Desde su designación como presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en noviembre de 2019, María del Rosario Piedra Ibarra, actual titular de ese organismo autónomo, ha estado envuelta en críticas y cuestionamientos.
En un país donde hay una crisis de violaciones a los derechos humanos que va en aumento, especialistas e integrantes de la sociedad civil señalan que el silencio de la CNDH ante este escenario compromete su autonomía e independencia.
Según nos explicó el doctor en Derecho Luis de la Barreda Solórzano, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los organismos autónomos “son una defensa importante de la sociedad cuando funcionan adecuadamente, cuando quienes los dirigen y trabajan en ellos hacen honor al estatus de autonomía y actúan con calidad profesional”.
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Pero esto no está sucediendo en la CNDH bajo la dirección de Rosario Piedra, ya que en su actuación durante poco más de dos años “ha mostrado una absoluta obsecuencia ante el poder ejecutivo federal”, afirmó en entrevista.
Silencio ante violaciones de derechos humanos
Para el profesor de la UNAM es escandaloso y una vergüenza que la CNDH no haya protestado ante la falta de medicamentos para menores con cáncer, por la supresión del Seguro Popular, de las estancias infantiles y escuelas de tiempo completo, por los ataques a periodistas, a ambientalistas y al movimiento feminista y por las graves violaciones de los derechos de las personas migrantes.
La CNDH prefiere guardar silencio ante la “manera perversa” en que el fiscal Alejandro Gertz Manero empleó la acción penal en los casos de Alejandra Cuevas y de Laura Morán, que “afortunadamente ya se resolvió” ya que el pasado 28 de marzo la Suprema Corte las absolvió de la acusación por el presunto homicidio de Federico Gertz, hermano del fiscal, nos dijo el investigador.
Además, está el caso de las 31 científicas y científicos del Conacyt a quienes la Fiscalía General de la República acusó de realizar operaciones con recursos de procedencia ilícita y de delincuencia organizada, en septiembre de 2021. Ante la inacción de la CNDH, un juez negó dos veces la orden de aprehensión que pedía la fiscalía, resaltó Luis de la Barreda.
Y no hay que olvidar que, desde septiembre de 2020, agrupaciones feministas mantienen “tomadas” las instalaciones de la CNDH, en la calle de República de Cuba número 60, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, debido a la falta de apoyo de esa institución a las familias de víctimas de la violencia contra las mujeres.
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¿Crisis dentro de la CNDH?
Bajo la presidencia de Piedra Ibarra, la CNDH también suma denuncias por abuso a los derechos laborales y por despidos injustificados, como lo reportó Cuestione en esta nota.
El pasado 15 de diciembre, trabajadores de la CNDH a través de una carta llamaron a denunciar los abusos laborales que enfrentan al interior de ese organismo, a manos de Francisco Estrada Correa, secretario ejecutivo de la CNDH, y acusaron que la institución sufre una crisis interna.
De igual forma, dentro de la CNDH hubo persecución y se interrogó de una manera inquisitiva a quienes participaron en la recomendación 15VG/2018 sobre la desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Contra el derecho, la CNDH desconoció esa recomendación y reabrió el caso para ajustarlo, sostuvo Luis de la Barreda.
“Ese silencio y persecución interna hablan de una Comisión totalmente desfigurada”, consideró De la Barreda Solórzano.
Por su parte, Víctor Alonso Del Pozo, coordinador del área de defensa integral de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos, organización social que acompaña varios casos de víctimas que han presentado quejas en la CNDH, coincide con el diagnóstico negativo de la gestión de María del Rosario Piedra.
De acuerdo con el análisis de Del Pozo “ha habido fallas y omisiones reiteradas” de la CNDH, como la decisión de no presentar una acción de inconstitucionalidad contra normas que son preocupantes, por ejemplo, en temas de militarización del país y en temas de protección de datos personales.
El defensor de derechos humanos también señaló que a partir de la nueva administración en la CNDH se dejó de dar seguimiento a las recomendaciones emitidas en gestiones pasadas, “simplemente nunca volvieron a convocar a reuniones de seguimiento en algunos casos”.
Aunque apuntó que también hay funcionarias y funcionarios que buscan dar seguimiento a las recomendaciones. Una de las tareas de la CNDH es hacer recomendaciones públicas, denuncias y quejas ante las autoridades que cometen violaciones a derechos humanos.
La actuación deficiente de la presidenta de la CNDH frente a la crisis actual de derechos humanos en México confirma las advertencias de la falta de independencia política por su cercanía con el partido del régimen, que denunciaron diversas organizaciones y asociaciones civiles que defienden derechos humanos cuando fue propuesta en 2019, nos dijo Víctor Del Pozo en entrevista.
En febrero de 2021, estos cuestionamientos llegaron al Subcomité de Acreditaciones de la Alianza Global de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos, órgano de la ONU que decidió “en una situación inédita iniciar una revisión especial de la situación de la Comisión Nacional” por el conflicto de interés y la falta de autonomía e independencia en el nombramiento de María del Rosario Piedra, destacó.
Del Pozo nos explicó que dicho subcomité es un organismo internacional que se encarga de vigilar que se cumplan con los estándares incluidos en los Principios de París, que rigen el actuar de todas las instituciones de derechos humanos en los distintos países que forman parte de esta organización.
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Defender la autonomía de la CNDH
Los organismos autónomos fueron creados en América Latina alrededor de la década de los 90 del siglo pasado para cubrir la inacción de las instituciones del Estado.
En México, en 1989 se creó la Dirección General de Derechos Humanos dentro de la Secretaría de Gobernación. Y un año después nació por decreto presidencial la CNDH como una institución independiente de dicha secretaría, con el objetivo de proteger a la sociedad de violaciones a los derechos humanos.
Víctor Alonso Del Pozo señaló que el fortalecimiento de la autonomía de la CNDH ha sido un tema pendiente desde sexenios anteriores.
Frente a la dimensión de la crisis no deja de ser un rol menor el que tiene la CNDH. Pero su importancia es tan grande como la que tienen organismos autónomos como el Banco de México o el INE. Pues cada uno busca que aspectos relevantes para la vida democrática del país se mantengan funcionando, sin injerencias de otros poderes, nos dijo.
A su parecer, la CNDH puede ser muy útil para permitir que las víctimas obtengan un reconocimiento de lo que les sucedió y que eso les lleve a poder activar otros mecanismos para acceder a los beneficios de la Ley General de Víctimas, ejemplificó Víctor Del Pozo.
Por tanto, consideró grave que esta institución no sea capaz de mostrarle a las víctimas y a la sociedad que es autónoma del mismo Gobierno que les está violando los derechos humanos.
Ya que esto puede generar un efecto inhibidor para denunciar violaciones de derechos humanos, “pues a las personas les hace pensar dos veces si acuden o no a la Comisión Nacional, porque de entrada tienen la sospecha de que quizá no va a haber una solución adecuada a sus problemas”, indicó.
Frente al dolor de las víctimas y sus necesidades, estas no ameritan menos que una institución que pueda atenderles desde la autonomía y la imparcialidad, dijo.
Para Luis de la Barreda los partidos de oposición, organizaciones de la sociedad civil, académicos y medios de comunicación tienen que ser muy exigentes en que se respete a los organismos autónomos y los principios de la democracia, para frenar el autoritarismo que se está padeciendo en el país.
