La presunta incapacidad por edad del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha desatado en días recientes una tormenta política en el país vecino de cara a las elecciones de noviembre próximo. Y es que se ha cuestionado la capacidad del mandatario para mantenerse en el cargo, e incluso se ha puesto en duda que pudiera ser el candidato demócrata a la Casa Blanca y eventualmente lograr la reelección.
Sin embargo, el maestro en Estudios en Relaciones Internacionales por la UNAM Amando Basurto nos aclaró que no existe alguna norma en EU que impida a Biden ser candidato a la Presidencia del país vecino: “no hay ninguna regla -y en la Constitución mucho menos- que establezca que el presidente o el candidato no pueda ser senil; entonces no veo ningún riesgo (de que pueda perder la candidatura)”.
El también columnista en Cuestione apuntó -no obstante- que sí podría haber “riesgo político” para las aspiraciones de Biden a ser reelecto. “Es muy difícil presentar en cualquier país a un candidato a presidente que muestre una debilidad física, como la senilidad, pero legalmente no enfrenta ningún problema”, abundó el analista.
A debate, la salud mental de Biden
A inicios de febrero de 2024, Biden fue exonerado por el Departamento de Justicia tras una investigación en su contra por haber sustraído documentos oficiales de la Casa Blanca cuando fue vicepresidente con Barack Obama.
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En sus conclusiones, el fiscal especial Robert Hur dijo que el presidente estadounidense es “un agradable anciano con buenas intenciones y mala memoria”, y que, al ser entrevistado, “no recordaba cuándo había sido vicepresidente”, y ni el año en el que falleció su hijo Beau debido al cáncer.
Los señalamientos de Hur se dieron en un momento en el que -según reportes periodísticos- Biden, con 81 años de edad, ha estado confundiendo nombres casi a diario. Hace unos días, en conferencia de prensa, el mandatario respondió a las críticas del fiscal especial, pero durante la sesión de preguntas y respuestas Biden tuvo otro lapsus al referirse al dictador de Egipto, Abdel Fatah al-Sisi, como “presidente de México”.
Asimismo, en un evento electoral reciente en Nevada, Biden dijo que el presidente francés es François Mitterrand -fallecido en 1996- y no Emmanuel Macron. También se suman desde hace meses los videos en redes sociales en los que se le observa desorientado en actos públicos.
Pero ya desde 2020, durante la anterior campaña presidencial, el republicano Donald Trump puso en la agenda el tema de la salud de Biden al asegurar que su adversario político tenía demencia senil. En 2021, algunos medios advirtieron en sus editoriales que su edad y condición física le impedirían al presidente ir por la reelección en este 2024.
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Joe Biden llegó a la Casa Blanca con 78 años de edad, y se convirtió en el mandatario estadounidense más longevo en la historia de su país.
Enmienda 25, “muy difícil de aplicar”
Ante ese panorama de críticas contra Biden, el especialista sobre temas de política y gobierno en EU Amando Basurto nos explicó que “va a ser muy difícil” bajar de la candidatura demócrata al presidente, aunque se le compruebe su presunta demencia senil.
El también profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM precisó que la Enmienda 25 de la Constitución estadounidense establece que el vicepresidente o vicepresidenta, o miembros del Congreso, pueden decir que el presidente está incapacitado para seguir en el cargo por razones de salud, en este caso de senilidad.
“Lo podrían intentar hacer; el problema es que no hay forma de bajar al presidente si no es por mayoría calificada en el Congreso. Esa es la única vía que me parece que legalmente se podría aplicar, pero los republicanos no cuentan con mayoría calificada, entonces no hay manera de que eso suceda”, consideró Basurto.
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“Si en verdad se encuentra a Biden incapacitado, habría menos problema político con quitarlo ya como presidente (en caso de ganar la reelección) porque entonces la vicepresidenta, si es que queda de nuevo Kamala Harris, se haría cargo de la Presidencia y los republicanos no votarían en contra de deshacerse del presidente”, abundó el académico.
“Los demócratas no tienen otra opción”
Amando Basurto nos precisó que el problema del Partido Demócrata es que no tiene a quien más lanzar a la Presidencia: “no tiene un cuadro parecido a Biden con la capacidad de sumar tantos votos en el centro del espectro demócrata. Ciertamente, Biden demuestra una creciente deformación de su salud, aunque no estoy seguro de que sea senilidad, pero hoy es el único competitivo (en la carrera por la Casa Blanca)”.
“Si se acomodan las piezas correctamente, Biden es el único que podría ganarle a Trump. Una vez ganando, se le podría decir al presidente: ‘bueno, ya está muy cansado, vamos a moverlo, tenemos a alguien más para prepararlo… pero ahorita es muy difícil”, insistió el doctor en Estudios Políticos por la New School for Social Research.
Basurto concluyó que mientras a Biden no le pase lo que al líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, quien se ha quedado estático durante conferencias de prensa, “me parece que el impacto (político) puede ser manejable, pero si le llega a pasar algo como que de pronto no sepa dónde está o también se quede congelado, ahí sí me parece que los costos pueden ser más importantes para los demócratas”.
