La política fiscal de un país es una buena radiografía de sus prioridades e intereses, pero casi nadie la voltea a ver. En México los impuestos a productos de gestión menstrual –toallas sanitarias, tampones, copas menstruales, etc. – no solamente eran una carga económica para muchas, también eran un recordatorio de que las mujeres y sus necesidades no son una prioridad para el Estado.
Hoy en día, gracias a la lucha de muchas mujeres que se organizaron y alzaron la voz, el impuesto sobre el valor agregado (o IVA) ya no se cobra en productos sanitarios menstruales. Llegar a esto no fue fácil, pero la dedicación y compromiso de la colectiva #MenstruaciónDignaMéxico logró cambiar algo que parecía inamovible: la política fiscal en México.
En una casa de la colonia Condesa de la Ciudad de México se reunieron el pasado 11 de julio varias de las personas que hicieron de esta iniciativa una realidad a presentar “Rojo Menstruación: Historia de una victoria”, una guía de incidencia que narra cómo quitarle el IVA a los productos de gestión menstrual en México pasó de una idea a la realidad.
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La maestra y ex diputada Martha Tagle, la periodista y autora Blanca Juárez, la maestra en derecho y activista Estefanía Vela, y el subsecretario de Hacienda Gabriel Yorio, hablaron durante hora y media sobre el camino al éxito y el impacto de esta iniciativa.
Politizar la menstruación
Menstruar es algo privado, algo de lo que no se habla, algo que se esconde y solo se reconoce en la intimidad del baño. Desde pequeñas las niñas aprenden que lo peor que te puede pasar es mancharte de sangre cuando estás en tus días.
Pero menstruar no es solo algo íntimo, también es algo político. Nadie elige menstruar, es un proceso natural del cuerpo necesario para crear vida. Las mujeres van a menstruar en algún momento de su vida y esconderlo no ayuda a nadie.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en promedio una mujer va a pasar 2,535 días de su vida menstruando, lo que equivale a casi siete años. En 2012 se estimó que a lo largo de su vida, cada mujer en México gastará más de $20,000 pesos en toallas femeninas. Una cantidad inimaginable para gran parte de las mexicanas, se estima que el 42.2% de las mujeres viven en situación de pobreza.
Era evidente que quienes diseñaron la política fiscal en México no menstruaban, porque de haberlo hecho, hubieran incluído los productos de gestión menstrual en las necesidades básicas que están exentas del IVA, como la comida y los medicamentos.
Cobrar un impuesto por menstruar era discriminatorio ya que afectaba desproporcionadamente a las mujeres que viven en condición de pobreza, uno de los grupos más vulnerables que el Estado debería proteger.
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Pero en un país tan desigual este impuesto no era la única injusticia que remediar y en 2020 nada garantiza que esta lucha se pudiera ganar.
#MenstruaciónDignaMéxico: una historia de éxito
Esta colectiva nace de la concientización de que en México el Estado le estaba cobrando a las mujeres por serlo, algo que debería ser ilegal. Desde este espacio se desprendieron diferentes iniciativas para frenar este impuestos y he aquí la genialidad del grupo de mujeres que conformaron #MenstruaciónDignaMéxico.
Hubo esfuerzos para eliminar este IVA en todos los niveles de gobierno. En el legislativo un grupo de diputadas federales hicieron suya la iniciativa y trataron de llegar a un acuerdo para eliminar este impuesto del paquete fiscal de 2021, explicó la ex diputada Martha Tagle en el evento del 11 de julio. Y aunque este intento no logró eliminar el IVA de estos productos, fue un paso fundamental para poner el tema en la agenda.
En el frente judicial recurrir a un amparo se descartó ya que legalmente el IVA lo pagan las empresas, no los consumidores, así que las activistas no podían utilizar esta figura. Por lo tanto se activó una acción de inconstitucionalidad en contra del paquete económico dónde se incluía este impuesto a los productos de gestión menstrual, comentó la abogada Estefania Vela. Esta acción sigue sin ser resuelta y el tema ante la Corte sigue pendiente.
Y finalmente fue por decisión del ejecutivo que se logró eliminar este impuesto a la menstruación. En representación de este poder asistió al evento el subsecretario de Hacienda Gabriel Yorio, quien comentó que la desigualdad entre hombres y mujeres en México no solo es una injusticia, también es uno de los frenos económicos más grandes que enfrenta el país. Por lo que eliminar este impuesto no solo era justo, también era inteligente.
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Uno de los aprendizajes más relevantes de esta victoria es precisamente la importancia de diversificar esfuerzos. Ni un tribunal, ni una iniciativa, ni una marcha por sí solos van a ser suficientes. Quienes busquen incidir deben organizarse y trabajar desde todos los frentes posibles porque si bien todos los esfuerzos son valiosos, no hay una sola forma de luchar ni una receta exacta para cambiar las cosas
El machismo cuesta
México no crece como debería y esto no solo es efecto de la pandemia de COVID-19. En 2019 el PIB creció un 0.0% y desde 2010 el crecimiento económico no ha sido mayor a 4% anual.
Desde la secretaría de Hacienda, explicó el subsecretario, creen que la ausencia de las mujeres en el mercado laboral remunerado está detrás del estancamiento económico del país. Solo el 45% de las mujeres que podrían trabajar lo hacen en un empleo formal y la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo del 13%, es decir, por cada $100 pesos que gana un hombre en promedio una mujer gana $87.
“Hay un cuello de botella que se está generando en nuestro crecimiento económico porque tenemos mujeres que no pueden incorporarse a la fuerza laboral remunerada y por el otro lado el sistema de ciudadanos recae en las mujeres” esto es uno de los retos para que México crezca más, explicó el subsecretario Yorio.
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México necesita a más mujeres en la fuerza laboral, necesita mujeres especializadas y con preparación y experiencia si se pretende que crezca. Sin embargo, desde los estudios hay muchas mujeres que se quedan atrás por el tema de la pobreza menstrual.
Según una encuesta realizada por Essity, #MenstruaciónDignaMéxico y UNICEF a mujeres en México, el 20% de las mexicanas han faltado alguna vez a la escuela por temas relacionados con la menstruación y el 21% ha dejado de asistir al trabajo por lo mismo. A nivel mundial, Unicef estima que las niñas pierden entre el 10% y el 20% de sus días escolares por no tener acceso a productos de salud menstrual.
Menstruar dignamente debería de ser un derecho y hoy las mexicanas están un paso más cerca de hacerlo.
