“El uso del lenguaje puede ser perverso”, dice Edgar Guerra, cátedra del Conacyt adscrito como profesor-investigador al Programa de Política de Drogas del CIDE, sobre los señalamientos contra 31 científicos a quienes la Fiscalía General de la República acusa por operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada.
“Nos preocupa que esto está siendo un gran distractor para no atender los problemas que hay en el sector de ciencia, tecnología e innovación y el Conacyt”, señala Alma Maldonado, del Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav.
La científica reprueba este tipo de mensajes con “saña” a integrantes del Foro Consultivo Científico y Tecnológico A.C. (Foro A.C.). “Estamos hablando de un foro que tenía cabida legal. ¿Qué recibía fondos públicos? Eso estaba dentro de la ley y ahora con la intención de cambiar el estatuto ya es ilegal”.
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¿Delincuencia organizada?
El Artículo 38 de la Ley de Ciencia y Tecnología, “es claro”, explica Maldonado. Establece que el “Conacyt es quien se encargará de otorgar los apoyos necesarios
para garantizar el adecuado funcionamiento del Foro A.C.”. Resulta ahora que al querer cambiar estos estatutos, los científicos son señalados de “delincuencia organizada, peculado o recursos ilícitos”; esto hace pensar que se trata de desviar la atención sobre la problemática real.
La investigadora del Cinvestav considera que “las políticas de la actual dirección, no nos están llevando a un camino donde podamos consolidar lo que se estaba haciendo”. Acepta que tal vez “no todo se estaba haciendo bien, pero eso no significa que teníamos que echar para atrás”.
Investigadores del Conacyt lanzan #BuscoTrabajo
Con el hashtag #BuscoTrabajo, científicos e investigadores expusieron la crisis al interior del programa Cátedras Conacyt, donde investigadores denunciaron el despido de 200 personas y la falta de reconocimiento a su sindicato. Este programa era el encargado de financiar plazas académicas para investigadores jóvenes.
“#BuscoTrabajo soy doctor en Ciencias Sociales, SNI-C, experto en migraciones e (in) movilidades humanas, epistemología crítica y metodologías colectivas. Para conservar mi trabajo como cátedra Conacyt requiero buscar trabajo”, fue el mensaje de Sergio Prieto Díaz. Y surgieron otros mensajes similares como el de Yuri Vladimir Albores y Carolina Robledo.
“Los compañeros de Cátedras Conacyt tuvieron que recurrir a esto porque no se les reconoce su sindicato”, precisa Maldonado. “Parece ser que este programa le pareció a la directora (del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla) neoliberal y empezó a llamarlos colgados de la nómina”.
La lucha por derechos
Edgar Guerra, integrante del programa Cátedra del Conacyt adscrito al CIDE, precisa que como parte del programa, lo que ellos están demandando son “derechos laborales”. Al final, “lo que queremos es seguir investigando, enseñando en las universidades, acudiendo a seminarios, coloquios…, para ello necesitamos un contrato colectivo de trabajo”
Este programa se ha visto afectado por austeridad y el despido de 200 académicos en lo que va de esta gestión. Guerra da a conocer que la falta de plazas para continuar con su labor de investigación es “la punta del iceberg que ocurre en las universidades y los centros públicos de investigación”.
Ni tan transparentes
En conferencia matutina del 21 de octubre de 2020, la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla denunció que a través de fideicomisos se desviaba dinero a empresas privadas.
Como evidenció Cuestione, entre esas empresas estaba una vinculada al en ese entonces jefe de la oficina de presidencia, Alfonso Romo, la cual recibió entre 2011 y 2016 cerca de 43 millones de pesos, a través de tres proyectos del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI).
La información a cuentagotas sobre los ventiladores
El jueves 23 abril de 2020, Álvarez-Buylla acompañó al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell en su reporte sobre el avance del coronavirus en México. Y llevó a Palacio Nacional datos con los que aseguró que para el 15 de mayo se contaría con 700 ventiladores. “Es el reto concreto que nos planteó el presidente”, dijo.
“La idea es que estén completamente ensamblados para el 15 de mayo, y en pocos días instalados en los hospitales”. En esa fecha no hubo ventiladores, según la directora del Conacyt, porque nunca se dio fecha de la entrega.
De acuerdo a datos del Tercer Informe de Gobierno, de agosto a noviembre de 2020 se otorgaron 36.9 millones de pesos adicionales para la fabricación de mil ventiladores mecánicos Ehécatl y Gätsi.
La cantidad incrementó la cifra inicial de casi 259,000,000 de pesos, según publicó La Silla Rota. Hasta junio se habían distribuido 756 ventiladores mecánicos en 81 hospitales públicos de 20 estados.
El pasado 5 de septiembre Milenio publicó que no se contaba con evidencia documental sobre la entrega de los ventiladores. Y en un reporte interno de la Secretaría de Salud, al que ese diario tuvo acceso, reveló que personal médico que ha usado estos aparatos no les tienen plena confianza por la falta de estructura.
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La polémica de Gertz Manero
Once años, dos juicios de nulidad y cinco amparos anteceden a la admisión del fiscal General de la República, Alejandró Gertz Manero, como parte del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) en el nivel III, el más alto reconocimiento del Conacyt.
La distinción no generaría polémica de no ser porque este reconocimiento se otorga a científicos e investigadores. Y Gertz Manero está al frente de la FGR desde enero de 2019.
“Salta que justo ahora que no se está dedicando a la investigación académica, porque en la FGR hace de otro tipo, sea este el momento en que le dan la entrada al Sistema Nacional de Investigadores y luego en el nivel III”, nos dice Ivonne Acuña Murillo, académica de la Ibero y experta en Sistema Político y Género.
La persecución de la FGR a científicos pareciera ser una represalía contra quienes se opusieron abiertamente al nombramiento de Gertz Manero. ¿Conacyt tendrá una idea de transparencia a modo?
