Las tensiones en el Medio Oriente alcanzaron un peligroso nivel, después de que el fin de semana pasado Irán atacó por primera vez de forma directa a Israel, uno de sus mayores enemigos en la región. Este viernes por la mañana Israel respondió con ataques contra la ciudad de Isfahan e instalaciones militares.
A pesar de que en el discurso las cosas parecían estar escalando con ambos países amenazando los programas nucleares del otro, todo apunta a que en el momento ninguna de las dos naciones busca entrar a un conflicto total; Israel no ha reclamado los ataques como suyos y Teherán los ha minimizado, una clara señal de desescalación.
Irán es aliado de Hamás, grupo contra el que Israel desató la guerra en Gaza que comenzó después de los ataques del 7 de octubre y durante la cual más de 33,000 civiles palestinos han sido asesinados. Sin embargo, la agresión iraní no fue en apoyo al pueblo palestino ni fue gratuita, sino en respuesta a un bombardeo israelí en contra del consulado de Irán en Damasco, Syria.
Como te contamos en esta nota y como nos recordó recientemente el asalto de la embajada mexicana en Ecuador, atacar misiones diplomáticas es una violación abierta del derecho intenacional.
Pero para Israel, un infractor cada vez más recurrente de estas normas, la legalidad importó poco cuando el pasado 1 de abril lanzó un ataque en contra del consulado anexo a la embajada iraní en Siria matando por lo menos a 11 personas. Entre las víctimas están diplomáticos y un general de alto rango de la República Islámica de Irán.
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El gobierno de Irán juró venganza y aseguró que respondería con un ataque proporcional. También prometió seguir apoyando a los palestinos en Gaza a pesar de la ofensiva israelí. Por décadas los enfrentamientos entre estos rivales han sucedido en guerras “proxy” o subsidiarias, por lo que la posibilidad de una guerra abierta alarmó a todo el mundo y desde ese momento tanto Israel como Estados Unidos se pusieron en alerta.
Demostración de fuerza
La respuesta de Irán llegó finalmente el sábado 13 de abril en un ataque directo y masivo con misiles y drones. El ataque fue anticipado por la inteligencia estadounidense e isrelí y logró ser contenido antes de causar daños severos.
Sorpresivamente ambos regímenes salieron bien parados de este enfrentamiento abierto. Por el lado de Israel, Netanyahu demostró que sí es capaz de defender a Israel, después de que los ataques del 7 de octubre pusieran esto en duda. Los sistemas de defensa israelí, sobre todo el famoso “Domo de hierro” salieron a relucir este fin de semana y reforzaron la imagen de Israel como un país líder en defensa y seguridad.
Pero a pesar de la cobertura positiva que recibió Israel por la agilidad con la que pudo defenderse y de que Estados Unidos advirtió que no participaría en un ataque directo a Irán, Netanyahu decidió responder.
Las presiones al interior de Israel sobre el primer ministro han sido muchas desde que comenzó la guerra en Gaza y esta semana los reportes indicaban que tanto sus aliados como sus opositores estaban empujando a un ataque.
Netanyahu ha perdido mucha popularidad en los últimos meses y parece ser que no le bastó poder defender a Israel el fin de semana, tenía que mostrarse más fuerte frente a Irán. Israel lanzó un ataque aéreo sobre Isfahan, una provincia al centro de Irán, cerca de una base militar y nuclear iraní.
Legitimidad para Irán
Por parte de Teherán había una gran necesidad de proyectar fuerza tanto al exterior como al interior. En marzo de 2024 Irán pasó por un proceso de elecciones parlamentarias que arrojó resultados poco favorables para el régimen del Ayatolá Khamenei.
El sistema político en Irán es único en el mundo y a diferencia de muchos otros que solo adoptan un modelo ya establecido, este fue diseñado teniendo en cuenta las particularidades de la nueva nación que soñaba la Revolución Islámica de 1979.
Dejando de lado los debates sobre cuán “democrático” en términos occidentales es este sistema, el hecho es que los candidatos a cualquier cargo de elección popular pueden ser vetados por los miembros del Consejo de Guardianes de la Revolución, la mitad del cual es nombrada por el Líder Supremo –o Ayatolá– y la otra mitad por el Poder Judicial –cuyo jefe también es nombrado por el Ayatolá.
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En pocas palabras, de una forma u otra el régimen tiene mucha injerencia sobre los candidatos por los que eventualmente vota el electorado. A simple vista los resultados en Irán favorecen al régimen, sin embargo, la protesta de la ciudadanía se dio más bien en el abstencionismo que rompió récord en este proceso electoral.
Irán, como líder militar en la región, ha estado viendo desde la banca como Israel se impone militarmente no solo frente a Hamás en Gaza, sino también contra la población civil. Pero los ataques del 13 de abril permitieron a Irán no solo legitimarse en los ojos de su población desencantada, sino también recordar al mundo su enorme capacidad militar.
Aprovecharon el momento para amenazar a Israel diciendo que “tenían el dedo en el gatillo” en caso de un contraataque, sin embargo, la respuesta después del hecho ha sido mínima. No hubo una respuesta inmediata como habían prometido y tampoco ha habido una declaración que responsabilice a Israel, como sucedió con el ataque al consulado en Siria.
Irán la potencia en las montañas
Las dos naciones parecen estar tomando pasos cautelosos, sin embargo, si ambas quieren la última palabra el mundo podría estar viendo el principio de una guerra regional. A pesar de la aparente superioridad militar de Israel, Irán no es un rival menor y el ataque del fin de semana pasado lo dejó en claro.
Irán utilizó 120 misiles balísticos, 30 misiles de crucero y 170 drones en contra de Israel en un solo ataque, lo que da testimonio de la tecnología militar con la que cuenta el país y de la gran cantidad de armamento que deben tener.
La inteligencia sobre el tamaño del arsenal iraní es imperfecta ya que son ellos mismos quienes lo fabrican. Sin embargo, los eventos de esta semana han servido a analistas para estimar la capacidad y dimensión militar iraní.
Por ejemplo, el que se lanzaron más de 100 misiles balísticos simultáneamente ha sorprendido ya que esto permite estimar que por lo menos esta es la cantidad de lanzadores que tiene Teherán. Así mismo que en tan solo una advertencia lanzan tantos misiles sirvió para confirmar las estimaciones que apuntan a que Irán tiene alrededor de 3,000 misiles balísticos.
El tipo de misiles que enviaron – el Kheibar Shekan, el Emad MRBM y el Ghadr-1 MRBM– son testimonio del alcance que tiene esta nación. El rango de ataque de Irán con este tipo de misiles llega desde Grecia, hasta China e India y desde Egipto, hasta Rusia. Aún así, no lograron penetrar la defensa Israelí.
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Abolfazl Amoui, vocero del comité de seguridad nacional y política exterior del parlamento iraní, había declarado que en Irán está preparados para utilizar armas que nunca antes han usado y tienen “planes para cada escenario”. Falta ver cuales son estos después del ataque israelí.
¿Tercera guerra mundial?
Estados Unidos ha dejado claro a Israel que no tiene interés en escalar esto a una guerra regional con Irán, pero en una eventual guerra es difícil ver un escenario en el que Estados Unidos no apoye a su gran aliado en el medio oriente, sobre todo si Rusia se involucra por el lado de Irán.
Irán amenazó con atacar el programa nuclear de Israel en caso de que este escale el enfrentamiento. Aunque que no se ha llegado a esto y no se sabe ciertamente que tan avanzados están los programas nucleares de ambos un eventual enfrentamiento entre estos podría tener consecuencias desastrosas para el mundo.
Con un frente abierto en Gaza y planes de una invasión a pie en Rafah –ciudad al sur de Gaza que concentra la mayoría de la población palestina actualmente– una guerra regional es una apuesta arriesgada para Israel.
Por otro lado, el silencio de Irán podría ser prudencia o podría ser una señal de que están planeando algo grande.
¿Alguien cederá paso a la paz o continuarán escalando los ataques hacia una guerra?
