En la misma semana en que el Parlamento de Canadá aprobó una ley que obliga a Facebook a pagar a medios digitales por contenidos que se compartan en esa red social, Vice, el medio millennial que definió las noticias y su viralización en la era digital recibió su tiro de gracia. Estas dos historias suenan ajenas, pero nos explican la realidad de los medios digitales y su conflicto con los gigantes tecnológicos.
Fortress Investment Group, la compañía que ya era dueña de la mayoría de las acciones de Vice, decidió comprar al medio digital y sacarlo de la bancarrota.
El destino de Vice, que que en su punto cumbre alcanzó a estar valuado en $5,700 millones de dólares estaba sellado, de acuerdo con The New York Times.
Fortress Investment Group aprovechó su posición y junto con Soros Fund Management, propiedad del multimillonario George Soros, compraron lo que queda de Vice por apenas $350,000,000 de dólares.
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Sin embargo, parte de ese monto será cubierto por los préstamos que ya ha hecho Fortress a Vice para que la compañía pudiera permanecer a flote, es decir, Vice recibirá menos dinero que lo pactado, pues apenas en mayo pasado Fortress le inyectó $30,000,000 de dólares en deuda.
Aunque muchas compañías hicieron ofertas por Vice, Fortress fue considerada como la única que estaba calificada para adquirir al medio. Los ejecutivos confiaron en que el acuerdo se alcance totalmente en julio, por lo que la compañía comenzará a operar bajo un nuevo dueño.
Desde mayo Vice intentó vender lo que quedaba de la compañía pero sus esfuerzos fueron infructuosos, por lo que Fortress entró en escena prestando dinero para que la compañía de medios continuara a flote.
Periodismo cool, prácticas laborales de siempre
De acuerdo con The New York Times, el 22 de junio pasado los CEO de Vice, Hozefa Lokhandwala y Bruce Dixon, mandaron un email a los empleados de la compañía informando que aceptarían la oferta de Fortress y la mandarían a la Corte de Quiebras para que se apruebe y oficialice.
El anuncio dejó más incertidumbre que confianza entre los empleados. “La solicitud de bancarrota de Vice del pasado 15 de mayo ha complicado sus obligaciones contractuales”, expusieron trabajadores sindicalizados de ese medio.
De acuerdo con la ley de quiebras, todas las personas que hayan dejado de tener una relación laboral con Vice antes del 15 de mayo son considerados como “deudoras”, es decir, la ley las reconoce y se les otorgarían liquidaciones por hasta $15,150 dólares, que incluyen $600 dólares mensuales para servicios médicos y de salud (lo que en EU es nada). Sin embargo no hay fecha para que reciban la liquidación y estas serán por debajo de lo que en realidad les corresponde.
En tanto, los empleados despedidos después de la solicitud de quiebra son considerados como gastos administrativos. Ellos no tendrán ningún tipo de remuneración, pues por el momento una audiencia celebrada el pasado 13 de junio en una Corte de Quiebras consideró que no se les darán indemnizaciones. Aunque la palabra final será el próximo 19 de julio, cuando la Corte discuta nuevamente el caso. Mientras tanto, Vice no tiene obligación de pagarles nada.
El sindicato Vice Union reforzó las acusaciones hechas en contra del medio de comunicación digital, al que periodistas independientes señalaron por retener sus pagos.
El 27 de abril pasado, unos días antes de declararse en quiebra, Vice despidió a más de 100 trabajadores, incluidos 70 sindicalizados de Vice Union que forman parte de Writers Guild of America East y Motion Picture Editors Guild Local 700.
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Pero el tiempo ha pasado y los empleados siguen sin recibir sus pagos o liquidaciones, por lo que crearon una página de GoFundMe para obtener recursos y apoyar a colaboradores que fueron despedidos sin recibir ningún tipo de remuneración.
Hasta el momento han logrado recolectar a través de 350 donaciones apenas $31,672 dólares. La meta son $50,000.
En tanto, Fortress ha comenzado a ofrecer los retazos que quedan de Vice y tiene propuestas sobre unidades individuales, como producción de videos, la agencia de publicidad de Vice y otras ramas del emporio que formó Shane Smith, un punk de Toronto que buscaba un medio cool.
¿Qué relación hay entre Facebook y la caída de Vice?
La caída de Vice y el poder que ha adquirido Meta Facebook, de Marck Zuckerberg, son dos caras de la misma moneda en la comercialización de contenidos digitales.
Vice apostó a las redes sociales para viralizar sus contenidos. Esto le dio a Facebook poder.
Las dificultades de Vice no solamente tienen que ver con los gastos y deudas, sino también con un cambio en el entorno digital, como lo comentó el especialista en medios digitales y creador de The Muffin y Story Baker, Mauricio Cabrera.
Según documenta Cabrera, con el cambio de algoritmo de Facebook en 2018 medios digitales que dependían de su alcance en esa red social comenzaron a verse en problemas.
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“Las dificultades de Vice son parte de una tendencia más amplia en la industria de los medios digitales, que están lidiando con condiciones económicas inciertas, la retirada de los anunciantes y el dominio de gigantes tecnológicos como Facebook y Google”, advirtió Bloomberg.
Una muestra de este dominio ocurrió justo la semana pasada, cuando Facebook se declaró abiertamente en contra de una nueva ley en Canadá que obliga al gigante de las redes sociales a pagar a medios digitales locales por las noticias que se compartan en esa plataforma.
La ley busca que medios de comunicación digitales, una industria que lucha por sobrevivir, obtengan recursos por sus contenidos, que hasta ahora se comparten de forma libre en redes sociales y generan tráfico sólo para esas plataformas
El 22 de junio Meta Facebook anunció que pondría fin al acceso a las noticias en Facebook e Instagram para todos los usuarios de Canadá.
La legislación, conocida como “Ley de Noticias en línea”, fue aprobada por la Cámara Alta del Senado a primera hora de ese día.
“Hoy confirmamos que se pondrá fin a la disponibilidad de noticias en Facebook e Instagram para todos los usuarios de Canadá antes de que entre en vigor la Ley de Noticias en línea”, dijo la empresa en un comunicado.
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La legislación establece normas para obligar a plataformas como Facebook y Google a negociar acuerdos comerciales y pagar a los editores de noticias por sus contenidos, una medida similar a una ley aprobada en Australia en 2021.
Sin embargo, las empresas tecnológicas estadounidenses aseguran que esas propuestas son insostenibles para sus modelos de negocios. A principios de este mes, el primer ministro Justin Trudeau dijo que Meta y Google estaban utilizando “tácticas de intimidación” en su campaña contra la legislación, reportó la agencia Reuters.
Google afirma que la ley es más estricta que las promulgadas en Australia y Europa, y ha propuesto modificaciones para alinearse con las normas internacionales y abordar así las preocupaciones de la empresa.
Por lo pronto, en Canadá ya no se pueden compartir noticias de medios formales en Facebook e Instagram, dejando el camino libre para teorías conspiratorias, rumores y noticias falsas que se publican en esas redes sin control aparente.
En Brasil, Google busca imponer candados contra “ley perversa”
El máximo ejecutivo de Google en Brasil, Fabio Coelho, informó este martes que la empresa está buscando una mediación y diálogo ante la inminente regulación de las plataformas digitales en ese país.
Lo que Google busca es cambiar un proyecto de ley que, según la compañía, podría resultar “perverso”.
“Google siempre está en posición de diálogo, el diálogo es para mejorar una regulación, para que no resulte perversa para todos”, dijo.
Hace casi dos meses, el tribunal supremo del país ordenó una investigación sobre los ejecutivos del servicio de mensajería Telegram y el motor de búsquedas Google por supuestamente llevar adelante una campaña contra un proyecto de ley de regulación de internet.
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El proyecto de Ley 2630, también conocido como la Ley de noticias falsas, haría que las empresas de internet, los motores de búsqueda y los servicios de mensajería en redes tuvieran la responsabilidad de encontrar y denunciar material ilegal, y cobraría cuantiosas multas por no hacerlo.
En abril, Google lanzó un manifiesto firmado por el director de Relaciones Gubernamentales y Políticas Públicas de la empresa en el país, Marcelo Lacerda, en contra de la aprobación de una legislación de manera “apresurada”.
¿En qué terminará la batalla entre las grandes empresas tecnológicas, los medios y la libertad de expresión?
Con información de Reuters
