La politización del feminicidio tiene a Colima en el primer lugar de ese delito

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La politización del feminicidio ha llevado a que en estados como Colima sea difícil conocer con certeza el número de feminicidios ya que muchos de ellos son reportados como homicidios dolosos. 

Sin embargo, las mujeres viven en ese estado con tanto peligro que ya no es posible ocultarlo.

Colima es el estado con mayor tasa de feminicidios en todo México según los datos de los primeros diez meses de 2022, hubo 3.69 mujeres víctimas de feminicidio por cada 100,000 mujeres. 

Además, ocupa el primer lugar en tasa de homicidios dolosos de mujeres, 18.23 mujeres asesinadas por cada 100,000 mujeres en el estado. 

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Para que un homicidio sea calificado como feminicidio en México debe cumplir con alguno de los criterios que indican que el género de la victima tuvo que ver con su asesinato. 

Desde la relación entre la víctima y el asesino, hasta el trato que se le da al cuerpo de la víctima pueden ser indicadores de que se trata de un feminicidio. Sin embargo, lejos de impartir justicia, en muchos casos las fiscalías son incapaces hasta de reconocer los asesinatos de mujeres como lo que son: feminicidios.

“La autoridad no quiere que se le aumenten los números”

María de la Luz Estrada, Coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), nos comenta que si bien los números oficiales de feminicidios son altos, es posible que la realidad sea aún peor, ya que hay incentivos para que la autoridad sub reporte el crimen: “no quieren que se le aumenten los números”.

La activista nos explicó que políticamente, se ve mal tener cifras altas de feminicidios, lo cual hace que las fiscalías no reporten todos los feminicidios que se están investigando hasta que no hayan vinculado a alguien y el caso sea resuelto. 

Pero la realidad es que en un país con tanta impunidad resulta inexplicable esperar a resolver el caso para reportarlo como feminicidio. 

Luz Estrada menciona que en muchos casos los criterios para que un asesinato se clasifique e investigue como feminicidio se cumplen antes de saber quién lo cometió. 

El hecho de que “el cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público” es suficiente para decir que se cometió un feminicidio. Pero hay mucha resistencia por parte de las autoridades para reportar todos estos casos, nos dijo Estrada. 

Subregistro, un vicio común en Colima

En Colima es muy común el subregistro de feminicidios, como menciona Luz Estrada, por motivos políticos (aunque no son los únicos motivos). 

Durante los primeros ocho meses del año, dicho estado reportaba cero feminicidios lo cual le ganó el último lugar en feminicidios en todo el país. Mientras tanto, reportaban 70 homicidios dolosos de mujeres, ninguno de los cuales clasificaban como feminicidio, y la tasa más alta de violencia familiar en todo el país. 

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Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad reportó que lo que sucedía en Colima era que las fiscalías no estaban reportando como feminicidios casos que claramente lo eran. 

Tras la publicación de esta investigación y la presión por parte de organizaciones y personas como Luz Estrada, la Fiscalía General del Estado de Colima reclasificó como feminicidio 16 de los 70 casos de homicidios dolosos de mujeres que habían reportado.

Luz Estrada asistió a mesas de trabajo con las autoridades del estado y comenta que a las autoridades “no les gustó” que les mencionaron el subregistro de feminicidios. 

Esta reclasificación puso a Colima en primer lugar nacional en feminicidios por cada 100,000 mujeres. Pero según reportes de asociaciones civiles y activistas locales, esta cifra sigue siendo conservadora para lo que viven las mujeres en Colima.

Alertas en Colima

En junio de 2017 en Colima se declaró la Alerta por Violencia de Género en cinco municipios después de que se realizara la solicitud en 2014 y que 2016 fuera un año letal para las mujeres de este estado, cuando se reportaron 22 feminicidios. 

Por ejemplo, en 2018 Coquimatlán, un pequeño municipio que en aquel momento tenía 10,731 mujeres, reportó 4 feminicidios. Esto disparó la tasa de feminicidios en el municipio de 0 el año previo, a 37 en 2018, lo cual quiere decir que si hubiera 100,000 mujeres en el municipio de Coquimatlán 37 habrían sido asesinadas por motivos de género. 

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Por medio de solicitudes de acceso a la información Serendipia, una iniciativa de periodismo de datos que se ha dado a la tarea de investigar qué hay detrás del financiamiento de las alertas, encontró que entre 2017 y 2020 Colima gastó $81,500,000 pesos en las AVG, de los cuales $18,482,185 fueron destinados a capacitaciones de servidores públicos, $6,491,047 a gasolina y $14,541,529 son gastos sin desglosar. 

Violencia criminal y de género

Tanto Lucía Melgar como Luz Estrada mencionaron el crimen organizado como factor importante en el estudio de la violencia de género en Colima. Ambas están de acuerdo en que es imposible separar la violencia criminal de la violencia feminicida ya que se han construido juntas y se retroalimentan. 

Según las expertas, el crimen contribuye al subregistro de feminicidios ya que las autoridades tienden a mantenerse al margen de las actividades criminales, ya sea por miedo o por complicidad. Debido a esto la violencia de género que los grupos criminales no solo no es investigada sino que tiende a encubrirse.

Lo político

Los movimientos feministas han cobrado mucha fuerza en los últimos años, y aunque a veces parece que las cosas están cada vez peor, algo que  ha logrado el feminismo es estar en boca de todos. 

Entre todas las consignas y peticiones hay una con la que nadie se atrevería a estar en desacuerdo: “Ni una más”. Porque independientemente de lo que uno opine sobre la economía, la vida y la sociedad, es difícil argumentar en contra del derecho a la vida. 

Por una parte la politización del feminicidio ha traído atención necesaria a la crisis de violencia que sufren las mujeres en México, pero por otro lado ha hecho incentivado a las autoridades a subreportar el crimen y Colima es un claro ejemplo de ello.

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