El grave problema de desabasto de medicamentos continúa en el país, como lo reconoció el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 19 de noviembre. No obstante, la Cámara de Diputados aprobó menos presupuesto para algunas compras de medicamentos a nivel nacional.
Durante la inauguración de la Clínica Comunidad Mexicana de Hemodiálisis, proyecto del Sistema Salud Digna del empresario Jesús Vizcarra, en Toluca, Estado de México, el mandatario afirmó “vamos a resolver, ya estamos avanzando, el grave problema del desabasto de los medicamentos, y me canso ganso de que van a haber medicamentos, no el llamado cuadro básico, todos los medicamentos que se necesitan”.
Además, el presidente dijo que el derecho a la salud, la atención médica de calidad y medicamentos gratuitos “es el ideal que queremos convertir en realidad a más tardar a finales del año próximo”.
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Mientras que el problema del desabasto de medicamentos no se soluciona, la Cámara de Diputados aprobó una reducción de 25.4% para el presupuesto del 2023 para el programa de suministro de medicamentos del ISSSTE, al pasar de $20,120 millones de pesos reales en el presupuesto de 2022 a $15,001 millones de pesos para 2023, señaló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Esta reducción presupuestaría al programa de Suministro de Claves de Medicamentos tendrá un impacto importante, por lo que seguramente el gobierno federal va a dejar de comprar o reducirá la cantidad de algunos medicamentos, nos dijo en entrevista Fernanda Avendaño, coordinadora del área de Anticorrupción del IMCO.
Además, el presupuesto para la Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral solo aumentó 2.3% en comparación con el presupuesto de 2022, cuando se le asignaron $80,055 millones de pesos reales y para el 2023 tendrá $81,914 millones de pesos, precisa el IMCO.
¿Otro cambio al sistema de contrataciones?
A este recorte del presupuesto para la compra de medicamentos se sumaría un cambio más en la estrategia del sistema de compra de medicamentos para todo el país.
El pasado 5 de octubre de 2022, casi dos años antes de lo previsto, Juan Antonio Ferrer Aguilar, titular del Insabi, anunció el fin de la colaboración de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) en la compra de medicamentos para el país.
El funcionario afirmó que el sector salud ya está articulado y cuenta con capacidades suficientes, por lo que no se requiere de la UNOPS para las compras consolidadas de medicamentos.
Así, nuevamente sería el gobierno Federal, a través del Instituto para el Bienestar (Insabi), junto con otras instancias federales, los encargados de comprar, distribuir y entregar los medicamentos a los pacientes durante 2023 y 2024.
En 2019, luego que la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda fracasó a principios del sexenio en la compra directa de medicamentos y materiales de curación para supuestamente combatir la corrupción, el gobierno mexicano recurrió a la UNOPS para buscar medicinas y remediar el desabasto que ocasionó esa medida.
La administración de López Obrador firmó, el 19 de febrero de 2019, un acuerdo con la UNOPS que tenía el objetivo de promover un mejor manejo de las adquisiciones públicas de medicamentos y los proyectos de infraestructura en el país.
Y el 31 de julio de 2020, el gobierno firmó otro convenio con la UNOPS “para realizar compras consolidadas de medicamentos, equipos médicos y vacunas en el exterior del país a precios competitivos”, hasta 2024.
No obstante, el pasado 11 de noviembre, el presidente aclaró que aún no se decide si este contrato con la UNOPS se terminará. Esto, luego de señalar que el organismo de Naciones Unidas no ha cumplido con la entrega de todas las medicinas contratadas en el acuerdo hecho con el gobierno de México.
“Se está viendo eso, es que no han podido surtir, abastecer todas las claves, todas las medicinas, y se ha tenido que llevar a cabo un mecanismo complementario para la compra de los medicamentos en el extranjero, pero todavía no se decide, todavía no podemos tomar una decisión en definitiva, se va a analizar”, afirmó el presidente.
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Incertidumbre
Fernanda Avendaño nos explicó que cada cambio en el sistema de contrataciones para la compra de medicamentos, además de tener implicaciones en el desempeño de las funciones de dicho sistema, tiene un efecto para la sociedad en el acceso a los medicamentos.
Para el IMCO, la falta de planeación en el modelo de contrataciones genera incertidumbre sobre la efectividad de los procesos de adquisición de medicamentos y material de curación, e impacta en el suministro y en la calidad de las compras de salud.
Por tanto y frente a los cambios en la estrategia de contratación, el IMCO hizo un llamado a las instituciones involucradas como el Insabi, la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de la Función Pública para promover la solicitud oportuna y coordinada de los medicamentos requeridos y asegurar las mejores prácticas en materia de centralización y distribución de compras de salud.
Esto porque el mecanismo de adquisición de compras con la UNOPS recibió críticas por incumplimiento y atrasos en la adjudicación de más de mil claves de medicamentos y material de curación para el abastecimiento de 2021.
Como nos expuso Fernanda Avendaño, estamos ante una estrategia de compras con resultados insuficientes, que tienen un efecto en el desabasto de medicamentos.
El gobierno partió de la idea de “acabar con la corrupción” para hacer estas modificaciones en el sistema de compras, pero ahora el sistema se vuelve más opaco y con más retos logísticos para cumplir con el objetivo final: el abastecimiento de los medicamentos a nivel nacional, dijo.
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Sigue el desabasto
Andrés Castañeda, coordinador del Colectivo Cero Desabasto, nos explicó que según los datos del IMSS el surtimiento completo de recetas estaba en un 97%, a octubre de 2022. Es decir que el abasto de medicamentos “ha venido recuperándose desde el segundo trimestre del 2022, sin embargo, todavía no estamos como estábamos en 2017 y 2018”.
Los datos del Sistema Nacional de Indicadores de Calidad en Salud (INDICAS) indican que las unidades rurales de la Secretaría de Salud, en el tercer cuatrimestre del 2021, tenían un 80% de surtimiento y en el primer cuatrimestre del 2022 este bajó a 73%. Y a inicios del 2021 el IMSS-Bienestar tenía un 74% de surtimiento y en el primer cuatrimestre del 2022 cayó a un 71%, el más bajo de los últimos 6 años, señala el Colectivo Cero Desabasto.
En ambos casos, en 2022, más del 25% de la demanda de los medicamentos no se ha surtido efectivamente, y la población en mayor situación de vulnerabilidad ha tenido afectaciones no sólo en su salud, sino también en su bolsillo, de acuerdo con el colectivo.
El desabasto de medicamentos ha sido generalizado, pero las enfermedades o patologías más reportadas por desabasto de medicamentos desde 2019, año en que crearon la plataforma de Cero Desabasto, son el cáncer, seguido de diabetes, luego de los pacientes con algún trasplante, hipertensión y salud mental.
Y en lo que va de 2022, los reportes por desabasto de pacientes con enfermedades de salud mental subió al primer lugar, seguidos de cáncer, diabetes y enfermedades reumatológicas, neurológicas, pacientes trasplantados, cardiológicas, pacientes con Parkinson, Alzheimer, esclerosis múltiple y otras.
Las principales patologías de salud mental que se reportaron por desabasto de medicamentos durante este año, precisó Andrés Castañeda, son depresión, ansiedad y trastorno de déficit de atención. La plataforma lleva un registro de 9,044 reportes de desabasto de medicamentos a nivel nacional, desde enero de 2019 a noviembre de 2022.
“Parece que las cosas están mejorando con todos los indicadores que tenemos (…) No nos acostumbremos (al desabasto de medicamentos) pues todavía seguimos lejos de estar en datos ideales”, sostuvo finalmente Andrés Castañeda.
