La Organización de las Naciones Unidas en su Informe mundial sobre las drogas 2022 indica que aproximadamente 209,000,000 de personas consumieron cannabis en 2020, lo que representa más del 4% de la población mundial entre 15 y 64 años y Estados Unidos es el país de América en el que más se consumió marihuana, con un 21.9% de la población de ese grupo de edad en 2020.
Con los datos más recientes, Canadá sería el segundo país con mayor proporción de consumidores de marihuana con el 14.73% de la población en 2015; seguido por Uruguay que en 2018 el 14.6% de la población utilizaba la droga.
Le sigue Chile que reportó que el 12% de su población consumía cannabis en 2020 y Argentina con el 8.13% según datos de 2017.
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El reporte de la ONU estima que en todo el continente americano 66,640,000 personas son consumidoras de cannabis y la mayor parte de estos consumidores se encuentran en América del Norte con 54,100,000; 10,450,000 en América del Sur; 1,080,000 en la región del Caribe y 1,010,000 en Centroamérica.
La proporción de consumidores de cannabis ha aumentado casi un 8% en la última década a nivel mundial
La ONU calcula que 284,000,000 de personas de todo el mundo de entre 15 y 64 años consumieron alguna droga en 2020, en su mayoría hombres. Ésto equivale aproximadamente a 1 de cada 18 personas en ese grupo de edad, es decir, el 5.6%.
La misma ONU aclara que el aumento se debe en parte al crecimiento de la población mundial y que se debe tener en consideración la gran incertidumbre que provoca la falta de estudios especializados y a la falta de confiabilidad en la recopilación de datos sobre el consumo de drogas en los distintos países.
Países americanos donde es legal consumir marihuana
El primer país en el mundo que legalizó la marihuana para su uso lúdico fue Uruguay, donde los y las ciudadanas mayores de 18 años y residentes en el país pueden cultivar su propia marihuana, unirse a un club de cannabis o comprar hasta 40 gramos de cannabis al mes en una farmacia autorizada.
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En Canadá el cannabis es legal para fines medicinales desde 2001 y, en 2018, el gobierno autorizó su uso con fines recreativos y en 2019 legalizó los productos de cannabis para su comercialización para personas mayores de 18 años.
En ese país, se puede poseer hasta 30 gramos de cannabis legal en público y compartir hasta 30 gramos de marihuana legal con otros adultos.
En Estados Unidos, la ley federal no da legalidad al consumo y distribución de la cannabis, pero en algunos estados se permite su comercialización y consumo con fines recreativos como en Colorado, Washington, Alaska, Oregón, Washington, D.C., California, Maine, Massachusetts, Nevada, Michigan, Vermont, Illinois y Nueva Jersey.
En Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Bolivia, Chile y Argentina no existe una ley que autorice que las personas puedan consumir, portar o vender cannabis. Pero, en caso de hacerlo, no serán sancionadas con penas graves, sino con sanciones cívicas. Semejante a lo que se pretende en México con la despenalización de su uso recreativo.
Leilani Hernández, investigadora del área de Incidencia de la organización Mexicanos Unidos Contra la Delincuencia -que analiza políticas de seguridad, legalidad y justicia- destacó la coincidencia de que los países que tienen regulado el consumo de cannabis sean los que encabezan las estadísticas sobre su consumo.
“Al tener el consumo permitido no tienen problemas con sacar estadísticas reales porque registran efectivamente cuántas son las personas consumidoras. Sus sistemas de legalización permiten saber cuántas personas consumen y qué cantidad. Pero en países donde no está regulado, eso es muchísimo más difícil”, nos dijo la especialista.
Hernández también resaltó que hay muchos países, como México, donde hay un alto nivel de decomiso y mucho tráfico de cannabis -que también tiene que ver con la cercanía a Estados Unidos- pero no hay una estadística real de cuántos consumidores existen. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017, en México habría alrededor de un 8.6 % de la población que consumió marihuana en 2017.
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La especialista nos dijo que la regulación de la marihuana tiene beneficios para las y los consumidores al poder realizarlo con mayor responsabilidad, con mayor información y con certeza de la calidad de producto que están adquiriendo y disminuye los niveles de violencia que las fuerzas policiales ejercen en contra de los usuarios.
“En el caso de México son muy visibles estas detenciones cometidas por la policía, el Ejército o la Guardia Nacional en contra de personas consumidoras a las que se les violenta, se les golpea o se les siembra droga. La penalización es una carta abierta para cometer muchísima violencia en el sistema penal y penitenciario”, acusó la entrevistada.
Como te contamos en esta nota, la guerra contra las drogas -que es una herencia de la política de Estado del ex presidente estadounidense Richard Nixon-, asoció el suministro y consumo de sustancias con una supuesta peligrosidad y criminalidad de grupos inconvenientes para el gobierno de Estados Unidos: la comunidad negra y los jóvenes que estaban en contra de la guerra de Vietnam.
Esta postura que ha sido difícil de olvidar por las y los legisladores obstruye el camino hacia la regularización y nos impide conocer realmente cuál es el papel que juega el consumo de sustancias en la ciudadanía, sus consecuencias y por tanto la manera efectiva de atenderlas. ¿Cuándo será que los prejuicios dejen de cegar a nuestras autoridades?
