Así puedes evitar caer en fake news sobre el conflicto de Rusia-Ucrania

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El contexto de un conflicto armado es el terreno perfecto para la generación de noticias falsas. Esto es algo histórico, pues tenemos que poner sobre la mesa la facilidad que tienen las partes involucradas de propagar fake news de acuerdo a su conveniencia, aunque no sea acorde con la realidad, nos dijo en entrevista Daira Arana Aguilar, especialista en militarización y directora de la organización de análisis sobre asuntos internacionales Global Thought.

“Por poner un ejemplo, el gobierno ucraniano puede decir que el ejército ruso no ha tomado ciertas ciudades, pero el ejército ruso puede afirmar que ya ha tomado esas mismas ciudades. Lo importante es saber que tenemos otras fuentes de información, además de las fuentes que serían las oficiales, en este caso las gubernamentales de ambas partes”, explicó Arana.

Pero además, la experta advirtió que tenemos que entender que gran parte de la información que nos llega, sobre todo ahora con el conflicto armado específico entre Rusia y Ucrania tiene una versión occidental, que en el gran espectro está enmarcada en lo que algunos consideran la Guerra Fría, donde hay dos grandes bloques: el ruso y el occidental, liderado por Estados Unidos.

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¿Cómo evitamos la desinformación?

Para la maestra en Relaciones Internacionales y especialista en temas de Estudios Estratégicos y Seguridad, Patricia Baranda Carmona, el combate a las fake news en la actualidad es un tema muy complejo.

“Sobre todo porque ahora todo mundo se siente especialista en Twitter, se siente especialista en Facebook, incluso es muy fácil falsificar fotografías”, nos dijo Baranda, quien recomendó a usuarios que no se dejen fiar por lo que vemos en redes sociales.

Tanto Patricia Baranda como Daira Arana coinciden en que lo más recomendable es buscar fuentes fidedignas, no necesariamente las oficiales del gobierno de Ucrania ni de Rusia, aunque sirve conocer la información que presentan ambos bandos si se contrastan una con la otra.

Y además, la maestra en Relaciones Internacionales, Patricia Baranda, sugirió considerar que la información que llega a México -y su tratamiento en los medios- es tendenciosa por encontrarnos en occidente, aun en medios de comunicación reconocidos, y que nuestro país, además, tiene que respetar sus principios de política exterior, aunque esto signifique quedarse al margen.

Para evitar la propagación de fake news sobre el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, las especialistas recomendaron:

1. Consultar otras fuentes de información, como la que ofrecen organizaciones internacionales que están trabajando en el terrenoACNUR, el Comité Internacional de la Cruz Roja, Médicos Sin Fronteras– que pueden darnos una perspectiva más cercana de los hechos en el terreno de acción.

2. Consultar las agencias informativas internacionales que tienen corresponsales trabajando directamente en la zona de conflicto y los boletines que emiten agencias de la ONU.

3. Cuidar el uso de los adjetivos que usamos en el tratamiento de la información del conflicto para no sobredimensionar la situación.

4. No fiarnos de la información que encontramos en redes sociales como Twitter, Facebook, Instagram, Youtube o TikTok.

5. Contrastar la información oficial de los gobiernos de las naciones involucradas entre sí y con otras fuentes.

“Al inicio de este conflicto se habló del comienzo de la Tercera Guerra Mundial, cuando en realidad una Tercera Guerra Mundial es muchísimo más compleja que lo que está sucediendo actualmente. Entonces es importante tratar de utilizar términos menos alarmantes, menos adjetivos y enfocarnos en los hechos”, explicó Daira Arana.

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La guerra de los buenos y los malos

La mirada occidental a la que hacen referencia tanto la directora de Global Thought, Daira Aranda, como la especialista en Estudios Estratégicos y Seguridad, Patricia Baranda es la que nos hace tomar partido como espectadores. Si recordamos, incluso en la cultura cinematográfica -y en otras expresiones culturales- ha existido un discurso propagandístico en el que sitúan a Rusia como el villano y a América como el héroe.

Por ejemplo, un caso icónico es el personaje del boxeador Ivan Vasilyevich Drago (interpretado por el actor Dolph Lundgren) que aparece en las películas de Rocky IV en 1985 y en Creed II de 2018 y quien es el archienemigo del boxeador Rocky Balboa, interpretado por Sylvester Stallone, que representa al estadounidense que se esfuerza y vence pese a todo pronóstico.

Otro ejemplo es el papel que interpreta el actor Mickey Rourke como el físico ruso Ivan Antonovich Vanko que quiere matar a Tony Stark (Robert Downey Jr.) por un vieja venganza en la película de Iron Man 2

Y también tenemos bajo la dirección de Christopher Nolan al personaje Andrei Sator, papel en el que el actor inglés Kenneth Branagh da vida a un oligarca ruso y villano en la cinta Tenet, que se estrenó en 2020.

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“Lo que nos toca por estar de este lado (hemisferio occidental) es una influencia masiva de información que es más pro occidental donde nos muestran en casi toda la narrativa de los hechos una tendencia a decir que Rusia es el malo”, nos detalló Daira Arana.

La experta en militarización enfatizó que los conflictos internacionales -en especial los bélicos como el de Rusia-Ucrania– son desencadenados a partir de cuestiones políticas e intereses que conducen a estas decisiones por parte de los líderes de las naciones.

En 2014, cuando surgió la crisis por la anexión de Crimea -según occidente- o la reincorporación -según oriente y medios más afines al gobierno ruso- el gobierno de Kiev tuvo la oportunidad de empezar realmente a gestionar las relaciones conflictivas que se estaban dando con Rusia”, ejemplificó la directora de Global Thought.

Pero lo anterior implicaría dejar de lado las ambiciones de Ucrania de pertenecer a la OTAN y lograr la instalación de bases militares como una medida defensiva ante Rusia, que era considerada como una amenaza inminente a su integridad territorial, aunque esta “no existía previamente”, y esa parte de la historia se pierde ante la avalancha de noticias a las que estamos expuestos, concluyó Arana.

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