global.
“Hay una urgente necesidad de prepararse ante tales eventos y asegurar que alcancemos en los próximos cinco años los objetivos de las advertencias tempranas de la ONU”, dijo. “Ahora sólo la mitad de los 193 países miembros de la ONU tienen servicios de alerta tempranos”.
Sin embargo, los incendios forestales masivos registrados en Canadá ponen en duda este tipo de aseveraciones. Más cuando el primer ministro Justin Trudeau admitió que su país no está preparado para enfrentar esta contingencia, por lo que anunció que crearía una oficina de respuesta a desastres naturales que se asegure de que se están tomando las medidas necesarias para prevenirlos.
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Los incendios forestales de Canadá incluso se resintieron en la costa este de EU, donde Nueva York quedó cubierto bajo una espesa neblina naranja durante cuatro días. La nube tóxica afectó a varias ciudades y a alrededor de 90,000,000 de personas.
“Los incendios forestales no son solamente un problema para las personas que viven en zonas boscosas” comentó para el New York Times Alexandra Paige Fischer, una académica de la Universidad de Michigan que estudia las dinámicas de los incendios.
Una investigación de la Universidad de Stanford reveló que el número de personas en EU expuestas a humos y gases tóxicos producto de incendios forestales por al menos un día aumentó 27 veces entre 2006 y 2020. Canadá y EU son de los más grandes productores de petróleo y gas, principales causas del efecto invernadero y la contaminación. Pero aunque los gobiernos hagan llamados a la población a modificar sus hábitos, la emergencia climática global exige que se haga responsable a las empresas, que son las que más contaminan, sin que hasta el momento los gobiernos emitan resoluciones enfocadas a prevenir la catástrofe climática.
