Ecuador vive tiempos “inciertos y muy oscuros”, luego de que el presidente de este país sudamericano, Guillermo Lasso, disolvió por decreto a la Asamblea Nacional (Congreso) y convocó a elecciones para renovar los poderes Ejecutivo y Legislativo, lo que abre la puerta a un posible retorno al poder del movimiento populista del ex mandatario Rafael Correa (2007-2017), advirtieron especialistas.
“Aquí hay una polarización; el país está dividido desde hace 13 años: el 30% es correísta (seguidores de Rafael Correa) y un 40-50% que quiere cualquier cosa, menos con él. Cuando Correa fue presidente, estuvo 10 años (en el cargo); él manejaba el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, todo lo controlaba”, nos dijo desde Ecuador el periodista Luis Soto, quien ha documentado desde hace décadas la realidad política de su país.
“Lo bueno es que para las próximas elecciones, Correa -quien goza de asilo político en Bélgica- no puede ser candidato porque fue declarado culpable de sobornos y cohecho, y condenado a ocho años de prisión, además de que debe pagar una multa multimillonaria”, abundó el comunicador con 46 años de experiencia en radio y televisión.
Por su parte, el jefe de la carrera de Relaciones Internacionales de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, de la UNAM, Daniel Muñoz, nos explicó que Ecuador es un país que en los años recientes ha estado muy convulso políticamente, y reflejo de ello es la reciente decisión de Lasso de disolver el Congreso, tras haber llegado al poder apenas hace dos años.
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“Lasso va a la mitad de su mandato y está convocando a elecciones, lo que nos señala que no hay acuerdos, no hay consensos entre el Congreso y el Poder Ejecutivo, y eso hace que esté muy latente la inestabilidad en Ecuador”, precisó el académico.
Sobre el papel del correísmo en la crisis ecuatoriana, Muñoz nos indicó que Correa representó a una izquierda muy dominante durante muchos años, que dio al país cierta estabilidad: “la población ve con anhelo a ese viejo régimen; no es que la gente abrace a la izquierda y sea partidaria de esta corriente. Pero el papel que van a jugar Correa y sus aliados va a ser fundamental, porque son los que pueden generar consensos y ser una fuerza hegemónica para darle paz al país”.
El espejo peruano
El 17 de mayo de 2023, Guillermo Lasso disolvió la Asamblea Nacional, liderada por la oposición, en momentos en los que el mandatario derechista enfrentaba un proceso de destitución por presunta malversación de fondos. La medida -establecida en la Constitución ecuatoriana y conocida como “muerte cruzada”, pues también ordena renovar el Ejecutivo- permite al presidente gobernar por decreto hasta que haya nuevas elecciones.
Antes, el 7 de diciembre de 2022, el entonces presidente peruano, Pedro Castillo -quien también estaba a punto de enfrentar juicio político-, disolvió el Congreso, anunció que gobernaría por decreto e instauró un gabinete de emergencia nacional. El mandatario se respaldó en el artículo 134 constitucional que establece que el presidente puede disolver el Congreso “si éste ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros”.
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Contrario a la situación de Lasso, Castillo fue destituido y detenido por el delito de “rebelión”. Y es que en el caso de Perú, “el presidente debió cumplir un proceso administrativo, operativo y de orden legal”, explicó el analista Luis Alberto Villamarín al portal Voz de América.
Así, lo que hizo Castillo “fue ilegal”, mientras que en Ecuador fue “legal”, señaló al mismo medio Germán Sahid, catedrático de la Universidad del Rosario, en Colombia. “De manera abusiva, y contraria al orden constitucional, (Castillo) anuló una rama del poder público, y eso es contrario al espíritu democrático de la Constitución peruana. En el caso de Ecuador, el presidente tiene la potestad de anular las dos ramas del poder público (Ejecutivo y Legislativo)”, precisó.
El populismo toca la puerta
Luis Soto, quien fue jefe de Redacción en Univisión, nos explicó que el plan de Correa es que sus seguidores ganen en las próximas elecciones, para que el mandatario interino anule el juicio en su contra: “así, él podría regresar en 2025 (para aspirar a la Presidencia), y donde llegue a ganar vamos a tener lo que han hecho todos estos populistas; ganan y no se quieren ir: ahí están (Nicolás) Maduro (en Venezuela), (Daniel) Ortega (en Nicaragua), y López Obrador, que no se va a reelegir, pero va a dejar de sucesor al menos capaz (para gobernar)”.
El periodista ecuatoriano recordó que como presidente Correa tenía su programa sabatino en el que “insultaba, abusaba y se burlaba” de la oposición. “Así como el presidente mexicano que tiene las mañaneras, Correa todos los sábados se echaba entre tres y cuatro horas. Y el lunes se cumplían las cosas que había dicho el sábado, además de que perseguía a periodistas, opositores y era terriblemente autoritario, rayando en dictador”.
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Por su lado, el también maestro en Estudios Políticos Europeos Daniel Muñoz nos señaló que es posible que Correa vuelva al poder en Ecuador: “se está planteando ese escenario para que se genere nuevamente el gobierno de este grupo, luego de que Lasso ha sido señalado de entregar el país a las fuerzas que tanto criticó como opositor”.
En cuanto al aún presidente ecuatoriano, el internacionalista indicó que Lasso tiene el apoyo del Ejército, lo que le permitiría -“si lo sabe aprovechar”- lograr una transición pacífica.
Finalmente, respecto al eventual retorno de Correa al país, Muñoz vio una similitud con los casos de Alberto Fujimori y Alan García, quienes al dejar de ser presidentes de Perú, “se van por la puerta trasera, pero después son vistos como héroes y se les pide que regresen para dar estabilidad al país”.
