Andrés Manuel López Obrador aceptó el 21 de mayo que se reúne “habitualmente” con el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, y con otros ministros.
“Hay asuntos que requieren atención de Estado”, argumentó el presidente. “A nosotros nos importa mucho que ellos conozcan de manera directa el por qué de nuestra actuación… Nos importa mucho que sepan por qué la Ley Eléctrica o por qué la Ley de Hidrocarburos”.
Al encuentro en Palacio Nacional con López Obrador acudieron, además de Zaldívar, Yasmín Esquivel y Luis González Alcántara, estos últimos fueron propuestos por el presidente para ser ministros de la Corte.
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¿Y la división de poderes?
Rodrigo Salazar Elena, coordinador del Laboratorio de Métodos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en México (Flacso), consideró que con el cabildeo realizado por el presidente, “la división de poderes no queda en ningún lado… se mete al bolsillo a los representantes de las instituciones, la división de poderes y los contrapesos”.
Calificó de “cinismo” el discurso del mandatario, “cuando dice: ‘sí, yo me reuní con ellos para cabildear’. Es un cinismo que yo no veía ni con Carlos Salinas de Gortari, otro presidente muy envalentonado. No se acuerdan que cuando Salinas era presidente, la gente lo apoyaba como ahora a López Obrador. Y una semana después era la maldición encarnada”.
Con el cabildeo sobre la Ley Eléctrica y la Ley de Hidrocarburos, el jefe del Ejecutivo pone en duda la autonomía de la SCJN y de los ministros. “Con todo cinismo dice que cabildea. Es un cinismo que él se permite”.
¿A qué ministros llamó?
La cita en Palacio Nacional del pasado 20 de mayo ocurrió luego de que los jueces Juan Pablo Gómez y Rodrigo de la Peza otorgaron suspensiones definitivas a seis empresas que impugnaron las reformas a la Ley de Hidrocarburos.
Andrés Manuel llamó a Yasmín Esquivel Mossa –esposa de José María Riobóo, asesor del gobierno federal con el proyecto del Aeropuerto de Santa Lucía– y a Luis González Alcántara, quien fue presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, cuando el tabasqueño fue jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal.
“López Obrador buscó la manera y la encontró, de llegarle de la misma forma en la que le llegó al Sr. Zaldívar en la Corte que al Sr. Vargas en el Tribunal Electoral”, consideró Rodrigo Salazar Elena.
“¿Cómo es posible que acepten reunirse con el presidente con esa agenda? Realmente es una falta de decoro. Y falta de cuidado a la división de poderes, esa la están poniendo los ministros, en particular Zaldívar; vaya uno a saber por qué”.
Salazar Elena se pregunta por qué el presidente de la Corte no fijó su posición y respondió: “no señor. No me voy a reunir con usted. Imagino que va a ser muy interesante lo que me diga, pero no puedo reunirme con usted porque tengo que proteger la autonomía de la Corte”.
Ante los señalamientos de cabildeo y la confirmación de reunión entre magistrados y López Obrador, el presidente de la Corte, Arturo Zaldívar empleó sus redes sociales para defender la autonomía de la SCJN.
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¿Funcionó el cabildeo?
El coordinador del Laboratorio de Métodos de la Flacso señaló que el cabildeo evidenció que “parte de la culpa es que los supuestos guardianes de la división de poderes, ya sea por miedo o por otra razón se prestan a eso”.
¿Cómo le fue a la Ley Eléctrica? Particulares han promovido amparos en su contra. Entre los abogados que aceptaron promover este recurso se encuentra, Javier Mijangos y González, quien fue secretario de Estudio y Cuenta del actual presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar.
En dos meses se tiene registro de 362 suspensiones a la Ley Eléctrica. La Jornada dio a conocer que hasta el 25 de mayo, el 65% de estas suspensiones son definitivas.
La Presidencia interpuso un recurso con el que busca impugnar las suspensiones de Juan Pablo Gómez, uno de los jueces que también congeló la Ley de Hidrocarburos.
El presidente exhibió su cabildeo con magistrados, ¿qué tan vulnerable es la Corte bajo su gestión?
