“Prefiero manejar tres horas que gastarme más de la mitad de mi sueldo en una renta”, nos dijo Aarón Cruz, un trabajador bancario que a diario recorre más de 33 kilómetros entre su casa y su trabajo.
En la Ciudad de México, las zonas de trabajo están en las alcaldías con mayor plusvalía de la entidad. Esto provocó un boom inmobiliario durante la administración de Miguel Ángel Mancera que poco a poco elevó los precios de tal forma que se volvieron impagables.
El costo promedio de una renta en las alcaldías Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Cuajimalpa y Álvaro Obregón, donde se ubican la mayoría de los centros de trabajo, supera los 24,000 pesos al mes, según las estadísticas del buscador de viviendas Propiedades.com. Menos del 2% de la población nacional tiene los ingresos para poder pagar una renta de esa cantidad, según el INEGI.
El aumento de los precios superó las capacidades de la mayoría de las y los capitalinos para rentar una propiedad por sí solos y mayor aún para comprar. Actualmente en la Ciudad de México “es más fácil encontrar una casa nueva por un valor de un millón de dólares que una vivienda de un millón de pesos”, según Manuel González, director de la Cámara Nacional de Promotores y Desarrolladores de Vivienda.
La inflación y la inelasticidad en los precios de bienes raíces está haciendo que vivir en la Ciudad de México sea una verdadera hazaña para la economía de las y los capitalinos. Por los precios, los trabajadores son orillados a vivir en la periferia.
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Centros de trabajo, zonas con más plusvalía
Antes de la pandemia Aarón Cruz trabajaba de forma presencial en Reforma, a diario recorría 33 kilómetros en automóvil para llegar de su casa en Granjas Estrella, Iztapalapa hasta la Torre Mayor.
“Ya estoy grande para vivir con otras tres personas. Por lo mismo que pagaría por un cuarto medianamente ‘cerca’ del trabajo pago un departamento completo para mí en Iztapalapa”, agregó. Y es que en la alcaldía Miguel Hidalgo el precio promedio de renta es de 33,447 pesos para departamentos de dos recámaras y dos baños mientras que la colonia donde vive es de 5,000 pesos.
A pesar de que con la pandemia de la COVID-19 una cantidad importante de habitantes dejó la Ciudad de México, los precios no solo no bajaron sino que aumentaron. Como mencionamos en esta nota, durante enero, febrero y marzo del 2021, la renta y venta de casas en la Ciudad de México tuvo un incremento de 40% respecto al 2020.
¿Quiénes pueden pagar estas rentas?
El sueldo promedio de los trabajadores capitalinos no es suficiente para rentar cerca de las zonas de trabajo.
Por ello, la oferta de vivienda en la Ciudad de México es tan alta y simplemente no se ocupan. Tan solo en el buscador consultado, entre Miguel Hidalgo y Benito Juárez hay 45,926 departamentos ofertándose para comprar y 17,212 para rentar.
Según los datos del INEGI, solamente un 2.7% del total de la población trabajadora gana más de cinco salarios mínimos al día, lo que corresponde a un salario mensual estimado de 19,099 pesos o más.
Entonces, estaríamos hablando de que una persona con este sueldo tendría que dedicar entre la mitad y dos terceras partes de sus ingresos, en promedio, si quisiera vivir en alguna de las zonas con centros de trabajo.
¿Comprar? Imposible
Ahora bien, una cosa es poder vivir cerca de los centros de trabajo de la Ciudad de México y otra poder comprar una propiedad en esa zona, lo cual es casi imposible, para la mayoría de las y los capitalinos.
“En la Ciudad de México es más fácil encontrar una casa nueva por un valor de un millón de dólares que una vivienda de un millón de pesos”, así dijo Manuel González, director de la Canadevi en entrevista con Excélsior hace un par de años.
Las alcaldías más caras para comprar un departamento son Cuajimalpa, Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón y Benito Juárez, en donde uno tendría que desembolsar arriba de 4 millones de pesos en promedio.
Asumiendo que el ingreso corriente mensual de los hogares en el país es de 16,769.66 pesos, según los datos del INEGI, a una familia promedio le tomaría 47 años pagar un departamento o 130 en comprar una casa en la Miguel Hidalgo sin gastar un solo peso más que en eso y asumiendo que no hubiera inflación.
Según el simulador de datos del Instituto de Vivienda de la Ciudad de México, la población que percibe salarios entre 7,000 y 20,000 pesos mensuales, es la que puede pagar entre un millón de pesos y un millón y medio de pesos, ya sea a través de un crédito individual o de fusionar los de una pareja.
Sin embargo, se ven orillados a comprar su vivienda en la periferia de la ciudad, donde les alcanza. Por ejemplo, los departamentos que cuestan menos de 1,500,000 de pesos, se encuentran en la Gustavo Madero, Venustiano Carranza, Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac y Milpa Alta.
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Esto obliga, a veces, a gastar en otras cosas adicionales: uno o dos autos o en transporte público, tanto para acudir al trabajo o escuela, como para esparcimiento. Y esto causa nuevos retos en términos de conectividad para la Ciudad de México.
Las personas no solo deben invertir entre 49 minutos hasta cuatro horas en traslados, también destinan entre 30 y 45% de sus ingresos económicos en pasajes en transporte público o particular según la Encuesta Origen Destino en Hogares de la Zona Metropolitana del Valle de México 2017 (EOD).
La expulsión de capitalinos a la periferia no sólo ocurre porque no existe vivienda popular en la Ciudad de México sino porque los desarrolladores inmobiliarios excedieron la oferta habitacional con precios inalcanzables para la mayoría de la población.
Hacen falta leyes, normas e incentivos para que los desarrolladores inmobiliarios construyan viviendas accesibles para las personas que tienen ingresos medios y bajos en zonas céntricas o bien, cerca de centros de trabajo.
