Desastres por lluvias crecen y presupuesto para enfrentarlos se reduce

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La reciente temporada de lluvias en México ha afectado a miles de personas e incluso ha cobrado vidas, como en el caso de las 17 víctimas del hospital de Tula en Hidalgo. Según las perspectivas de lluvia para 2021, este mes están 11.4% arriba del promedio esperado.

Aún así, durante esta administración, las instituciones que tienen como objetivo reducir los accidentes por lluvias o prevenir desastres han sufrido reducciones en su presupuesto.

Tal es el caso del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Protección Civil y el Instituto de Ecología y Cambio Climático.

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Aprender de los errores

El recorte más grave se había dado cuando el gobierno federal determinó que el 30 de junio de 2021 se extinguiera el Fideicomiso de Fondo de Desastres Naturales (Fonden). Sin embargo, este volvió a aparecer en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2022 con 9,054 millones de pesos. 

Después de inundaciones como la de Tula, en Hidalgo y Ecatepec en el Estado de México, al fin se solicitó un alza importante para Conagua en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2022.

Lo preocupante es que este no es el caso para el resto de las instituciones que tienen entre sus tareas prevenir y atender desastres naturales con el gobierno de López Obrador.

Conagua, que tiene entre sus atribuciones realizar acciones para atender zonas afectadas por fenómenos climatológicos, ha estado trabajando con uno de los presupuestos más bajos en cinco años. De acuerdo con información de Hacienda, el presupuesto de Conagua para este año fue 19.5% menor a lo que se le entregó en 2018, durante el último año del gobierno anterior. Apenas para 2022 se propone un alza a niveles incluso por encima de 2018.

Recortes que salen caros

Los recortes a las instancias responsables de atender las lluvias afectan principalmente a las comunidades en zonas inundables.

Por ejemplo, de acuerdo con la Ley de Aguas Nacionales, la Conagua debe construir y operar obras para proteger zonas inundables, a través de los organismos locales y en coordinación con los gobiernos estatales y municipales. Sin embargo, desde 2018 se sigue recortando ese presupuesto.

Otro ejemplo es el monto asignado a Medio Ambiente, el rubro enfocado en los recursos para el “Manejo eficiente y sustentable del agua y prevención de inundaciones” tuvo también una disminución de 19% en 2021, respecto a lo que se le había presupuestado en 2018. El dinero para el rubro de Drenaje y Tratamiento, y el de Ordenación de Aguas Residuales, Drenaje y Alcantarillado, también bajó 59% si se compara 2018 con 2021, y la propuesta para 2022 es aún 53% más baja.

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Menos dinero para los desastres

No sólo ha habido reducciones en el dinero previsto para prevenir los desastres naturales. También se han dado en instancias que se encargan de atenderlos. 

Tal es el caso del Cenapred, que está encargado de generar políticas públicas para prevenir y reducir los riesgos de los desastres y tuvo una reducción de 28.3% de 2018 a 2021, su monto más bajo en los últimos cinco años. Para 2022, se proyectó un monto muy similar.

En el presupuesto para la Coordinación Nacional de Protección Civil ocurre algo similar: entre 2018 y 2021 hay una disminución de 45% en sus recursos, y para 2022 apenas se propone un aumento de 0.062%.

Las lluvias no son algo variable y han empeorado conforme se agudiza la crisis climática. Las instituciones correspondientes deberían estar mejor preparadas y contar con los recursos suficientes para prevenir y atender estos sucesos.

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