Actualmente se encuentra ante la Corte Internacional de Justicia (ICJ por sus siglas en inglés) el caso que presentó Sudáfrica en contra de Israel por genocidio al pueblo palestino, a partir de la guerra en Gaza. El principal órgano judicial de las Naciones Unidas ordenó a Israel la semana pasada seguir una serie de medidas cautelares para prevenir que se comenta un genocidio y esta semana escuchó el caso de Ucrania contra Rusia también por genocidio.
El rol activo que el derecho internacional está jugando en los conflictos del momento –Gaza y Ucrania– ha dado tanto a sus defensores como a sus críticos mucho de qué hablar ya que se está observando en el mundo una nueva tendencia a recurrir a las cortes internacionales durante los conflictos armados.
Por mucho tiempo los juicios por genocidio se llevaban a cabo después del hecho para buscar reparar los daños, pero cada vez más las cortes internacionales estan siendo usado como una herramienta para frenar y prevenir estos actos, como sucedió en el tema de traslado de menores ucranianos por parte de las autoridades rusas.
El derecho internacional es un sistema de confianza que depende en gran medida de la cooperación y buena fe de los estados. Si bien el derecho internacional tiene consecuencias reales, al no haber un “gobierno mundial” o una autoridad suprema la disposición de los sujetos –los Estados– es fundamental para que este funcione.
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Los Estados deben no sólo estar dispuestos a cumplir lo que resuelven las cortes internacionales, también deben fomentar en sus pares estas mismas prácticas y deben tomar medidas cuando esto no suceda.
La denuncia de Sudáfrica ante la ICJ en contra de Israel es un esfuerzo por la vía legal de frenar una atrocidad, sin embargo, los intereses y la disposición de todos los involucrados no pueden pasarse por alto, sobre todo los de Estados Unidos, Israel, el Reino Unido y Alemania.
El caso que armó Sudáfrica
La respuesta de Israel a los ataques del 7 de octubre de 2023 ha dejado en la Franja de Gaza un saldo de 27,585 muertos y más de 66,000 heridos, hasta el momento. Alrededor de 2,000,000 de personas han sido desplazadas de sus hogares y el riesgo de una hambruna es inminente. Las mujeres embarazadas están viviendo y dando a luz en condiciones extremas y decenas de hospitales han sido total o parcialmente destruidos. La ayuda humanitaria es escasa y las agencias internacionales están sobrepasadas.
Sudáfrica se presentó ante la ICJ para denunciar que las acciones y la retórica de Israel en contra del pueblo palestino en los últimos meses tienen detrás una intención de eliminar parcial o totalmente a los palestinos en Gaza, es decir, de cometer un genocidio.
El genocidio fue usado por primera vez en un triubunal internacional después del Holocausto, en contra de nazis prominentes que tomaron parte este intento por eliminar completamente a la población judia. Según la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio “se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpretados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”
Entre los actos que deben tomarse en cuenta al momento de clasificar algo como genocidio o no está la “matanza de miembros del grupo”, un “sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción fisica total o parcial” y “las medidas destinadas a impedir los nacionentos”. Los cuales, según los datos y testimonios que han salido de Gaza desde octubre, están cometiendo actualmente.
Desde que comenzó el conflicto en Gaza, la palabra genocidio ha sido utilizado hasta por agentes de Naciones Unidas y críticos de la guerra en todo el mundo. Mucho se ha criticado a quienes comparan la situación palestina con la que vivió la población judía en Europa el siglo pasado, sin embargo aunque todos los genocidios en la historia comparten características, no hay dos iguales.
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El estándar mínimo de este delito no puede ser solo el más extremo, el término se ha ido construyendo conforme van presentándose los casos y lo que la Corte está determinando es si lo que sucede en Gaza constituye un genocidio. Para esto Sudáfrica tendrá que probar que la “intención” detrás de los ataques es acabar total o parcialmente con el pueblo palestino, nos explicó una doctora en derecho internacional que por la sensibilidad del tema prefiere el anonimato.
Entre las pruebas que presentó Sudáfrica están los comentarios alarmantes que hicieron agentes estatales de Israel respecto a la guerra que van desde el primer ministro –Benjamin Netanyahu– describiendo el conflicto como “la lucha entre los niños de la luz y los niños de la oscuridad”. El presidente de Israel diciendo que no hay civiles en Gaza y la amenaza de aniquilación de palestinos por parte del ministro de guerra.
Medidas cautelares
Mientras tanto, la ICJ ha dado una serie de medidas cautelares para evitar que se comentan actos de genocidio mientras determinan si esto es lo que está sucediendo en Gaza. Entre tanta discusión sobre el derecho de Israel a defenderse y el estatus internacional de Hamás como grupo terrorista, se ha diluido el debate sobre la crisis humanitaria y esta es la importancia del caso.
Esta demanda acota el tema y deja de lado todo el ruido para determinar si el Estado de Israel está cometiendo un crímen en contra de la población palestina. “Existen ciertas pruebas que nos hacen pensar que hay un genocidio” pero requiere demostrarse, nos explicó la profesora.
La Corte le dio a Israel un mes para cumplir con lo ordenado, que incluye prevenir un genocidio, prevenir y castigar toda incitación al genocidio, dar acceso a ayuda humanitaria y no destruir pruebas de los crimenes cometidos.
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Si bien la Corte no ha determinado si existe o no un genocidio, lo que sí le dijo a Israel es que “en esta situación tú tienes esta obligacion completa de tomar todas las medidas para evitar que exista al genocidio”, nos dijo la experta en derecho internacional.
La respuesta en el derecho internacional
La ventaja de llevar el caso a la Corte es que esta, al ser independiente e imparcial, se concentra en el derecho y deja de lado el tema político. Aunque no se puede esperar que la Corte ponga fin al conflicto, debe garantizar siempre que el derecho humanitario se cumpla en todo momento.
El pasado 30 de enero un grupo de israelíes armados entraron a un hospital en Cisjordania vestidos de doctores, ahí ejecutaron a tres enfermos, uno de los cuales parece haber pertenecido a Hamás.
Los ataques en contra de hospitales y escuelas son una clara violación del derecho humanitario en cualquier territorio independientemente de la guerra, sin embargo, desde que comenzó el conflicto se han convertido en el objetivo de numerosos bombardeos israelies con la excusa de que desde ahí opera Hamás. Si Israel no estaba siendo directamente atacado desde estos lugares, esta ofensiva constituye un crimen internacional.
Adicionalmente Israel ha denunciado a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA por sus siglas en inglés) por haber colaborado con Hamás en los ataques del 7 de octubre, en particular se señalan a 13 de sus 30,000 miembros. Estas acusaciones llevaron a 16 países a cortar el financiamiento a esta organización sin una investigación previa. Entre estos países se encuentran Canadá, Estados Unidos, el Reino Unido y Australia.
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Sin estos fondos la agencia ha advertido que no podrá continuar su labor de ayuda humanitaria más allá de febrero y han criticado esta decisión tan inmediata sin esperar a que se lleve a cabo el proceso debido. UNRWA ha sido desde antes de la guerra la espina dorsal de la vida civil de Gaza y en medio del conflicto se ha vuelto indispensable para la supervivencia en la franja.
Por su parte grupos de ciudadanos de Israel han bloqueado el acceso a Gaza a los camiones de ayuda humanitaria que todavía quedan. Mientras tanto el gobierno israelí se niega a aceptar la oferta de un alto al fuego que hizo Hamás a cambio de liberar a los rehenes. Benjamin Netanyahu dijo que no pararán hasta tener una “victoria total” y advirtió que el ejército israelí está listo para incursionar al sur de Gaza –dónde se encuentra la mayoría de la población civil.
El caso ante la Corte podría durar meses, pero todo indica que a los palestinos solo les quedan semanas.
